Entre el 5 y 6 de julio Caracas será sede de la  primera reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que es paralela a la Organización de Estados Americanos (OEA) y marcará la pauta, pues las naciones que la integran tendrán un espacio propio para discutir y desarrollar sus iniciativas.

 

En su oportunidad, el presidente de la República de Venezuela, Hugo Chávez, expresó que la creación de la CELAC es un evento “histórico, es la primera vez que nosotros nos reunimos y decidimos crear una organización sin Estados Unidos y Europa, en la que se acordó realizar la primera cumbre de esta comunidad en la Caracas”.

 

La idea que surgió el año pasado en Cancún, donde 33 naciones, 12 de ellas  suramericanas, 15 del Caribe y 6 del istmo centroamericano, decidieron construir esta nueva entidad caracterizada por una gran diversidad cultural y étnica, pero con fuertes raíces históricas y urgentes necesidades comunes.

 

Para la vicepresidenta del bloque venezolano en el Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Ana Elisa Osorio, la conformación de la CELAC, es “la concreción del sueño de Simón Bolívar, ese anhelo de avanzar hacia una segunda independencia que sea definitiva. Con esto avanzaremos hacia nuestra propia independencia económica, social y cultural”.

 

Por su parte el vicecanciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke, afirmó que la futura Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que se constituirá el próximo mes no sustituirá ni enfrentará a la OEA. La CELAC será "una organización que parte de nuestras premisas y principios".

 

Recientemente el ex canciller del Perú, Óscar Maurtua de Romaña, mencionó que “la CELAC en un futuro se encontrará sujeta a dos enfoques. Una la que ejercen México, Colombia, Perú, Chile, Panamá, Costa Rica y otros países pro-EEUU, que quieren un ente que colabore con Washington y que no cuestione los TLC con éste. Y otra es la que promueve la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra America (ALBA) integrada por Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Venezuela, entre otros”.

 

El especialista consideró que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños se propone fortalecer la armonización de los procesos de integración y el desarrollo de los estados miembros, particularmente ante desafíos vigentes como son la dificultad financiera, la crisis alimentaria, el narcotráfico, el desarme, la convivencia pacífica, entre otros, sustentándose en la integración política, económica, social y cultural de América Latina y el Caribe, “anhelo de antigua data y que no nace para contraponerse a nadie, sino para poder concertar y adquirir una capacidad de negociación, ante otros bloques regionales, a fin de potencializar el desarrollo sostenible y al bienestar social de las partes que forman parte de ella. En líneas generales, se puede identificar que la integración no es mas una quimera, si no una realidad, para lo que se requiere atender tres aspectos fundamentales como es: el fortalecimiento y el aumento del comercio intrarregional, la a expansión de los mercados y la flexibilización que permita la facilitación de la movilización de capitales productivos y de personas lo que sin duda alentará el desarrollo de las naciones de ALC, de tal forma que incentivará la incorporación más dinámica de la región aludida en la economía global”.

 

La CELAC materializa un viejo anhelo latinoamericano y caribeño de constituirse en una agrupación regional tal como se da en Asia (ASEAN) o en África (OU) y en el mundo árabe a través de la Liga Árabe. Tiene grandes fortalezas y también amplios desafíos que unidos de seguro  sabrá concretar para  bien de la población del continente.