Proyectos para el año nuevo

12/01/2006
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Como lo señalamos en articulos anteriores, los proyectos para 2006 están marcados por un intenso optimismo. Y con razón. Este año será caracterizado por una alta tasa de crecimiento de la economia mundial. Sobretodo ahora que los hechiceros que dirigen la macro economía desde los bancos centrales se ven obligados a reconocer algo que señalamos hace un buen tiempo. Vivimos aún en una coyuntura económica marcada mucho más por la deflación que por la inflación. Las políticas recesivas antiinflacionarias que el FMI y los economistas de los bancos centrales defienden con uñas y dientes no tienen ningún sentido en este contexto. Particularmente irresponsables son las políticas de elevación de la tasa de interés. Este es en realidada el único factor inflacionario en esta coyuntura. Al contrario de lo que pretenden sus defensores, el aumento de la tasa de interés implica el aumento del déficit público, así como de los costos de producción. En consecuentia son un fuerte factor de presión por el aumento de la tasa de inflación en una coyuntura deflacionaria. El hecho que el FED detenga el aumento de la tasa de interés provocará nuevas inversiones en las bolsas de Estados Unidos y nuevas presiones por el cambio tecnológico y la baja del valor de los productos y procesos que es la consecuencia inmediata de la incorporación masiva de estos cambios. Asímismo el precio de los productos y procesos tenderá a caer cada vez más. En este contexto, las empresas transnacionales se verán en la necesidad de expandir los mercados mundiales y de defender, en consecuencia, políticas de crecimiento en general. Se crea así el clima adecuado para experiencias económicas positivas. Se establece un clima virtuoso en la coyuntura internacional cuanto más audaces sean los liderazgos políticos en el rompimiento con los principios neoliberales y los llamados “conservadores”. Se puede pensar en las consecuencias de este clima moral e intelectual. La gente en todas las partes se verá estimulada a pensar en alternativas, en posbilidades de transformación. Este cambio de psicología colectiva se puede percibir por ejemplo en China. El clima de transformación radical de la economía y de la sociedad ha desarrollado en los jóvenes chinos una actitud de confianza en su capacidad de transformar la realidad. Aún porque las altas tasas decrecimiento implican en posibilidades reales de procucir hechos constructivos. He conocido este clima transformista y voluntarista en los años de crecimiento de la pósguera en Brasil, particularmente en los 5 años de crecimiento acelerado que fueron comandados por Juscelino Kubistcheck. En Brasil, la televisión más poderosa, la TV Globo inició una serie teledramática sobre JK. Es interesante notar que el diario O Globo fue un enemigo a muerte de Juscelino Kubistcheck, contra el cual conspiró el FMI, para detener sus “aventuras” consideradas irresponsables. Sin embargo, el equipo diigente actual, hijos de los antiguos directores del grupo Globo, no pueden escapar del nuevo clima itelectual y enmotivo que gana la opinión pública mundial. Si alguién duda de este clima intelectual que valoriza la voluntad transformadora, debe mirar la película china “El Héroe”. Esta película es una elegía al espíritu colectivo bajo el comando del líder auténtico. Sus imágenes consagran los grandes movimientos colectivos y demuestran al final su triunfo sobre la sabiduría, la agilidad y la habilidad de los indivíduos aún cuando son claramente excepcionales. Todo es permitido en las coyunturas de auge económico prolongado como ocurre normalmente en las fases a de los ciclos largos de Kondratiev. Según mis estudios hemos entrado en una fase de este tipo desde 1994. Como ya lo hemos demotrado también, las economías dependientes tienden a entrar en estos ciclos con un retrazo de 5 a 8 años.Pero el caso de China indica que hay una posibilidad de auges económicos mucho más amplios cuando el capitalismo de Estado ya alcanzó un desarrollo muy grande. Fue lo que aconteció con la Unión Soviética que logó mantener altos índices de crecimiento incluso durante el período de la crisis de 1929, cuando todo el mundo se arruinaba a su lado. Durante los difíciles años de 1970-94, el Japón consiguió mantener una alta tasa de crecimiento y mantener una economía de pleno empleo debido al poder de su capitalismo de Estado. Es hora, por lo tanto, de grandes revisiones del pensamiento teórico económico. Es hora de cambiar drásticamente los cuadros conductores de las políticas económicas en los países donde no hay crecimiento y buscar aprovechar al máximo esta coyuntura favorable. No nos engañemos, sin embargo, una nueva fase de crecimiento mundial planteará graves problemas sociales, ambientales y humanos en general. La humanidad debe prepararse también para una amplia revisión de sus valores fundamentales.
https://www.alainet.org/fr/node/114372?language=en
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