Un llamado a la unidad continental
- Opinión
El sábado pasado cerró el encuentro donde se colocó la "piedra fundamental" para una unión regional. La Declaración de Cochabamba propone avanzar en políticas públicas comunes respetando los tiempos y la soberanía de cada nación.
Representantes de los 12 países de la Comunidad Sudamericana de Naciones acordaron que la unión regional tendrá como prioridades concretar un nuevo contrato social regional, la superación de las asimetrías para una integración equitativa, la unión energética "para el bienestar de todos" y promover la infraestructura para la interconexión de los pueblos y de la región.
La II Cumbre Sudamericana, realizada en la ciudad boliviana de Cochabamba concluyó el sábado, y en ese marco se colocó la "piedra fundamental" para una unión regional al afirmar la voluntad de sus integrantes de avanzar en la construcción de "un espacio integrado en lo político, social, cultural, económico, financiero, ambiental y en la infraestructura", con un conjunto de principios y valores que reconocen el carácter multiétnico, multicultural y plurilingüe de sus pueblos, según manifiesta la Declaración de Cochabamba.
En la Declaración de Cochabamba, suscrita como corolario de la II Cumbre de Presidentes de la Comunidad Sudamericana de Naciones, se plantea un nuevo modelo de integración para el Siglo XXI.
Al respecto el presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo en forma oficial que en Cochabamba se colocó la piedra fundamental para la unidad latinoamericana y se acordó adoptar un modelo de integración que apunte a retomar el crecimiento enfatizando la distribución de la renta como instrumento de eliminación de la exclusión social y de reducción de la pobreza.
Este nuevo modelo de integración comprende el ámbito comercial y una articulación económica y productiva más amplia, así como nuevas formas de cooperación política, social y cultural, tanto públicas como privadas, como de otras formas de organización de la sociedad civil.
“En un periodo en que nuestros Estados asumen nuevas responsabilidades, la integración regional surge como un elemento indispensable de realización de nuestros proyectos nacionales de desarrollo, posibilitando la cooperación sudamericana a todos los niveles”, se afirma en la Declaración de Cochabamba.
Las premisas para la construcción de la integración sudamericana están basadas en el compromiso democrático, el fortalecimiento del diálogo político, la creación de un espacio de concertación y conciliación, la contribución a la estabilidad regional, la articulación de políticas sociales regionales y la valorización de una identidad cultural sudamericana con participación de actores locales y regionales.
Además se plantea como objetivos la superación de las asimetrías para una integración equitativa y el establecimiento de un nuevo contrato social sudamericano que se exprese en el establecimiento de metas definidas de desarrollo social y en mecanismos sistemáticos de evaluación.
Se busca también una integración energética para el bienestar de todos mediante la articulación de las estrategias y políticas nacionales para un aprovechamiento de los recursos energéticos de la región que sea integral, sostenible, solidario y que reconozca las asimetrías entre los países y regiones.
Por su parte, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez pidió que la integración en Sudamérica retome fuerza y convicción.
“Era hora de sacudir con fuerza esta mesa y que los sacudidores no fueran sólo Chávez y alguien más, sino que sea la mayoría”, afirmó el gobernante venezolano.
A su vez, Chávez criticó la forma de integración que adoptaron las naciones de Sudamérica, que, dijo, suelen suscribir documentos en “toneladas de papeles”, que no se llegan a concretar y sugirió cambiar el nombre de Comunidad Sudamericana de Naciones por “Unasur” (Unión de Naciones Sudamericanas).
“No tiene forma la forma la Comunidad Sudamericana de Naciones, no tiene forma, no tiene estructura... creo que nosotros estamos sufriendo el mal de la impotencia, la impotencia política, necesitamos un viagra político”, subrayó el Dignatario de Estado quien en su sutil estilo impartió clases de táctica y estrategia ante un auditorio conformado por sus colegas del continente.
En el aspecto económico, Chávez Frías, criticó al Mercado Común del Sur (Mercosur), del que dijo que no está acorde a este tiempo ni cubre las necesidades actuales ya que solamente beneficia a una reducida minoría.
Chávez, utilizó la palestra de la Comunidad Sudamericana de Naciones para que tanto el Mercosur como la Comunidad Andina de Naciones, nacieran para beneficiar al comercio de la elite en desmedro de las mayorías.
“Tenemos una burocracia que se resiste; reconozcámoslo, en nuestras cancillerías hay resistencia, en la burocracia de la Comunidad Andina hay burocracia”, sostuvo coincidiendo con “Lula” Da Silva quien dijo que si no se derrota a la burocracia, no habrá integración.
A los presidentes invitados al evento, Chávez les dijo que no sigan arrastrando un carro de muerte y que vean decididamente el cambio de los procesos históricos en la región.
“Hay un parto delante de nuestros ojos, veámoslo”, dijo Chávez al resaltar la crisis histórica que vive América Latina. “Algo esta muriendo y no termina de morir, algo esta naciendo y no termina de nacer. Lo que tenemos que hacer es enterrar lo que tiene que morir y parir pujando bastante lo que tiene que nacer”, subrayó.
Cuando le tocó el turno, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, habló de la unidad de América Latina y de la región, sin dejar de lado la “cuota” de responsabilidad de los medios de comunicación, que en algunos casos, dijo, tratan de crear discrepancias antes que la unidad de los pueblos.
“Pero veamos qué pasó en América Latina”, dijo Lula y resaltó los tiempos de cambio que vive la región, que se expresa en el advenimiento de Hugo Chávez como Presidente de Venezuela y sostener que pese al golpe de Estado de la oligarquía de ese país, se impuso el cambio.
“Luego fue Brasil”, dijo y testimonio su propia realidad que dejó atrás a gobiernos que cumplían a pie juntillas el modelo de sometimiento e imposición desde el país del norte. Posteriormente recordó el cambio que respaldó la Argentina con la elección de Néstor Kirchner.
Lula fue recordando al staff de nuevos mandatarios que hoy conducen América Latina resaltando la popularidad y el significado histórico del Presidente indígena Evo Morales, anfitrión de la II Comunidad Sudamericana de Naciones.
“Hacemos todo para lamentar que no estamos haciendo todo lo que deberíamos hacer”, subrayó el presidente visitante y lamentó la ausencia de algunos de sus colegas que no pudieron asistir a la ciudad de Cochabamba a sumarse al cambio que se gesta en la región.
“No tenemos salida si no hacemos la integración”, subrayó el presidente Lula y regañó la actitud de algunos de sus colegas que declinan de participar de este tipo de reuniones creyendo que éstas son infructuosas y se reprochó así mismo porque en algún momento toma este criterio.
“Considero normal que llevemos estas reflexiones sobre lo que hemos hecho hasta ahora y lo que deseamos hacer en el futuro; establezcamos y definamos temas”, recomendó el presidente brasileño para facilitar el crecimiento de los países.
De ese modo, la II Cumbre Sudamericana de Naciones concluyó con el compromiso de continuar el proceso de integración bajo nuevos moldes y de acuerdo con la marcha que están marcando los movimientos sociales.
Una primera evaluación de quienes siguieron los procesos que tuvieron lugar en Cochabamba, del 6 al 9 de diciembre, es que los pueblos han avanzado más aceleradamente que los gobiernos Los movimientos sociales cuestionan y rechazan con claridad los tratados de libre comercio (TLC) y el modelo neoliberal en contraste con algunos mandatarios que no aún no ven otra carta para sus economías.
Aún existen visiones discordantes en ciertos gobiernos que apuestan a los tratados de libre comercio lo que ha impedido que se den avances más acelerados, sin embargo se ha dado pasos importantes, dijo Graciela Rodríguez delegada de los movimientos sociales del Brasil, quien participó en la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos.
Por su parte, el presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, anunció que en su país se impulsará un proceso constituyente similar al que se produce en Bolivia para lo que se efectuará una consulta popular.
Sostuvo que es previsible que, como ocurre en Bolivia, algunos sectores se opondrán a este proceso y tratarán a toda costa de evitar perder los privilegios que detentaron durante tantos años y pelearán para impedir que el cambio avance.
“Aquellas mafias van a pelear, van a oponerse como es natural, pero la labor de un estadista es luchar para lograr el objetivo, existe una amplia mayoría que respalda el cambio y no se debe retroceder ni un centímetro” dijo.
“En todo cambio hay fricciones, hay que minimizar esos problemas”, sostuvo, refiriéndose la caso boliviano y el proceso que se encarará próximamente en su país.
Dijo por tanto que la Constituyente es el camino que elegirán los pueblos que quieren impulsar cambios en democracia y en paz y pidió que los grupos de poder político y económico comprendan que ese es el mejor camino y la mejor opción ante la perspectiva de un cambio violento.
Rafael Correa anuncio que realizara viajes a diferentes países de Sudamérica en este mes de diciembre con la intención de intercambiar criterios acerca de temas comunes, Brasil, Chile, son los países que están en la agenda de visitas del presidente electo del Ecuador.
En lo que respecta a la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos, denominada Taipy Jenecherú, ante un marco imponente de gente, que llenó el estadio Félix Capriles de la ciudad de Cochabamba, se cerró el evento en el que los representantes indígenas y de sectores populares e intelectuales progresistas rechazaron el libre comercio y la militarización, y se solidarizaron con el proceso de cambio que lleva adelante el gobierno del presidente Evo Morales.
Blanca Chancoso, indígena del Ecuador, con energía se dirigió a los mandatarios que asistieron a este evento para pedirles que estas resoluciones no queden en el papel.
“No queremos que estas conclusiones se queden en el escrito, confiamos en que ustedes trabajen para que las vidas de los pueblos sean respetadas, soplan nuevos vientos para quienes estamos sometidos desde hace 514 años”, señaló la dirigente originaria.
Asimismo, la indígena ecuatoriana condenó la posición de los grupos de derecha que quieren por todos los medios hacer fracasar la Asamblea Constituyente y expresaron todo su apoyo al gobierno del presidente Evo Morales. Afirmaron que estarán vigilantes ante los movimientos de la oligarquía que pretenden recuperar el poder.
El acto contó con la presencia de los presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Hugo Chávez, de Venezuela; del electo presidente de Nicaragua, Daniel Ortega; del vicepresidente argentino, Osvaldo Scioli, además de cancilleres, ministros del Estado boliviano y el alcalde de Cochabamba, Gonzalo Terceros.
Todos ellos, junto a las organizaciones sociales, se comprometieron a hacer posible la integración de los pueblos sudamericanos.
http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=2604
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