Caos sistémico

21/02/2011
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¿Quién se acuerda de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio? ¿Dónde quedó varado el impetuoso ritmo de crecimiento económico para todos que prometía el utópico sistema neoliberal? ¿Qué pasa y hacia dónde está yendo en esta crisis la Unión Europea (UE)? ¿Por qué para reducir el déficit presupuestario el gobierno Demócrata de Barack Obama reduce el gasto social que alivia la situación de los más pobres, mantiene las bajas de impuestos que favorecen a los ricos, sigue subsidiando a los grandes bancos que causaron la crisis financiera y aumentaron la deuda pública, y continúa aumentando el presupuesto militar?
 
La lista de preguntas es muy larga y se alarga casi cotidianamente con la suma de rebeliones populares en el mundo árabe que quieren derribar los regímenes y ya han hecho caer a los gobiernos de Túnez y Egipto, con los riesgos de revueltas populares en muchos países pobres por el aumento de precio o la escasez de alimentos de base, sin mencionar el también constante aumento de importancia económica, comercial y financiera de las potencias emergentes que prosperan en un sistema global que está en crisis –en particular de China-, y la parálisis en que han caído los principales gobiernos de Occidente (y el G-20) cuando se trata de dar respuesta a las causas y los efectos de la crisis financiera global del 2007-2008, y como dice el economista Nouriel Roubini, a los desequilibrios fiscales y comerciales, y el papel que los flujos de divisas deben jugar en este ajuste, y las tensiones en las tasas de cambio que nos están conduciendo a una guerra de divisas, la cual eventualmente llevará a guerras comerciales y al proteccionismo (Our G-Zero World, Toronto Star, 17 de febrero).
 
Para Roubini el imperio estadunidense está actualmente en un “relativo declive” y “demasiado estirado” fiscalmente como para continuar imponiendo la “Pax Americana” y seguir determinando a través del dólar como principal moneda de reserva internacional las reglas del comercio y las finanzas globales. Agrega que por primera vez desde la segunda Guerra Mundial no hay un país o una fuerte alianza de países que tengan la voluntad política y la palanca económica para asegurar sus objetivos en la escena global, y que como sucedió en previos períodos históricos, este vacío de poder quizás aliente ambiciones y agresividades de (aquellos países) que buscan sacar tajada de la coyuntura.
 
Sacar tajada de la situación de crisis sistémica en que se encuentra Irlanda –o Grecia y otros países de la UE sometidos a las sangrías de austeridad que los condenan a más desempleo, pobreza y desigualdad- es lo que el editorial del diario irlandés Irish Independent (1) acusa al “Eje franco-alemán de la Discreción y el Secreto”: “En torno al lenguaje utilizado para describir el nuevo ‘Pacto para la competitividad’ franco-alemán había algo de los años 30. Siendo justos esto tal vez no constituye un ‘Pacto de acero’ (2), pero sin embargo parece estar determinado a dirigir discreta y secretamente el continente”.
 
Más allá de lo que opina el diario irlandés, lo cierto es que la crisis financiera del 2008 y su continuación en la crisis de la deuda publica  -o sea de lo que deben los insolventes bancos privados de Grecia, Irlanda, España, Portugal y otros países a venir, y que ahora pasó a ser una deuda pública a pagar por los contribuyentes-, ha revelado que el salvataje de los grandes bancos privados alemanes y franceses –implicados hasta las orejas en las riesgosas operaciones financieras centradas en Wall Street y la City de Londres-, ha sido y sigue siendo la prioridad principal de la “pareja franco-alemana”.
 
Aunque esta sea una opinión exagerada, según analistas europeos, no deja de haber un núcleo de verdad en lo que afirma el diario irlandés, de que “la bancarrota del Estado significa que Irlanda pasa esencialmente a ser una colonia europea. Peor aun, somos la colonia del Eje franco-alemán de la Discreción y el Secreto. Y la historia nos dice que nuestros nuevos ‘socios’ son un patrón más disgustante que los británicos. Si hay un aspecto positivo en todo este chiquero es que no estamos solos. Europa está ahora divida entre los Estados confortables, como Francia y Alemania, y las afectadas economías de los países del Mediterráneo, Bélgica e Irlanda. Y la pregunta más frecuente es si la mitad del continente deberá ser convertida en vasallos para proteger las ganancias de los bancos franco-alemanes”.
 
De paso y para responder en parte a quién se acuerda de la Ronda de Doha de la OMC que comenzó en el 2001, hace una década, el ex Director general de la OMC y actual presidente de Goldman Sachs International, el irlandés Peter Sutherland, acaba de opinar que un acuerdo está lejos de ser una certitud porque hasta el momento los lideres mundiales han fracasado en dar el necesario ímpetu a las negociaciones.
 
- Alberto Rabilotta, La Vèrdiere, Francia.
 
Notas:
(2) Referencia al Pacto de Amistad y Alianza entre los gobiernos de Alemania e Italia firmado en mayo de 1939, meses antes de que Hitler lanzara la invasión de Polonia.
https://www.alainet.org/fr/node/147721
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