El ya famoso peritaje del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) sobre el proyecto minero Conga, dispuesto y manejado por el Primer Ministro Valdés para presentar propuestas de mitigación del impacto del proyecto, se conocerá más de 10 días después de que fuera entregado por los tres profesionales contratados al efecto.

 

El procedimiento de definición de los especialistas contratados fue materia de cuestionamiento por no apoyarse en la licencia social necesaria y no contar con la confiabilidad de los diversos actores del conflicto en curso alrededor del proyecto Conga. Inclusive, uno de los convocados renunció a ser parte del proceso, aparentemente por discrepar de las bases o condiciones establecidas, es decir limitarse a “acciones de mitigación de los impactos ambientales del proyecto minero Conga… (y) generar mayor calidad de agua, su calidad y priorización para las micro cuencas”, sin derecho alguno a plantear, de ser el caso, la inviabilidad del proyecto. Sin embargo, la PCM persistió en el camino establecido.

 

Pero, culminados los plazos y anunciado que los tres reportes se entregaron el sábado 7 de abril, han sido sucesivas las postergaciones para darlos a conocer a la opinión pública y a los sectores interesados. Recién hoy lunes se conocerían. Si todo es favorable ¿por qué demoran tanto? Algunos piensan que se trataría de maquillarlos o de “mitigar” el hecho de que dos de los informes considerarían que el EIA tiene fuertes deficiencias en dos áreas: por un lado, la ausencia de informes y estudios de aguas no superficiales o subterráneas y, por otro lado, el tema de la calidad de agua (apta para consumo humano, para agricultura, etc.) que son dos estudios que, aparentemente no se hicieron en el EIA evaluado. Peor aún, como dicen se afirmaría que el EIA de Conga carece de los estudios en estas materias, lo que tomaría un regular tiempo de resolver, pues implicarían un proceso de recojo de muestras en diferentes momentos del año y hasta por varios años, entre otros problemas. Así mismo que se plantearía modificar el plan de inversiones para preservar algunas lagunas y que ello tocaría el bolsillo de la minera demandando más tiempo y más inversiones.

 

Otros creen que la demora es solamente para preparar las condiciones de imposición del proyecto en un ambiente hostil y desconfiado de Yanacocha, luego de un paro departamental que no fue disuadido por el fuerte despliegue de fuerzas del orden que se impuso. Destacan declaraciones del Jefe de la Oficina de Gestión de Conflictos de la PCM en el sentido de que en el pasado paro regional se planeaban asaltos a comisarías en dos de las provincias más enfrentadas con el proyecto Conga, Celendín y Bambamarca, justificando la criminalización del conflicto social, en que el diálogo se frustró desde que se impuso el Estado de Emergencia y el tímido anunció del ministro Pulgar Vidal en relación a estar dispuesto a conversar no ha abierto puertas reales.

 

Lo cierto es que esta semana será decisiva en el rumbo que tome este proyecto, que hoy encabeza una larga lista de conflictos que tienen como eje los temas de las industrias mineras y extractivas, la lucha por el agua, las demandas de las comunidades y organizaciones agrarias, así como de las autoridades regionales, de ser consultadas sobre los planes que se les pretende imponer. En ese sentido, será decisivo también en la relación entre el Presidente Humala y un importante sector de su base social, la que lo llevó a la victoria en la primera vuelta electoral y debería constituir su sustento más firme, pero se está distanciando ante la visión que compromisos claves, como en el de un nuevo manejo del tema minero tomando en cuenta a las poblaciones, no se está llevando a la práctica.

 

El manejo de este proceso ha desgastado al Primer Ministro Valdés, mostrando sus simpatías con el fujimorismo y los métodos más autoritarios. Ello, y la labor más conciliadora que ha llevado a un creciente protagonismo al Ministro del Ambiente, Pulgar Vidal, en varios escenarios conflictivos, ha llevado a algunos a pensar que éste podría jugar un papel más protagónico en el gabinete y quizás reabra la posibilidad de un balance integral del proyecto Conga y sus impactos, así como de una capacidad de recuperar confianza y dialogo con Cajamarca. La decisión es política.