El cierre del conflicto armado es prioritario

24/08/2012
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Nuestra Sociedad tiene desde hace varias décadas un factor de desgaste económico y social, de desangre de sus hijos y de ingobernabilidad política, en el enfrentamiento armado interno y buscar su superación definitiva es una de las prioridades de los gobiernos; de hecho es un mandato constitucional en cabeza del Presidente, pero también un derecho de los ciudadanos. Es  uno de nuestros mayores problemas de seguridad interna, por no decir que el fundamental.
 
Los gobiernos desde hace varias décadas han venido haciendo esfuerzos para su cierre, tanto con la  acción armada de la Fuerza Pública, como con aproximaciones para buscar salidas políticas negociadas –a través de diversas estrategias- y efectivamente algunos han tenido mayores resultados que otros, pero lo cierto es que no hemos podido darle un cierre definitivo al mismo. Por ello tiene razón el Presidente Santos cuando ha señalado que la búsqueda de la paz es la prioridad de su gobierno y ha utilizado en distintos momentos –desde el discurso de su elección- la metáfora de la ‘llave de la paz’ para hacer referencia a las posibilidades de abrir una ventana de cierre definitivo de este conflicto armado.
 
Por ello no es novedoso que se especule sobre ‘enviados presidenciales’, intentando explorar las posibilidades para un proceso de conversaciones con estas organizaciones alzadas en armas contra el Estado. No sólo es de la potestad presidencial hacerlo, sino es su deber y sólo él valorara en qué momento están  dadas las condiciones para anunciarlo al país. Porque una cosa son las exploraciones –que siempre deben hacerse dentro del mayor sigilo y eso lo saben todos los ex presidentes que en algún momento de su mandato lo hicieron- y otra es la definición de una agenda de estas conversaciones y la culminación de las mismas que es la firma de los acuerdos.
 
Ahora bien, sí hay unas lecciones aprendidas de anteriores esfuerzos de búsqueda de cierre definitivo del conflicto interno armado –no olvidemos, el único Presidente exitoso hasta hoy en este campo fue Virgilio Barco que logró la desmovilización del M-19, el EPL, el Quintín Lame y el PRT-, de las cuales las más relevantes son: 1) no se puede convertir la búsqueda de la paz –que es también la obtención de seguridad-, en una bandera de disputas partidistas o grupistas, sobre ese propósito nacional, así como el de la seguridad, debe haber unidad nacional; 2) han sido exitosos solamente los procesos que han estado acompañados de cese de hostilidades de los grupos irregulares; 3) las conversaciones deben adelantarse de manera discreta y alejadas de la tentación de los protagonismos mediáticos –en ese sentido las conversaciones en el exterior son una buena opción-; 4) la Fuerza Pública, a través de sus comandantes, deben estar informados del desarrollo de las conversaciones y su voz y opinión son un factor importante para los negociadores del gobierno –la paz se hace con el acompañamiento de la Fuerza Pública-; 5) los procesos de cierre del conflicto interno armado en los tiempos actuales, deben tener en consideración a las víctimas de todos los lados del conflicto y su reparación y conocimiento de la verdad debe ser prioritaria; 6) en un mundo globalizado como el actual la participación de la comunidad internacional es inevitable, pero además conveniente, obviamente es el gobierno quién define qué tipo de participación; 7) los acuerdos finales deben tener mecanismos de refrendación democrática, para que los mismos estén acompañados de la debida legitimidad.
 
Por consiguiente, bienvenidos los esfuerzos de búsqueda de cierre del este largo y doloroso conflicto armado.
 
- Alejo Vargas Velásquez es profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia y
coordinador del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa.
 
https://www.alainet.org/fr/node/160523
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