Es dulce ser despreciado por los capullos

24/02/2015
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

 

Es lo que deben decirse en estos días Alexis Tsipras y Yanis Varufakis, Primer Ministro y ministro de Finanzas de Grecia respectivamente. Los capullos, o sea los estafadores que fungen de jueces, los lobos con piel de oveja, los regentes del burdel europeo, los que se las dan de enteraíllos.
 
Constreñida a aceptar el plazo de negociación solicitado firmemente por el gobierno griego, la troika intenta mostrar que controla el coso. La prensa europea, a las órdenes, le lleva las de abajo. Sin embargo…
 
Haciendo de perdonavidas, le dio a Grecia hasta ayer lunes para presentar un programa de reformas, a cambio de la tregua destinada a negociar en serio. Hoy martes, Varoufakis le envió un correo electrónico que la troika aceptó con una sospechosa facilidad. ¿Tenía alternativa?
 
Para mí que Varoufakis y Tsipras, y con ellos el gobierno griego, se deben haber desternillado de la risa al redactar las proposiciones. El correo es largo, pero aquí te resumo algunas medidas:
 
El primer Capítulo es consagrado a la lucha por la Eficacia Fiscal, o si prefieres, la modernización del sistema impositivo. Durante décadas, gobiernos de derecha y socialdemócratas se apoyaron en una suerte de feudalismo. Como en la Edad Media, era impensable que los Señores y la Iglesia pagasen impuestos. Eso estaba reservado a los atorrantes. Uno recuerda que los impuestos solo le cayeron encima a la nobleza, a la iglesia y al riquerío con la Revolución Francesa, a fines del siglo XVIII. A tal punto que cuando la monarquía necesitaba pasta, la Iglesia –que entonces como ahora vivía del cuento– se tenía que poner, pero lo que le pagaba a la corona era púdica y eufemísticamente llamado “donación gratuita”.
 
En este Capítulo, en mi modesta opinión, el siguiente compromiso debe haber provocado carcajadas:
 
“Ampliar la definición de fraude y de evasión fiscal, al tiempo que se termina con la inmunidad impositiva.”
 
¿Qué efecto puede provocar esa medida en un tipo como Jean-Claude Juncker (UE), el más grande evasor fiscal de todos los tiempos? ¿O en Christine Lagarde (FMI), cómplice del pillaje del erario público? ¿O en Mario Draghi (BCE), cómplice en la falsificación de las cuentas públicas griegas?
 
Para reforzar la idea, la carta agrega otro compromiso:
 
“Modernizar el código del impuesto a la renta, eliminando de él las exenciones y remplazándolas, cuando sea necesario, con medidas que refuercen la justicia social.”
 
No sé si ves para dónde van los tiros, pero Andrés Zaldívar debe tragar saliva en su “cocina”… Sobre todo con el compromiso que viene:
 
“Trabajar en la perspectiva de crear una nueva cultura de respeto al sistema impositivo para asegurar que todos los sectores de la sociedad, especialmente los más ricos, contribuyen en su justa medida al financiamiento de las políticas públicas”.
 
¿No te decía? Hubiese dado un botellón del bueno por estar presente en el jolgorio…
 
Como alguien debe encargarse, ¡por fin!, de cobrar los impuestos de los que habla el Capítulo precedente, que trata de la Administración de las Finanzas Públicas, propone:
 
“Fortalecer la independencia de la Secretaría General de la Recaudación Pública (una suerte de SII), en caso necesario por medio de medidas legislativas, con relación a cualquier tipo de interferencia (política u otra), para garantizar una total transparencia y control de sus operaciones”.
 
Un país, como el campo de flores bordado, en el que el patrón del Servicio de Impuestos Internos es nombrado a dedo por el gobierno… no califica. ¿Capici?
 
Y lo que viene es aún más sabroso: “Dotar adecuadamente de personal la SGRP, cuantitativa y cualitativamente, y en particular la división dedicada a los contribuyentes ricos y a los grandes deudores, y asegurarse que tiene fuertes poderes de investigación y de persecución, así como recursos suficientes para ocuparse eficazmente del fraude fiscal y de los impuestos impagos del sector de altos ingresos.”
 
En Chile, los sindicatos del SII han propuesto esta medida durante décadas y nadie les escucha. Raro, ¿no? ¿Tienes alguna teoría sobre las posibles razones del “no se oye padre”?
 
El Capítulo siguiente, que trata del Gasto Público, propone, en resumen, controlar un gasto que ha servido durante siglos para financiar a los amigos del poder. ¿Te suena conocido?
 
Una medida, que de seguro está pensada para inquietar a toda Europa, propone evitar las jubilaciones prematuras.
 
“Establecer un lazo más estrecho entre las cotizaciones previsionales y el ingreso, racionalizar los beneficios, fortalecer los incentivos para declarar los empleos, y suministrar asistencia focalizada a los trabajadores de entre 50 y 65 años de edad, incluyendo un esquema de Ingreso Básico Garantizado, para eliminar la presión social y política para la jubilación prematura que sobrecarga los fondos previsionales.”
 
Digo que con esta medida Grecia pudiese inquietar a toda Europa por la sencilla razón que ningún país, ¿entiendes?, ninguno, ha logrado darle trabajo a dos grupos etarios: la juventud y la población madura. A los 50 años eres “viejo”, inútil, inservible, improductivo y caduco. Antes de los 35… no sirves para nada por carecer de experiencia. En Chile, la legislación del trabajo comparte esta visión apocalíptica, definiendo salarios mínimos –inferiores al salario mínimo “normal”– para esos dos grupos. Estamos en una aldea global… ¿o no?
 
Peor aún… el gobierno griego se compromete a: “Hacer de la lucha contra la corrupción una prioridad nacional y hacer completamente operacional el Plan Nacional Contra la Corrupción.”
 
PENTA, SQM, CAVAL… no sé si me entiendes. Cuando uno piensa que en Europa osan exigirle eso a los griegos, cuando los mandatarios europeos están –unos sí y otros también– mezclados a todo tipo de chanchullos, comenzando por el presidente de la Unión Europea.
 
Dicho sea de paso… Berlusconi… ¿Te suena?
 
No me consta que Alexis Tsipras haya venido a Chile, ese prototipo de la transparencia que figura en las vitrinas de Transparency International (¿de qué te ríes?), pero en la carta a la Unión Europea se le ocurrió incluir también lo que sigue:
 
“Reforzar la legislación relativa al financiamiento de los partidos políticos incluyendo todos los niveles de créditos obtenidos de las instituciones financieras y otras”.
 
Si a alguien se le ocurriese despedir al fiscal Gajardo (están en eso…), el hombre tendría laburo en el Peloponeso…
 
En el Capítulo siguiente, Estabilidad Financiera, la siguiente proposición es el alivio de millones de atorrantes y pequeños empresarios:
 
“Despenalizar a los deudores modestos que tienen pequeñas deudas impositivas”.
 
Lo contrario del caso Johnson’s. Algo así como un Dicom al revés. ¿No lo encuentras apañado?
 
O esta otra: “Colaboraremos con los bancos y las instituciones para evitar, en el período a venir, los remates de la residencia de los hogares que están por debajo de un umbral de ingresos (…) Tomaremos medidas para apoyar a los hogares más vulnerables que no logran pagar sus mensualidades”.
 
Para no aburrirte con la larga serie de medidas “aprobadas” por la troika, termino con el último Capítulo, en que se encuentra esta perla:
 
“Nos ocuparemos de las necesidades que surgen del aumento de la pobreza absoluta (acceso inadecuado a la alimentación, a la vivienda, a los servicios de salud y al suministro de electricidad) por medio de medidas de gratuidad altamente focalizadas (p. ej. tickets de alimentación).
 
Todo lo que precede, en medio de una cháchara que respeta “la libre competencia” (o si no a la troika le da un infarto…), y le deja a las autoridades europeas la sensación de no perderlo todo. Después de todo, ya en el siglo XVIII se sabía que “una nación no tiene crédito sino cuando se le conoce la voluntad y la facultad de pagar” (Talleyrand).
 
Como dijo Alexis Tsipras, las negociaciones serias comienzan ahora. Lo importante era darse el tiempo de gobernar, de tomar medidas que respondan a las necesidades del pueblo griego. Todo ello, con Alemania y la Unión Europea jugando en contra. Hasta ahora, en Tsipras y Varoufakis prevalece el espíritu de Leónidas en las Termopilas. Y ahora los griegos ya no son 300…
 
Qué importa que la prensa diga que Grecia cedió… A los amos les gusta aparecer como lo que no son: todopoderosos.
 
Es dulce ser despreciado por los capullos…
 
https://www.alainet.org/fr/node/167766?language=es

Del mismo autor

Clasificado en

S'abonner à America Latina en Movimiento - RSS