Quito

En forma hipócrita, la oposición al gobierno de Rafael Correa, viene alertando, desde su inicio, que el nuevo régimen ecuatoriano está siguiendo el camino de Venezuela.

Para irritar y asustar a los ecuatorianos repiten las aseveraciones que hacen los opositores internacionales de Chávez, en cuanto a las supuestas perdidas de libertades individuales y políticas (como la libertad de expresión), sin nunca recordar la cantidad de intentos golpistas que los grupos oligárquicos de ese hermano país han desatado para tratar de derrocar a su régimen, que por 8 oportunidades seguidas, ha sido ratificado soberanamente por el pueblo en las urnas, que, según la cantaleta de los pseudos democráticos, así es como tiene vigencia el sistema.

Varios periodisteros ecuatorianos se dan golpes de pecho, a sí mismos, y a los pechos de los periodisteros venezolanos, arrepentidos porque en el país de la revolución bolivariana, la oposición fue asumida por los medios de comunicación, dado que los partidos políticos habían sido borrados del mapa, en las urnas.

Ahora resulta que una buena cantidad de medios de comunicación ecuatorianos están desplazando a los partidos y movimientos políticos para asumir ellos la oposición al gobierno de Correa.

Hacer oposición desde los medios de comunicación resulta fácil, porque todos los días y a toda hora, ellos machacan y machacan con textos y fotos en la prensa escrita, con sonidos, imágenes y palabras en la radio y televisión, destacando lo que se les antoja en grandes promociones (como la prisión del ciudadano que insultó al Presidente); dando cabida a vídeos con evidencia de haber sido manipulado (sin importarle allí que ese material haya sido grabado clandestinamente); estimulando a los "analistas" (muchos de ellos politiqueros), para que critiquen implacablemente hasta el último suspiro del gobernante.

Los medios ecuatorianos están siguiendo el camino de Venezuela, de la oposición de Venezuela, de los que hoy lloran lágrimas de cocodrilo porque empezaron a perder el control de esa república, a perder los privilegios que habían sido de su disfrute por décadas inmemorables.

Los medios de comunicación ecuatorianos se oponen radicalmente a que Correa siga el camino de Venezuela; pero ellos no tienen empacho alguno es seguir el camino que emprendieron sus pares venezolanos, cuanto asumieron el rol de la oposición.