Rumores perversos y suicidas
- Opinión
El odio que alimenta las almas perversas y termina por envenenar las mentes débiles, no les permite ver el riesgo de un suicidio colectivo, por culpa de aquella alarma que circuló el fin de semana, afirmando que el gobierno iba a decretar un feriado bancario y que las entidades del sistema financiero estaban ahogadas por las corridas de retiros de recursos, porque se estaba gestando un verdadero pánico.
Los irresponsables, con el entendimiento cerrado por el veneno que los atrofia, parece que no se dan cuenta de que sus versiones de mal agüero si se convirtieran en verdades y las gentes se dejaran llevar por sus mentiras, todos sin excepción serían víctimas de la hecatombe.
Cómo serían de peligrosos los rumores del odio que varios altos ejecutivos de la banca salieron por su libre voluntad a desmentir públicamente los infundios que circulaban boca a boca o por medio de las redes sociales que esos mal intencionados van convirtiendo en verdaderas cloacas, desde que pueden abusar del cobarde anonimato.
Sería necesario que las autoridades investiguen a fondo el origen de esos rumores para castigar con todo rigor a los gestores de esta criminal iniciativa que no pueden ni deben jugar con la credulidad de personas inocentes que son víctimas propicias para fabricar una historia de terror.
Esos autores de las absurdas mentiras, que por esos caminos desahogan sus frustraciones, van de infundio en infundio para ver si pueden minar la credibilidad en el régimen de la Revolución Ciudadana y se provoca una crisis de desestabilización del gobierno.
No piensan, y si lo hacen no les importa, que los daños que provocan una crisis falsa y ficticia, no hace discrimen de los autores de las calumnias sustentadas en mentiras.
Ya no estamos en la época en que se fabricó la dictadura de Pinochet y la CIA contra el gobierno democrático de Allende: los pueblos de América, entre ellos el nuestro, ya aprendieron la lección de que no podemos creer en rumores que tienen una carga de mentiras.
El infundio como vino se fue y sus derrotados autores tuvieron que enconcharse en los caparazones de su audacia, ojalá que lleven a la ciudadanía a aprender la lección de que no se puede jugar con esas armas peligrosas por el puro odio frustrado.
Que aprendan a luchar sin apelar a las mentiras y a las calumnias porque la colectividad aprendió que hay que ver para creer y que aquí no hay lugar para los envenenados por el odio.
El mundo entero está afectado por el manejo manipulado de la baja del precio del petróleo y el Ecuador no puede ser una excepción; nuestros vecinos y otros del mundo devalúan sus monedas y adoptan medidas en relación de sus propias realidades: si algún momento cesan esas manipulaciones, ¨digo, es un decir¨ (como escribió el poeta), podremos comparar para determinar cómo manejó nuestro gobierno esta crisis colectiva.
- Alfredo Vera es escritor y periodista ecuatoriano, ex ministro de Educación, http://alfredovera-ecuador.blogspot.com
Publicado en El Telégrafo 28/04/2015
Del mismo autor
- La confabulación familiar 10/01/2017
- El lleve de la Perimetral... 13/12/2016
- Un capítulo en falso 18/08/2015
- Un 10 diferente 11/08/2015
- El maicito 04/08/2015
- Poder y corrupción 28/07/2015
- Juego limpio 21/07/2015
- El pensamiento y el corazón del Papa 14/07/2015
- Los vericuetos del diálogo 30/06/2015
- Frustraciones que generan odios 23/06/2015
Artículos relacionados
Desestabilización
- Rosa Miriam Elizalde 15/11/2021
- Francisco Domínguez 11/08/2021
- Clara Sánchez 04/08/2021
- José Manuel Zelaya rosales 30/07/2021
- Francisco Domínguez 21/07/2021