Leyendo el poder en la era de la información
27/11/2007
- Opinión
Diferencias entre comunicación e información.
Tesis a discutir. Comunicación supone la existencia o la posibilidad de una relación de doble sentido entre quien inicialmente envía información y quien la recibe. Comunicarse indica una acción recíproca plenamente activa, un intercambio de algo, de sentimientos o de informaciones a través de signos, gestos, imágenes o palabras. Esta relación de comunicación es más rica que la de información ya que surge esencialmente de las reacciones a cada estímulo o dato proporcionado. Una vez recibido, el receptor se transforma en emisor invirtiendo las posiciones respectivas. La información sería un concepto comparable a una corriente de dirección única, una línea recta que va del sujeto receptor y produce en él determinados efectos[i].
Comunicación e información pertenecen a un proceso más amplio, a saber, el discurso. ¿Qué es el discurso? Es la disertación sobre cualquier tema que involucra una interacción social mediada por la materialidad sígnica apostada en tal proceso y que determina no sólo el contenido sino ante todo la forma del mismo discurso. Todo discurso permanece inserto dinámicamente (aunque su apariencia indique su cristalización) dentro de los entramados de prácticas cotidianas (gestos, trámites institucionales, relaciones cara a cara, trabajo, estudio, desplazamiento por la ciudad, etc.) puesto que tienen la función de recomponer una comprensión dialógica del fondo u "horizonte" parcialmente alterado por la intervención de los diversos actores involucrados. Estas prácticas cotidianas discursivas (textualizaciones) responden en un nivel más profundo a configuraciones (siempre dinámicas) ideológicas, las cuales responden a configuraciones sociales o entramados sociohistóricos específicos en espacio y tiempo; más no por ello desligados de su pasado y irresponsables de su futuro.
Dentro del juego de las relaciones sociales cotidianas todo individuo se encuentra tensionado por Escila y Caribdis: la acción y el discurso. Su acción responde a necesidades de producción y reproducción de sus condiciones materiales de existencia, toma decisiones acordes al espectro de posibilidades presentes. Así mismo, el discurso individual responde a la doble necesidad: verdad y justificación[ii]. Así, la verdad dista mucho de la "aceptabilidad racional" pues siempre ejerce su peso la acción, pero además, la verdad se ve compelida por el circuito de significaciones sociales en competencia.
Lo anterior nos lleva a preguntarnos,¿Cuál es el papel de la propaganda [iii] en la era de la información? Empecemos con un ejemplo de “shock” tomado de Capítulo 6 “Los estudiantes Universitarios” por López Maya, Margarita Protesta y cultura en Venezuela: los marcos de acción colectiva en 1999 (Colección Becas de Investigación) 171 P. Argentina: CLACSO, 2002. Publicaciones de FLACSO 2001-2002, presentación en CD-ROM, que versa:
Por otra parte, también están presentes conceptuaciones de la protesta como un medio del que disponen los estudiantes universitarios para hacerse propaganda. En las protestas hacen públicas sus demandas y sus opiniones, y muchos las consideran herramienta de denuncia, el medio para que el pueblo conozca sus pronunciamientos, su instrumento para crear opinión. Esta idea de la protesta como propaganda la encontramos muy repetida en todos los eventos. Un participante de la protesta contra el FMI, consultado acerca de la planificación de ese evento, dijo: No, no, en realidad yo no tengo ese cronograma, pero, pero, sea cual sea la ruta, lo que queremos principalmente es eso, que la población se entere de, de, de la voz que estamos llevando, y, y de que se unan, pues, de que se unan en contra de, en contra de, de todas estas cosas
Para el ámbito doxológico toda propaganda, con frecuencia, se construye con distorsiones de los hechos y de llamamientos a la pasión y a los prejuicios. De allí que a menudo es considerada como falsa o engañosa. Es decir, propaganda, manipulación y desinformación adquieren una axiología peyorativa.
Antes de irrumpir en el análisis detallado y sociocrítico de la propaganda en la era de la información impugnemos una simple tipología (taxonomía) de la propaganda y su recensión social. Para ello utilizaré tres tipos ideales de ciudadanos frente al fenómeno social que deseamos analizar. [iv]
Para el “ciudadano común” padece la tormenta informacional a la que se ve sometido, la cual no le permite discernir que es propaganda y que no. Su único criterio defensivo, es algún otro sujeto interdiscursivo le informe de tales distorsiones propagandisticas.
Por su parte, para el “ciudadano bien informado” toda propaganda puede ser difundida para o por personas, empresas, minorías étnicas, organizaciones religiosas o políticas y gobiernos a cualquier nivel. Para él o ella, miles de grupos con intereses específicos difunden propaganda: sociedades patrióticas, ligas antialcohol, comités de prevención de accidentes y de seguridad vial, asociaciones que promocionan la conservación del medio ambiente o que defienden los derechos de los animales, sindicatos y cámaras de comercio. Sea cual sea su objetivo, intenta la persuasión a través de los sentimientos o de la razón.
Pero para el criterio de experto la propaganda adquiere otras difuminaciones más finamente acometidas. Así, Noam Chomsky afirma:
“Cuando un Estados Unidos lleva a cabo un acto de agresión su sistema de propaganda es el responsable de justificarlo y de eliminar las verdaderas razones sustituyéndolas por pretextos aceptables”[v]
Es decir, para el ethos cientista social [ciudadano experto] la propaganda es preponderantemente articulada desde los nichos de interés de los poderes instituidos. En categorías sociológicas esto se traduce como procedente desde los grupos de dominancia en los diversos campos de análisis estructurados-estructurantes y los habitus allí operantes (sigo a Bourdieu).
Por su parte, para el ciudadano bien informado [que posee un panorama mayor] la propaganda responde a los actos publicitarios de los diversos actores sociales que a través de los medios a los cuales tienen acceso difunden sus apuestas ético-discursivas.
Finalmente, el ciudadano común, se ve bombardeado de información e impedido por sus propios medios de discernir frente a tales niveles de hostilización y saturación informacional de la era de la información; lo cual no quiere decir que tome partido una vez que a través de diversas posibilidades contingentes sea iluminado de tal o cual “propaganda, malintención y/o desinformación” que atente vitalmente contra él o ella.
Obviamente en esta tipología resalto intencionalmente la fragmentación individualista [vi] a la que estamos sometidos (referida en nota tres del presente texto), para dar pie conceptualmente a los procesos de agregación colectiva o articulación de los diversos actores sociales (bien informado, expertos, ciudadano común) frente a los embates propagandísticos y hacer notar con todo su peso óntico que tales tomas de posición son ético-políticas[vii] y en ellas cada quien articulado con otros sujetos sociales se juegan su identidad frente a los otros sujetos que hacen lo mismo pero con la ventaja propia de la estratificación social.
Con lo expuesto podemos notar que, la propaganda consiste en la acción o efecto de dar a conocer una cosa con el fin de atraer adeptos o compradores; es débil o poco adecuada para que un sociólogo de cuenta de tal fenómeno social. Al no poder acometer el análisis desde dicho predicado, propongo una más dinámico y operativo que se decanta lo desarrollado hasta el momento.
Toda propaganda consiste en difusión de ideas e información con el fin de inducir o intensificar actitudes y acciones específicas. De allí se decantan tres elementos formales de toda propaganda:
a. Estas acciones y actitudes son probabilísticas.
b. Toda propaganda responde a las posibilidades de que otros actores sociales sean seducidos a realizar los actos esperados por quien se publicita. En ello nos es imprescindible la noción de poder Foucault[viii].
c. Toda propaganda posee intenciones ideológicas[ix].
De ellas es la tercera quien concentra la verdadera naturaleza del problema en tratamiento “PORPAGANDA-ERA DE LA INFORMACIÓN”, es decir, el carácter ideológico de la propaganda y sus incidencias desinformacionales.
De lo anterior podemos pues concluir como premisa de trabajo que si tomamos una propaganda “n” (i.e. Invasión USA a Panamá en 1989, las campañas por TLC, el zapartismo en la red, el proceso Bolivariano, el mundial Alemania 2006, la campaña de Oscar Arias, las elecciones estudiantiles por FEUCR, las campañas de Coca Cola, Nike, Adidas, la página de promoción de la carrera de sociología de la UCR, el mito de Paulo Coelho, las campañas contra el dengue, etc.) dada podemos acceder de manera "mediada" a deconstruir la cadena o configuración dinámica a la cual corresponde. Para ello procederemos a determinar al menos: génesis, estructura, función, forma. En este último punto la "forma" es de donde parte el análisis. Toda forma es sedimentación de contenido. Toda forma es intencionalidad que se materializa. Toda forma es una configuración estética del contenido latente. Este contenido responde a una coherencia con su trasfondo ideológico de configuración.
Notas
[i] La desinformación será entendida para los propósitos de este examen, como la estrategia de divulgar noticias a través de la prensa, radio, televisión o cualquiera que sea el medio, con la clara intención de controlar, manipular, dirigir y llevar a confusión a la opinión pública. La desinformación presenta como verdadera, información que puede ser tanto cierta como engañosa. Nos encontramos así falsedades, verdades a medias, y con mentiras.Procedimientos más habituales en la desinformación:La desaparición, allá donde hubo, no hay - supresión u olvido intencionado - La creación o invención de mundos (el de la imagen televisión, gabinetes de prensa...) La transformación por la calificación o descalificación del objeto de referencia.
[ii] Esto nos remite al tema anterior y nos permite reintroducir lo vedado al no asumir el tema de la desinformación y la opinión pública. Que efectivamente tomaremos aquí en cuenta.
[iii] Históricamente fue la Iglesia Católica la primera que empleó el término propaganda, al constituir la “Sacra Congregatio de Propaganda Fide” para combatir la Reforma Protestante entre el siglo XVI y XVII. Sin embargo el fenómeno como tal y bajo diferentes formas (imagen, estatuas, etc.) existía desde los tiempos más lejanos, reyes egipcios, Alejandro Magno, emperadores, Roma.
[iv] Sostengo tres tipos ideales de ciudadanos en la era de la información: ciudadano común, ciudadano bien informado y experto.
[v] Chomsky, N (2000) Cartas de Lexinton; Reflexiones sobre la propaganda. Editorial Siglo XXI. Pág. 18. Dicho texto es una compilación de los artículos de este autor, aparecidos desde 1990 en el periódico de crítica a los medios de comunicación “Lies of Our Times” (mentiras de nuestro tiempo/Times) LOOT=saqueo [esta ultima referencia nos es ya anunciada por Walter Benjamín e sus afamadas Tesis de Filosofía de la Historia de 1940 y su idea de botín]. Donde el mismo Chomsky dice enfáticamente el motivo neural de los textos allí presentados: “el genio de la democracia estadounidense ha consistido en mantener aisladas entre sí a las personas, sin asociaciones u otras modalidades de información e intercambio que pudieran inocularles alguna (temible) sustancia a las estructuras democráticas” (p.9) Regalando el tono metafísico-sustancialista del argumento y el referente “democrático” hemos de advertir que el motivo ético-político de este autor estos textos deviene del proceso desinformacional que acertadamente ubica en la FRAGMENTACION de las formaciones sociales modernas y que es sumo interés para los sociólogos. Respecto a este tema ver: Binder, A (1994) “La sociedad Fragmentada” En Pasos Especial #3. DEI, San José Costa Rica.
[vi] Esta premisa es básica, si se comprende al tener en cuenta que a pesar de la existencia de un proceso creciente y acelerado de individualización que se le impone a los individuos concretos, tal proceso responde a una coherencia sistémica de producción y reproducción de lo que llamamos "sociedad burocrática de consumo dirigido" (H.Lefebvre). Así, la capacidad de un individuo cualquiera dentro de una configuración social para poder sobrellevar el vaciamiento y el miedo no pasa prioritariamente [como el pensamiento doxológico cree, aun cuando se apoye en el discurso científico] por decisiones racionales con arreglo a fines, orientadas acorde a las propias preferencias individuales, sino que ha de pasar por la vía en donde los participantes se reconozcan mutuamente como sujetos en trama social, dependientes unos de otros, responsables de sus congéneres, capaces de asumir la propia y la "extraña" altura de sujeto humano. En fin, que se reconozcan las capacidades de acción y justificación discursiva de los actos. Esto último remite a la capacidad que tendrían los diversos individuos de poder orientar y legitimar responsablemente sus propia biografía en contraste con un "horizonte" de valores humanamente creados, es decir, sociohistóricamente fundados, creando espacios de acompañamiento y reconocimiento
[vii] Ético-político es asumido en su devenir weberiano, que asume estas acciones sociales cargadas de sentido, que involucran todos aquellos mecanismos u estrategias que utilizamos en la vida cotidiana para alcanzar ciertos fines. Son los medios que aplicamos para nuestros objetivos de interés que pueden ser tanto de carácter individual, como colectivo: las instituciones, la familia, la iglesia, etc.
[viii] Para una revisión de mi interpretación de dicho argumento presentado ver: Torres, J. “Foucault y la Jaula de Hierro” En Revista Anotaciones Sociológicas, Año III, Número 5, Junio 2005
[ix] ¿Qué entender por ideología? Ideología en este escrito responde a una dimensión de la sociabilidad fundamental que da cuenta las relaciones sociales y la justificación que se da de las mismas por un colectivo social. Toda ideología nace de la división del trabajo, esta ligada sustantivamente a las estructuras de poder (condición y producto, a la vez). Sus rasgos sobresalientes son: (a) No son arbitrarias, son orgánica e históricamente necesarias, forman el entramado de sentido donde los hombres y mujeres producen y reproducen su quehacer, (b) Poseen una función específica dentro de una configuración social, por un lado ocultan y desplazan las contradicciones sociales y por otro reconstituyen una coherencia discursiva de orientación sobre lo que acontece desde las relaciones sociales, (c) Son articulaciones de conjuntos y subconjuntos de discursos más o menos móviles, más o menos contradictorios, más o menos coherentes; que permanecen opacos a los diversos agentes que hacen uso de ellos, (d) Se materializan o institucionalizan en prácticas más o menos palpables.
Javier Torres Vindas
Sociólogo y linotipista
Tesis a discutir. Comunicación supone la existencia o la posibilidad de una relación de doble sentido entre quien inicialmente envía información y quien la recibe. Comunicarse indica una acción recíproca plenamente activa, un intercambio de algo, de sentimientos o de informaciones a través de signos, gestos, imágenes o palabras. Esta relación de comunicación es más rica que la de información ya que surge esencialmente de las reacciones a cada estímulo o dato proporcionado. Una vez recibido, el receptor se transforma en emisor invirtiendo las posiciones respectivas. La información sería un concepto comparable a una corriente de dirección única, una línea recta que va del sujeto receptor y produce en él determinados efectos[i].
Comunicación e información pertenecen a un proceso más amplio, a saber, el discurso. ¿Qué es el discurso? Es la disertación sobre cualquier tema que involucra una interacción social mediada por la materialidad sígnica apostada en tal proceso y que determina no sólo el contenido sino ante todo la forma del mismo discurso. Todo discurso permanece inserto dinámicamente (aunque su apariencia indique su cristalización) dentro de los entramados de prácticas cotidianas (gestos, trámites institucionales, relaciones cara a cara, trabajo, estudio, desplazamiento por la ciudad, etc.) puesto que tienen la función de recomponer una comprensión dialógica del fondo u "horizonte" parcialmente alterado por la intervención de los diversos actores involucrados. Estas prácticas cotidianas discursivas (textualizaciones) responden en un nivel más profundo a configuraciones (siempre dinámicas) ideológicas, las cuales responden a configuraciones sociales o entramados sociohistóricos específicos en espacio y tiempo; más no por ello desligados de su pasado y irresponsables de su futuro.
Dentro del juego de las relaciones sociales cotidianas todo individuo se encuentra tensionado por Escila y Caribdis: la acción y el discurso. Su acción responde a necesidades de producción y reproducción de sus condiciones materiales de existencia, toma decisiones acordes al espectro de posibilidades presentes. Así mismo, el discurso individual responde a la doble necesidad: verdad y justificación[ii]. Así, la verdad dista mucho de la "aceptabilidad racional" pues siempre ejerce su peso la acción, pero además, la verdad se ve compelida por el circuito de significaciones sociales en competencia.
Lo anterior nos lleva a preguntarnos,¿Cuál es el papel de la propaganda [iii] en la era de la información? Empecemos con un ejemplo de “shock” tomado de Capítulo 6 “Los estudiantes Universitarios” por López Maya, Margarita Protesta y cultura en Venezuela: los marcos de acción colectiva en 1999 (Colección Becas de Investigación) 171 P. Argentina: CLACSO, 2002. Publicaciones de FLACSO 2001-2002, presentación en CD-ROM, que versa:
Por otra parte, también están presentes conceptuaciones de la protesta como un medio del que disponen los estudiantes universitarios para hacerse propaganda. En las protestas hacen públicas sus demandas y sus opiniones, y muchos las consideran herramienta de denuncia, el medio para que el pueblo conozca sus pronunciamientos, su instrumento para crear opinión. Esta idea de la protesta como propaganda la encontramos muy repetida en todos los eventos. Un participante de la protesta contra el FMI, consultado acerca de la planificación de ese evento, dijo: No, no, en realidad yo no tengo ese cronograma, pero, pero, sea cual sea la ruta, lo que queremos principalmente es eso, que la población se entere de, de, de la voz que estamos llevando, y, y de que se unan, pues, de que se unan en contra de, en contra de, de todas estas cosas
Para el ámbito doxológico toda propaganda, con frecuencia, se construye con distorsiones de los hechos y de llamamientos a la pasión y a los prejuicios. De allí que a menudo es considerada como falsa o engañosa. Es decir, propaganda, manipulación y desinformación adquieren una axiología peyorativa.
Antes de irrumpir en el análisis detallado y sociocrítico de la propaganda en la era de la información impugnemos una simple tipología (taxonomía) de la propaganda y su recensión social. Para ello utilizaré tres tipos ideales de ciudadanos frente al fenómeno social que deseamos analizar. [iv]
Para el “ciudadano común” padece la tormenta informacional a la que se ve sometido, la cual no le permite discernir que es propaganda y que no. Su único criterio defensivo, es algún otro sujeto interdiscursivo le informe de tales distorsiones propagandisticas.
Por su parte, para el “ciudadano bien informado” toda propaganda puede ser difundida para o por personas, empresas, minorías étnicas, organizaciones religiosas o políticas y gobiernos a cualquier nivel. Para él o ella, miles de grupos con intereses específicos difunden propaganda: sociedades patrióticas, ligas antialcohol, comités de prevención de accidentes y de seguridad vial, asociaciones que promocionan la conservación del medio ambiente o que defienden los derechos de los animales, sindicatos y cámaras de comercio. Sea cual sea su objetivo, intenta la persuasión a través de los sentimientos o de la razón.
Pero para el criterio de experto la propaganda adquiere otras difuminaciones más finamente acometidas. Así, Noam Chomsky afirma:
“Cuando un Estados Unidos lleva a cabo un acto de agresión su sistema de propaganda es el responsable de justificarlo y de eliminar las verdaderas razones sustituyéndolas por pretextos aceptables”[v]
Es decir, para el ethos cientista social [ciudadano experto] la propaganda es preponderantemente articulada desde los nichos de interés de los poderes instituidos. En categorías sociológicas esto se traduce como procedente desde los grupos de dominancia en los diversos campos de análisis estructurados-estructurantes y los habitus allí operantes (sigo a Bourdieu).
Por su parte, para el ciudadano bien informado [que posee un panorama mayor] la propaganda responde a los actos publicitarios de los diversos actores sociales que a través de los medios a los cuales tienen acceso difunden sus apuestas ético-discursivas.
Finalmente, el ciudadano común, se ve bombardeado de información e impedido por sus propios medios de discernir frente a tales niveles de hostilización y saturación informacional de la era de la información; lo cual no quiere decir que tome partido una vez que a través de diversas posibilidades contingentes sea iluminado de tal o cual “propaganda, malintención y/o desinformación” que atente vitalmente contra él o ella.
Obviamente en esta tipología resalto intencionalmente la fragmentación individualista [vi] a la que estamos sometidos (referida en nota tres del presente texto), para dar pie conceptualmente a los procesos de agregación colectiva o articulación de los diversos actores sociales (bien informado, expertos, ciudadano común) frente a los embates propagandísticos y hacer notar con todo su peso óntico que tales tomas de posición son ético-políticas[vii] y en ellas cada quien articulado con otros sujetos sociales se juegan su identidad frente a los otros sujetos que hacen lo mismo pero con la ventaja propia de la estratificación social.
Con lo expuesto podemos notar que, la propaganda consiste en la acción o efecto de dar a conocer una cosa con el fin de atraer adeptos o compradores; es débil o poco adecuada para que un sociólogo de cuenta de tal fenómeno social. Al no poder acometer el análisis desde dicho predicado, propongo una más dinámico y operativo que se decanta lo desarrollado hasta el momento.
Toda propaganda consiste en difusión de ideas e información con el fin de inducir o intensificar actitudes y acciones específicas. De allí se decantan tres elementos formales de toda propaganda:
a. Estas acciones y actitudes son probabilísticas.
b. Toda propaganda responde a las posibilidades de que otros actores sociales sean seducidos a realizar los actos esperados por quien se publicita. En ello nos es imprescindible la noción de poder Foucault[viii].
c. Toda propaganda posee intenciones ideológicas[ix].
De ellas es la tercera quien concentra la verdadera naturaleza del problema en tratamiento “PORPAGANDA-ERA DE LA INFORMACIÓN”, es decir, el carácter ideológico de la propaganda y sus incidencias desinformacionales.
De lo anterior podemos pues concluir como premisa de trabajo que si tomamos una propaganda “n” (i.e. Invasión USA a Panamá en 1989, las campañas por TLC, el zapartismo en la red, el proceso Bolivariano, el mundial Alemania 2006, la campaña de Oscar Arias, las elecciones estudiantiles por FEUCR, las campañas de Coca Cola, Nike, Adidas, la página de promoción de la carrera de sociología de la UCR, el mito de Paulo Coelho, las campañas contra el dengue, etc.) dada podemos acceder de manera "mediada" a deconstruir la cadena o configuración dinámica a la cual corresponde. Para ello procederemos a determinar al menos: génesis, estructura, función, forma. En este último punto la "forma" es de donde parte el análisis. Toda forma es sedimentación de contenido. Toda forma es intencionalidad que se materializa. Toda forma es una configuración estética del contenido latente. Este contenido responde a una coherencia con su trasfondo ideológico de configuración.
Notas
[i] La desinformación será entendida para los propósitos de este examen, como la estrategia de divulgar noticias a través de la prensa, radio, televisión o cualquiera que sea el medio, con la clara intención de controlar, manipular, dirigir y llevar a confusión a la opinión pública. La desinformación presenta como verdadera, información que puede ser tanto cierta como engañosa. Nos encontramos así falsedades, verdades a medias, y con mentiras.Procedimientos más habituales en la desinformación:La desaparición, allá donde hubo, no hay - supresión u olvido intencionado - La creación o invención de mundos (el de la imagen televisión, gabinetes de prensa...) La transformación por la calificación o descalificación del objeto de referencia.
[ii] Esto nos remite al tema anterior y nos permite reintroducir lo vedado al no asumir el tema de la desinformación y la opinión pública. Que efectivamente tomaremos aquí en cuenta.
[iii] Históricamente fue la Iglesia Católica la primera que empleó el término propaganda, al constituir la “Sacra Congregatio de Propaganda Fide” para combatir la Reforma Protestante entre el siglo XVI y XVII. Sin embargo el fenómeno como tal y bajo diferentes formas (imagen, estatuas, etc.) existía desde los tiempos más lejanos, reyes egipcios, Alejandro Magno, emperadores, Roma.
[iv] Sostengo tres tipos ideales de ciudadanos en la era de la información: ciudadano común, ciudadano bien informado y experto.
[v] Chomsky, N (2000) Cartas de Lexinton; Reflexiones sobre la propaganda. Editorial Siglo XXI. Pág. 18. Dicho texto es una compilación de los artículos de este autor, aparecidos desde 1990 en el periódico de crítica a los medios de comunicación “Lies of Our Times” (mentiras de nuestro tiempo/Times) LOOT=saqueo [esta ultima referencia nos es ya anunciada por Walter Benjamín e sus afamadas Tesis de Filosofía de la Historia de 1940 y su idea de botín]. Donde el mismo Chomsky dice enfáticamente el motivo neural de los textos allí presentados: “el genio de la democracia estadounidense ha consistido en mantener aisladas entre sí a las personas, sin asociaciones u otras modalidades de información e intercambio que pudieran inocularles alguna (temible) sustancia a las estructuras democráticas” (p.9) Regalando el tono metafísico-sustancialista del argumento y el referente “democrático” hemos de advertir que el motivo ético-político de este autor estos textos deviene del proceso desinformacional que acertadamente ubica en la FRAGMENTACION de las formaciones sociales modernas y que es sumo interés para los sociólogos. Respecto a este tema ver: Binder, A (1994) “La sociedad Fragmentada” En Pasos Especial #3. DEI, San José Costa Rica.
[vi] Esta premisa es básica, si se comprende al tener en cuenta que a pesar de la existencia de un proceso creciente y acelerado de individualización que se le impone a los individuos concretos, tal proceso responde a una coherencia sistémica de producción y reproducción de lo que llamamos "sociedad burocrática de consumo dirigido" (H.Lefebvre). Así, la capacidad de un individuo cualquiera dentro de una configuración social para poder sobrellevar el vaciamiento y el miedo no pasa prioritariamente [como el pensamiento doxológico cree, aun cuando se apoye en el discurso científico] por decisiones racionales con arreglo a fines, orientadas acorde a las propias preferencias individuales, sino que ha de pasar por la vía en donde los participantes se reconozcan mutuamente como sujetos en trama social, dependientes unos de otros, responsables de sus congéneres, capaces de asumir la propia y la "extraña" altura de sujeto humano. En fin, que se reconozcan las capacidades de acción y justificación discursiva de los actos. Esto último remite a la capacidad que tendrían los diversos individuos de poder orientar y legitimar responsablemente sus propia biografía en contraste con un "horizonte" de valores humanamente creados, es decir, sociohistóricamente fundados, creando espacios de acompañamiento y reconocimiento
[vii] Ético-político es asumido en su devenir weberiano, que asume estas acciones sociales cargadas de sentido, que involucran todos aquellos mecanismos u estrategias que utilizamos en la vida cotidiana para alcanzar ciertos fines. Son los medios que aplicamos para nuestros objetivos de interés que pueden ser tanto de carácter individual, como colectivo: las instituciones, la familia, la iglesia, etc.
[viii] Para una revisión de mi interpretación de dicho argumento presentado ver: Torres, J. “Foucault y la Jaula de Hierro” En Revista Anotaciones Sociológicas, Año III, Número 5, Junio 2005
[ix] ¿Qué entender por ideología? Ideología en este escrito responde a una dimensión de la sociabilidad fundamental que da cuenta las relaciones sociales y la justificación que se da de las mismas por un colectivo social. Toda ideología nace de la división del trabajo, esta ligada sustantivamente a las estructuras de poder (condición y producto, a la vez). Sus rasgos sobresalientes son: (a) No son arbitrarias, son orgánica e históricamente necesarias, forman el entramado de sentido donde los hombres y mujeres producen y reproducen su quehacer, (b) Poseen una función específica dentro de una configuración social, por un lado ocultan y desplazan las contradicciones sociales y por otro reconstituyen una coherencia discursiva de orientación sobre lo que acontece desde las relaciones sociales, (c) Son articulaciones de conjuntos y subconjuntos de discursos más o menos móviles, más o menos contradictorios, más o menos coherentes; que permanecen opacos a los diversos agentes que hacen uso de ellos, (d) Se materializan o institucionalizan en prácticas más o menos palpables.
Javier Torres Vindas
Sociólogo y linotipista
https://www.alainet.org/fr/node/124461?language=es
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