El 21 se rompe el corojo

13/01/2015
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  • Opinión
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La frase tan famosa en nuestra guerra de Independencia, principalmente relacionada con la Protesta de Baraguá, en la que Antonio Maceo mostró a España la intransigencia y determinación de lucha de los cubanos, por la dignidad y la libertad de nuestra Patria, nuevamente puede utilizarse.
 
Llegará a nuestro suelo una misión estadounidense, presidida por la Sub Secretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, cuyo objetivo fundamental será el concretar el inicio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba.
 
 La señora Jacobson fue entrevistada por la periodista Margaret Warren para  la Cadena Pública de la televisión estadounidense en relación con los objetivos de su misión. Esta expresó, que las conversaciones en la Habana tendrán una amplia agenda, pero comenzarán por la normalización de relaciones diplomáticas.
 
 Hasta aquí, todo va bien.
 
 Sobre otros aspectos planteó que las aspiraciones de Estados Unidos eran poder acercarse a los pequeños empresarios y trabajadores privados, desarrollar el sector de las telecomunicaciones para dar mayor acceso a los cubanos a la información y avanzar lo más que se pueda en el comercio, léase bloqueo.
 
Ya comenzó a meterse donde no debe.
 
No hay mucho cambio en estas declaraciones. Fortalecer el sector privado para gane en poder económico e independencia del gobierno revolucionario, dar posibilidades a los cubanos de recibir toda la influencia que implica la información fabricada en Estados Unidos y finalmente, la zanahoria, si te portas bien te dejo ampliar el comercio , si no, el bloqueo queda igual.
 
 Ante el comentario de la periodista relacionado con  las palabras del compañero Raúl Castro, sobre  mantener un sistema próspero y sustentable, a la vez que se revitalizaba la economía, la señora Jacobson planteó que eso sonaba como algo imposible. Expresó que la economía cubana estaba en picada y que el modelo económico no funcionaba.
 
 Después de estas declaraciones, sustentadas en su enfoque capitalista de cómo debe conducirse una nación, expresó:
 
 "Una de las cosas que estamos interesados en apreciar es valorar cuánto podemos impulsar a los cubanos a que tomen el control de sus propios destinos. Desconozco si esto se producirá en los límites que Raúl Castro ha demarcado. Justamente por eso se ha diseñado una nueva política".
 
Todo parece indicar que esta señora no sabe que los cubanos tenemos el control de nuestro propio destino y no necesitamos que vengan los estadounidenses a impulsarnos en algo, sobre lo cual siempre han estado en contra, desde la fundación de la República hasta el gobierno de Batista.  En aquellos años, nuestros destinos estaban en  sus manos y ahora pretenden volver a tenerlos.  Como ella expresó bien claro, “por eso se ha diseñado una nueva política.”
 
 Más claro, ni el agua.
 
 Según sus manifestaciones, Estados Unidos no tiene ninguna ilusión de que el gobierno cubano permita mejorías en la libertad de expresión, de asociación y otros derechos civiles y políticos. Considera que los disidentes y activistas continúan su lucha y están perdiendo el miedo, a pesar de que el gobierno mantiene el nivel de represión y control sobre ellos.  Terminó la frase diciendo “esto tiene que terminar”.
 
Nuevamente se ponen de manifiesto las intenciones hegemónicas y subversivas con que todas las administraciones estadounidenses han tratado el problema de Cuba, con el único interés de destruir la Revolución Cubana, lo cual se ratifica con las palabras de esta señora, que finaliza, de forma arrogante e irrespetuosa, diciendo que “esto tiene que terminar.”
 
Realmente lo que tiene que terminar es la injerencia en nuestros asuntos internos, el financiamiento a la subversión política, para lo cual el Departamento de Estado, al que pertenece esta señora, acaba de lanzar una convocatoria para distribuir once millones de dólares entre todos los que presenten proyectos para mejorar la democracia y los derechos humanos en Cuba.  ESO ES LO QUE TIENE QUE TERMINAR.
 
 Volvemos a Baraguá
 
 Los estadounidenses no se han molestado en leer nuestra historia.  Los cubanos no aceptamos imposiciones de un poder extranjero y estamos dispuestos a continuar la lucha, por el tiempo que sea necesario, hasta alcanzar nuestros objetivos.
 
Estamos dispuestos a discutir cualquier criterio sobre la falta de democracia, la represión y la libertad, en cualquier lugar del mundo, pero que al igual que ellos tienen opiniones relacionadas con  la situación en Cuba, nosotros las tenemos con  la de Estados Unidos.
 
Si la señora Jacobson viene a tratar de normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países, sepa que será recibida con el mayor respeto, pero que debe respetarnos. Que en ningún momento habrá una ofensa de nuestra parte, pero que no debe ofendernos. Si viene en son de paz, reconciliación y buenos propósitos, sus acciones serán correspondidas.
 
Esto puede determinar el éxito de su misión.
 
13 de enero 2015
 
- Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba)
sarahnes@cubarte.cult.cu
 
https://www.alainet.org/fr/node/166790
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