Sepultan a comandante Ana María en su pueblo natal

12/06/2007
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El pasado domingo fueron sepultados en Santiago de Texacuangos, El Salvador, los restos de la legendaria comandante guerrillera salvadoreña Mélida Anaya Montes, conocida como Ana María, asesinada en Managua en 1983.

A su llegada al país, el domingo pasado, un nutrido grupo mujeres afiliadas a la organización femenina conocida como "Las Mélidas" de todo El Salvador, escoltó sus restos hasta su entierro en su pueblo natal, en el sur del departamento de San Salvador, a unos doce kilómetros de la capital, a orillas del Lago Ilopango.

A solicitud expresa de su familia, el pasado fin de semana fueron exhumados con extrema discreción los restos de Ana María, sepultados en la Plaza que lleva su nombre en el mercado Roberto Huembes de Managua. La tumba había sido abandonada por todos los gobiernos centrales y municipales desde 1990.

Un correo remitido a Radio La Primerísima por la diputada al Parlacen y dirigente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), afirma que "la repatriación de los restos de nuestra querida Comandante Ana María, fue una acción concertada entre la familia, el Movimiento de Mujeres Mélida Anaya Montes (conocido como Las Mélidas) y el FMLN.

"Fue una delegación de Las Mélidas y la familia a exhumar y retirar los restos. La familia nos pidió total privacidad hasta enterrarla en su natal Santiago Texacuangos y que luego podemos hacerle los honores que merece. Así que estamos trabajando ya en una peregrinación a su tumba y demás honores que ella merece", afirma Peña, conocida como la comandante Rebeca.

"Estamos felices de tenerla (a la comandante Ana María) con nosotras y nosotros. No es ningún momento una discrepancia con el actual gobierno sandinista, al contrario estamos muy agradecidas de la cooperación que nos dieron en los trámites y demás asuntos relacionados con su traslado.

Según indicó un portavoz del FMLN, la familia realizó gestiones ante los departamentos de Salud y de la Alcaldía de la capital nicaragüense a los que pidió que la ceremonia fuera realizada en privado.

La diputada del FMLN, Emma Julia Fabián confirmó que los restos de "Ana María" fueron "efectivamente fueron exhumados y traídos al país y fueron sepultados en una ceremonia privada. Es un símbolo de la lucha revolucionaria, de la tenacidad de las mujeres, del espíritu de sacrificio".

Mélida Anaya era maestra y llegó a ocupar cargos de dirección en la guerrilla hasta que fue asesinada de 81 puñaladas y degollada cuando dormía el 6 de abril de 1983 en una casa de la que el FMLN disponía en Managua.
Quién era Ana María

Mélida Anaya mejor conocida por las fuerzas armadas civiles de resistencia de El Salvador como la Comandanta Ana María nació el 17 de mayo de 1929, en Santiago Texacuangos, departamento de San Salvador, en el seno de una familia de muy escasos recursos que con esfuerzos logró que Mélida se graduara como profesora. Tenía una hermana y un hermano. Realizó estudios en la "Escuela Normal España"; y luego en la "Escuela Normal Superior". Posteriormente obtiene el doctorado en Ciencias de la Educación en España.
Desempeñó su labor educativa como maestra de educación media y superior, en distintos centros educativos de Zacatecoluca y San Salvador, y también en la Escuela Normal España y la Universidad Nacional de El Salvador.

En 1965 Mélida y un puñado de maestras y maestors fundaron la Asociación de Nacional de Educadores de El Salvador (ANDES) 21 de junio, donde la oposición a la política de sometimiento guió el actuar de las y los dirigentes que tenía entre sus filas a las y los más destacados educadores de El Salvador. Ya para entonces Mélida se planteaba la necesidad de unir revolucionariamente a Centroamérica y hacerlo aún bajo la lucha clandestina para reivindicar a los pueblos oprimidos por el sistema imperante.

Ella fue electa secretaria general de ANDES en 1968 y condujo las huelgas de los profesores de primaria y secundaria en 1968 y 1971, que crearon un grave problema para el gobierno del coronel Fidel Sanchez Hernandez. Como principal dirigente de ANDES, viajó a lo largo y ancho de El Salvador reivindicando el movimiento magisterial.

En 1970, Mélida, junto con el ex secretario general del Partido Comunista Salvadoreño, Salvador Cayetano Carpio, conocido como Marcial, y dirigentes obreros y universitarios, fundaron la primera organización guerrillera de El Salvador: las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí (FPL). Ella adoptó el seudónimo de Comandante Ana María y se convirtió en la segunda al mando, dentro de la organización.

En 1971 Mélida dirigió a la fuerza magisterial a su segunda gran Huelga para reivindicar los intereses de los educadores y del pueblo. Su poder de convocatoria y la denuncia constante de los atropellos de las fuerzas públicas en contra de la población hicieron de Anaya Montes un blanco seguro de la represión gubernamental.

Hecho que hace pasar a Mélida al trabajo en la clandestinidad con tal de protegerla, pero su lucha no cesa y el magisterio obtiene mejoras salariales, servicio hospitalario, seguro de vida y la ley de la profesión de maestro.

Mélida forjada en la organización de las bases populares participa en la fundación del Bloque Popular de la Revolucionario (BPR) y en las organizaciones campesinas base del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y del Frente Democrático Revolucionario.

Su compromiso social la llevó a ser parte de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), de las que por su capacidad político militar ocupó el cargo de Comandante donde cambió su nombre al de Ana María y se integra a la Dirección Revolucionaria Unificada (DRU) del FMLN donde destaca por el diseño de la táctica y estrategia militar en la guerra popular revolucionaria.

En 1980, la Comandante Ana María se trasladó a Nicaragua, junto con los demás miembros del Comando Central de las FPL.

En 1983 se intensificaron los debates internos sobre la ideología de la organización.

En la madrugada del 6 de Abril de 1983, tres hombres se desplazaban de manera sigilosa por los patios, veredas y predios baldíos aledaños a la Carretera Sur en los alrededores de Managua, la capital nicaragüense, y llegaron a Montefresco, una elegante zona residencial en el kilómetro quince y medio de la Carretera Sur, donde estaba la casa en la cual residía el núcleo dirigente de las FPL, acogidos por el gobierno sandinista.

Los hombres iban vestidos con ropas oscuras, zapatillas, guantes y pasamontañas. Solo los grillos y los ladridos de los perros, rompían la quietud de la calurosa noche. Escurridizos, bordearon muros y terrenos, y penetraron en la espaciosa casa con el número ciento veintiocho.

No tuvieron ningún problema para ingresar. Desde adentro les habían dejado abierto el portón que da al patio y la puerta de entrada a la casa. No se escuchaba ningún ruido. Todo estaba oscuro. En la sala de estar, una mujer les señaló una habitación. Los tres sujetos avanzaron, sin decir palabra.

Abrieron la puerta de la alcoba y alcanzaron a ver a la persona que solitaria dormía en su cama. Era una mujer de 54 años.

Los tres sujetos se hicieron señales. Sacaron de los pequeños bolsos que llevaban terciados navajas y picahielos. Blandieron las cortantes armas en sus puños. Uno de ellos se abalanzó sobre la mujer, le sujetó la cabeza mientras le tapaba la boca, otro la sostuvo por los pies, inmovilizándole las piernas, mientras el tercero, con brutales impulsos de su mano, le hundía una y otra vez un picahielos en el tórax.

La sangre que brotaba de las diminutas pero profundas heridas manchó poco a poco la ropa de dormir de la mujer. Para rematarla un segundo miembro degolló a la mujer con una navaja. La sangre brotó a borbotones. Eran las dos y treinta de la madrugada.

El crimen se llevó a cabo el 6 de abril. La fiscal del caso, la abogada Ninoska Arguello, expresó en su acusación que la muerte de Mélida Anaya Montes "fue provocada por ochenta y un punzadas, siendo degollada posteriormente". La autopsia reveló que había rastros de semen en la víctima, pero se descartó totalmente que los victimarios la hayan violado. Ella tenía su pareja sentimental.

Marcial estaba en Trípoli, Libia, hasta donde fue informado telefónicamente del asesinato de Ana María. El nueve de abril regresó a Managua para asistir a los funerales.

El asesinato provocó una condena internacional por privar de la vida a una mujer comprometida con las causas sociales.

Hasta ese momento la comandancia general del FMLN y el gobierno sandinista acusaron a la Agencia Central de Inteligencia CIA, de haber perpetrado el crimen. El diario norteamericano The New York Times, publicó una foto del sepelio de Ana María, en donde aparece un preocupado Marcial, en medio de los comandantes sandinistas Tomás Borge y Daniel Ortega.

El mismo día de los funerales fue apresado Rogelio Bazzaglia, por agentes del Ministerio del Interior nicaragüense. El 12 de abril los agentes nicaragüenses habían capturado a todos los participantes en el asesinato.

Un día antes, dijo un comunicado del Ministerio del Interior, Bazzaglia declaró que "su acción le había sido orientada por Salvador Cayetano Carpio". Ya en el juicio Bazzaglia se retractó de esta afirmación.

El doce de abril de 1983, Marcial se suicidó en Managua.

https://www.alainet.org/fr/node/121741
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