A las hermanas y hermanos de toda Gran Bretaña: Con inmenso dolor y profunda indignación he conocido las noticias sobre los criminales atentados perpetrados la mañana de este jueves en Londres, en contra de centenares de personas inocentes. Expreso mi más absoluta condena en contra de los autores materiales e intelectuales de estos atentados que lastiman profundamente a la humanidad y quienes merecen el repudio unánime. Estos actos ofenden los principios más elementales de la dignidad humana. Ninguna causa ideológica ni objetivo político o de cualquier otra naturaleza pueden justificar la utilización de esos métodos criminales y execrables. Los autores de estos terribles bombazos no buscaban solamente llenar de violencia la capital inglesa, sino también llamar la atención del mundo entero, pues estos hechos condenables ocurren un día después de que Londres fuera elegida para organizar los Juegos Olímpicos de 2012. A las víctimas, a los supervivientes, a los familiares de los afectados, a los habitantes de Londres y de Gran Bretaña, quiero decirles, de todo corazón, que me uno a su dolor y a su luto. Nosotros, quienes también somos supervivientes de la violencia y hemos sufrido en carne propia la muerte de nuestros seres más queridos, entendemos la magnitud de la tragedia que ustedes sufren en estos momentos. Conocemos también la profundidad de las imborrables heridas que dejan en la memoria y el corazón estos crímenes atroces y abominables cometidos por los enemigos del género humano. Desde el corazón del Pueblo Maya, pido al Creador y al Formador que conforte a las víctimas de estos bombazos, les alivie en su dolor y brinde compañía al pueblo londinense. Ciudad de Guatemala, a 7 de julio de 2005 Rigoberta Menchú Tum
Premio Nobel de la Paz