La muerte anunciada del Rio Patuca y los humedales costeros
22/09/2010
- Opinión
Desde la década de los años 90 se viene elaborando la lápida para el segundo río mas largo de Centroamérica. Los 320 kilómetros que recorre el rio Patuca, desde su nacimiento en el departamento de Olancho hasta su desembocadura en la costa de la Moskitia, cruza los remanentes de una de las reservas forestales del istmo centroamericano.
En el año de 1997 la empresa Panda con sede en Texas, promovió la construcción de las tres represas en el río Patuca, la que en su primera etapa construiría una cortina en la confluencia del rio Cuyamel de 105 metros de alto que crearía un espejo de agua de 110 kilómetros de largo por medio kilómetro de ancho. Si las tres fases del proyecto se construyeran, 200 kilómetros del río se perderían, causando un enorme impacto ambiental y social para los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Durante la administración del Sr. Manuel Zelaya, el gobierno de Taiwan estuvo promoviendo la construcción de la tercera fase de las hidroeléctricas del Patuca, la cual obtuvo un rechazo generalizado de la población de campesinos radicados en Olancho, los que protestaron por la ausencia de consulta por parte del Estado de Honduras. De igual manera reaccionaron las poblaciones indígenas radicadas a lo largo del río, las que previamente en la Declaración de Ahuas (1) del año 2002 y en la Declaración de Uhri Brus (2) del año 2008, reafirman su posición de rechazo a la muerte paulatina del Patuca.
La reactivación de las hidroeléctricas de las tres fases del Patuca a manos de la empresa de China continental Sinohydro - encargada de construir la mega represa de las Tres Gargantas - resucita la amenaza de destrucción a la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni, convirtiendo a los Tawahkas de un pueblo fluvial a un pueblo lacustre, además de afectar la cadena de humedales costeros donde se encuentran radicadas varias comunidades miskitas y garífunas.
Honduras se viene apuntalando un premio como destructor de áreas protegidas: desde la destrucción de la laguna de Micos (RAMSAR 722), hasta la cadena de ríos que discurren hacia el caribe, muchos de los localizados en áreas protegidas han sido entregados a la elite de poder nacional, en fecha reciente por el Congreso Nacional (3)
Prevalece la distorsión de que las represas hidroeléctricas son fuente de energía limpia sin embargo existen estudios que demuestran como las mega represas en aguas tropicales y subtropicales contribuyen con las emisiones de gases de invernadero. Los bosques sumergidos se convierten en una fuente de metano, el que es considerado 20 veces más contaminante que el CO2 (4).
El asalto sistemático a los ríos de Centroamérica, es parte de la estrategia del Plan Puebla Panamá (rebautizado como Proyecto Mesoamerica), además de conformar la visión energética promovida por los Estados Unidos bajo el nombre de ECPA (siglas en ingles de "Alianza de las Américas para la energía y el clima"), estrategia que fue presentada en Washington por la Señora Hillary Clinton el 15 de abril del presente año, ante los ministros de energía de los países Latinoaméricanos y del Caribe.
Por supuesto que existe una desmedida dependencia de hidrocarburos para la producción de energía en nuestros países, sin embargo recurrir a embalses para la producción de energía "limpía", destruyendo los ríos no es la solución mas responsable.
Desde hace décadas se vienen creando nuevas tecnologías que no han recibido el apoyo debido por parte de los organismos internacionales y mucho menos de los estados-nación. Las turbinas flotantes que se vienen utilizando en los ríos caudalosos de Brasil, no requieren la construcción de enormes embalses (5).
De igual forma se encuentra el aprovechamiento de corrientes marinas y de las mareas, las que fuera de algunos experimentos en Portugal y Inglaterra son recursos que se ignoran. Existe también la posibilidad del uso de Energía termoceánica o Sistema OTEC (6) además de una enorme gama de ejemplos que se viene realizando en el planeta pero que no se les ha prestado la atención necesaria.
La noticia publicada por el diario La tribuna, el pasado 15 de septiembre sobre las declaraciones del Ministro de Recursos Naturales, el Sr. Rigoberto Cuellar, relacionadas con la COP16 y la búsqueda de recursos para el financiamiento de la Represa del Patuca, demuestra la visión miope que poseen los políticos de turno en relación al manejo de las cuencas hídricas y la producción energética. Recurrir a la destrucción de los ríos no es energía limpia, y mucho más cuando existe el agravante de severas consecuencias ecológicas y sociales que conlleva la muerte de una de las zonas con mayor diversidad biológica y diversidad del país (7).
Recurrir a solicitar en la COP16 fondos para la construcción del Patuca, es parte de la ceguera que padecen los funcionarios estatales en cuanto a la crisis que se viene dando en Honduras, como consecuencia del cambio climático.
Los pueblos miskitos y garinagu que habitamos la costa norte de Honduras, nos encontramos en la línea de fuego del cambio climático. Muchas de nuestras comunidades están localizadas en esteros o deltas, algunas de ellas a punto de desaparecer, sin haber logrado en la última década cimentar medidas de mitigación, que se requieren para evitar catástrofes y desplazados ambientales.
La represa hidroeléctrica más grande del país, conocida como El Cajón, presenta fisuras que están causando filtraciones que pueden conllevar serios problemas para una enorme cantidad de habitantes que viven en el Valle del Sula. Desde hace meses los técnicos vienen solicitando los fondos para las reparaciones requeridas, no obstante el problema de gobernanza en Honduras es tan grave que no se han tomado las medidas pertinentes.
Mientras la Secretaría de Recursos Naturales (SERNA) pretende buscar fondos para la construcción de la mega hidroeléctrica del Patuca, el pueblo garífuna exige una política y acciones concretas para lograr frenar la erosión costera que devora nuestras playas ya que prácticamente las olas rompen dentro nuestras comunidades.
Es hora de romper con las incongruencias en la toma de decisiones sobre políticas y proyectos ambientales en nuestro país, y de inmediato tomar las medidas pertinentes para solventar el imperativo de una estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático, lo suficientemente consensuada y consultada previamente con nuestros pueblos.
(6) Scribdd
La Ceiba, 23 de Septiembre del 2010
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
https://www.alainet.org/fr/node/144330?language=en
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