CELAC, G20, capitalismo y el planeticidio en marcha
- Opinión
CELAC –
Y en verdad, a la luz de ese peso abrumador del Hermano Mayor en el concierto americano, parecería sensato erigir una red, una coordinación entre tantos actores antiimperialistas, como es el caso de
Porque los dirigentes que han estado fogoneando
Como pasa tan a menudo, las cosas no son tan simples como en una película de cowboys hollywoodenses de las clásicas, donde los blancos eran los buenos y los indios los malos y resultaba por tanto fácil “tomar partido”.
Tendríamos que analizar prestamente el sentido o sinsentido de semejante planteo, el de un capitalismo sano o bueno. Y examinar también las alianzas o coincidencias de los dirigentes políticos y los dirigentes sindicales mencionados en tal proyecto, unos sin USA, otros con.
1. Todos contra el neoliberalismo
¿Puede haber un capitalismo sano, no distorsionado, no financierizado? Es lo que pretenden muchas dirigencias. En
Asimismo confluyen en esta cuestión los dirigentes sindicales de
Es una coincidencia llamativa. Y curiosa. Pensemos que por ejemplo en el 2002,
Lo mismo podríamos decir en el caso argentino. Un puntal de
En Argentina, ¿cómo unir a intelectuales progresistas, tan orgánicos del campo popular y la igualdad con esta capa o cepa sindical?
¿Cómo compaginar a los izquierdosos y bien hablados kirchneristas y neokirchneristas de Carta Abierta con estas redes de intereses tan de cofradía en el mismo proyecto, para el caso, CELAC?
Similar y más patética comedia de enredos podríamos visualizar entre el chavismo y el sindicato CTV, al menos en el crucial 2002.
Muchos aspectos los separan, hasta con sangre, como pasó recientemente en una masacre de la extrema derecha violenta de siempre que se descargó sobre jóvenes rosarinos inocentes y desarmados, alguno al menos activista K.[3]
Algo sí, los une: su condición de dirigentes estables. Eternos, al menos virtualmente eternos.[4] Báez al respecto se ha sincerado. No habla de que es militante; siempre nos recuerda que es dirigente. Suponemos que se trata de una subespecie dentro del homo sapiens sapiens, la de homo dirigentiis. No son necesariamente una casta, aunque es significativo el ingreso de hijos a los circuitos dirigentes, pero también registran sangre nueva. Pero lo que ya es dato histórico, antediluviano, es aquello de que quien ocupaba un cargo de responsabilidad o dirección, terminado el mandato, vuelva a la base, al trabajo en planta, al comité de barrio o de fábrica…
Pero no sólo la profesionalidad los uniría. Al parecer, también el proyecto. El de un capitalismo propio. Al menos es lo que predican cuando levantan el programa del IIRSA (o IIIRSA). Iniciativa de Integración de
Claro que para inteligir qué es lo que defienden es necesario desbrozar un poco el lenguaje.
¡Epa! ¿Nuevo tipo? Lo de nuevo tipo es por el estilo de la invocación a “el cambio” al que aluden prácticamente los políticos antes de toda votación…
Nuevo tipo… ¿Acaso alude a actividades de cuidado y respeto de la naturaleza?, ¿acaso una actividad económica no contaminante?, ¿acaso un cambio cultural de las pautas de consumo?
¡No! Nada de ideas “raras”. “Reafirman la importancia trascendental de la energía como recurso fundamental del desarrollo sustentable”.[5] Los empresarios sonreirán piadosamente por este renovado hallazgo del agujero del mate. Reclaman “transferencia de tecnologías”. Es decir, en criollo, reafirmación de la dependencia, legitimación del neocolonialismo. El documento glosado es además y apenas –como su título indica–, una lastimosa defensa de los biocombustibles que es un muy buen ejemplo y fruto cabal del neoliberalismo, capitalismo puro y duro, que está proyectando aplicar la tierra para alimentar autos en lugar de humanos (porque muchos consideramos que las limitaciones planetarias no dan cabida a ambos alimentos de modo amplio).
Pero dejemos por un momento de lado a tan impresentables personeros de la nomenklatura sindical y analicemos a los políticos progresistas, con considerable anclaje social además, como son los casos de Chávez, Roussef y Fernández de Kirchner.
2. E progresismo ante la globalización capitalista
Tratemos de pensar con la lógica de estos progresismos que acabamos de ver tan entrelazados con los proyectos del imperialismo más ortodoxo.
Quiero suponer que postularán un desarrollo propio sin la interferencia de los avasallantes poderes económicos del mundo enriquecido, fundamentalmente el eje EE.UU.-Israel, pero también al margen del tejido europeo que asimismo pertenece al Primo Mondo.
Eso significaría postular un principio de regionalización de la actividad del capital, sus inversiones, preservando para el sur territorios propios, habría que poner el acento en desarrollos con bases propias, rendimiento endógeno, con una tasa de ganancia que provenga de la producción propia de la cual una parte será para la reproducción sistémica y otra para la rentabilidad, lo propio del capital(ismo).
¿Una IIIRSA para el Tercer Mundo? No es lo que vemos ni con el petróleo, ni con los transgénicos (que incluyen a los ya mencionados y mal llamados biocombustibles), no es lo que se ve con el oro, el cobre, la celulosa. Lo más preocupante, que no es tampoco lo que vemos venir, salvo algunos intentos bolivarianos y cubanos. Por el contrario, vemos en general la reafirmación del mercado mundial (y los consiguientes costos energéticos, en fletes, seguros, y sobre todo, el sistema de derroche entronizado, ahondando el abismo entre enriquecidos y empobrecidos).
Entonces, las dirigencias progresistas del sur americano enarbolan dos banderas: una desplegada al viento, que sería
¿Participan de qué? De la rentabilidad extraída de nuestra región (y de la de África, y de la de Asia…).
En 1. vimos la llamativa composición de
En 2. procuramos entender “la alternativa” de que hablan, “las economías de nuevo tipo”, que no encontramos.
3. El capital está tocando el cielo con las manos, pero ¡ay! el cielo era apenas el techo y se viene abajo
Hay un tercer aspecto, más visceral, más estructural en esto de postular un capitalismo propio, sano, endógeno. Más allá de la inanidad de semejante proyecto.
Si algo ha ido cometiendo el capitalismo, que cada vez se ve más claramente y que cada vez lo advierte más gente, es un planeticidio.
Por lo tanto, la receta capitalista ha resultado una receta biocida, asesina. Y si hablamos de nosotros mismos, suicida.
Frente a esta situación, los capitalistas contumaces, que festonan las direcciones políticas de
El progresismo, en cambio, con ciertos arrebatos de “hombres nuevos”, sueños de igualdad, etcétera, está en problemas. Filosóficos. Cuesta atar estas moscas por el rabo.
Por eso un ensayo ideológico de fondo, estratégico, del gobierno K en Argentina, como ha sido el show de Tecnópolis, resulta tan contradictorio, anómalo.
Por un lado, todo el diseño de Tecnópolis se apoya, como el propio diseño económico del país, en apuestas a la biotecnología, a la energía nuclear, por ejemplo, que son precisamente dos puntales del economicismo capitalista duro, optimista, despiadado con la naturaleza y el planeta. Que pasa por alto o desprecia los riesgos de la contaminación.
Que en rigor, está enamorado del juego del aprendiz de brujo.
El optimismo tecnológico tranquiliza a sus personeros: –si sobreviene una dificultad, un imprevisto, ya tendremos la tecnología que nos brindará la solución al problema planteado.
Para los tecnooptimistas, de derecha o de izquierda –un gerente de Macri o el recientemente defenestrado ingeniero Enrique Martínez–, la tecnología siempre es parte de la solución, nunca del problema.[6]
Mirada desde allí, desde el tecnodesarrollo, Tecnópolis y el gobierno K se nos aparecen con una mirada hipermoderna, “de última generación”, para decirlo con vocabulario actual.
Sin embargo, cuando reparamos en los acentos, en la perspectiva estratégica, Tecnópolis y los reiterados discursos de la presidenta argentina participan de un optimismo que en el Primer Mundo hoy sólo está reservado a los negacionistas del cambio climático dentro del Tea Party y a otros búnkeres del hiperconservadurismo, norteamericano, australiano o europeo.
El resto del mundo intelectual, académico, en cambio, es mucho más cauto, y se están ensayando permanentemente tímidos frenos a un “desarrollo” que cada vez más filósofos, analistas, economistas, e incluso técnicos no atados a ni rentados por las instituciones oficiales o los grandes consorcios transnacionales, entreven como una marcha cada vez más desbocada al abismo de la insustentabilidad.
Hasta
Volviendo al discurso, a la estrategia del progresismo sudamericano y particularmente al gobierno K argentino: parece mezclar un tecnologismo de vanguardia, tipo s. XXI, y un optimismo cientificista más propio de
Por eso, cuando sobreviene el año pasado la inenarrable tragedia de Fukushima sólo algunos estados se atreven a reafirmar su programa nuclear. O a ampliarlo, como Argentina.[8]
Esta penosa ambivalencia de progresismo que proclama enfrentar al capital monopólico y transnacional y a la vez defiende el mercado mundial, es decir el capitalismo-tal-cual-es, genera situaciones francamente esquizoides.
El MOCASE-VC, el MNCI, que agrupan a militantes tan esforzados y valiosos, ante los avances sojeros en el norte argentino, que resisten tan admirablemente la contrarreforma agraria que llevan adelante capitalistas, dueños (generalmente truchos) de tierras, interpreta, sin embargo, que “el G20 conspira contra la CELAC”.[9]
¡Pero si el G20 no es sino una forma táctica del G8 de ampliar y afianzar la “gobernanza” del planeta, y
Vale la pena repasar lo que el CSA llama “desarrollo de nuevo tipo”: son todos proyectos de comunicación y, en realidad, de transporte: −IIIRSA−. ¿Transporte de qué?
De las “materias primas” y los “recursos naturales”; los “bienes comunes” de que nos habla Javier Rodríguez Pardo[10], extraídos y a extraer del territorio al sur del río Bravo y en particular sudamericano. Los cinco proyectos en danza[11] son cuatro de vías de transporte y uno de electrificación… ni siquiera uno de tales proyectos atiende, por ejemplo, la pavorosa cuestión de los residuos. Por poner un ejemplo que sí se podría señalar de “nuevo tipo”…
Como ve el lector, si ha soportado este recorrido hasta el final, la cuestión no es sencilla, en absoluto. La confusión parece ser, en cambio, bastante nítida.
Pero todavía en el tiempo en que “todo lo sólido se desvanece en el aire”,[12] el pan es pan y el vino, vino.
- Luis E. Sabini Fernández es docente del área de Ecología y DD.HH. de
[1] Víctor Báez, secretario general de
[2] El secretario general de
[3] AW, Buenos Aires, 3/1/2012; “Masacre en Rosario. Sicarios asesinan a tres jóvenes del Frente [Popular] Darío Santillán.”
[4] Entre humanos lidiamos, y la eternidad nos es ajena. Un destacadísimo puntal de
[5] “
[6] Les vendría bien una lectura de Walter Benjamin, para quien la tecnología está mucho más cerca del fascismo (y el nazismo) que de cualquier socialismo. Lo cual, visto el destrozo planetario, es claro como el agua cada vez más escasa.
[7] De un 40% para población con 10 años de uso, los primeros diez −observemos−, pero de 200% para jóvenes menores de 20 años en el mismo período. OMS, www.wavesguard.es/, 31/5/2011.En caché
[8] Particularmente lo hace Francia, el país más nuclearizado en términos proporcionales, del mundo entero. Algunos, como Italia, Austria, Holanda, Polonia, España, Alemania suspenden sus planes nucleares o inician planes de desmantelamiento. Otros, como Suecia, tenían ya tales planes, aunque no los han cumplido (del plan originado en un referendo de 1979, por el cual sus 12 reactores iban a ser desmantelados en el período 1980-2010, sólo han desmantelado uno). Otros estados como Nueva Zelandia, abandonaron de modo hasta ahora definitivo la energía nuclear, ya a comienzos de los ’80 (antes de Chernobyl).
[9] “Se profundiza el modelo de agronegocios y sus contradicciones”, CLOC, MNCI, 27/12/201. Las posiciones del MOCASE-VC revelan que ese aire que definimos como de
[10] Vienen por el oro, vienen por todo, Ediciones CICCUS, Buenos Aires, 2009.
[11] “Chávez listo para ser anfitrión de cumbre de CELAC”, Página 12, Buenos Aires, 27/12/2011.
[12] Magistral síntesis de Karl Marx.
Del mismo autor
- El despojo y el saqueo; ahora; nuevas etapas 20/07/2021
- ¿Es la vacuna la solución, el mal menor necesario o apenas una experimentación? 05/07/2021
- Israel: un colonialismo a destiempo 09/06/2021
- Autocomplacencia uruguaya: ¿Idiosincracia o mera propaganda? 03/06/2021
- Imagen, palabra: ¿extinción de la mente crítica o del diálogo humano? 27/05/2021
- Impunidad de la brutalización israelí 14/05/2021
- Covid 19 un largo año: la ofensiva persiste, el desgaste social avanza, crece la resistencia 26/04/2021
- El “triple destino” negado a Jerusalén 21/04/2021
- Neolengua covídea 08/04/2021
- Uruguay: ¿Democracia monarquizante? 09/03/2021
Clasificado en
Clasificado en:
Integración
- Facundo Escobar 14/01/2022
- Eduardo Paz Rada 03/01/2022
- Francisco Eduardo de Oliveira Cunha 03/01/2022
- Adalid Contreras Baspineiro 13/10/2021
- Juan J. Paz-y-Miño Cepeda 21/09/2021