XXXV Congreso Mundial de la FIDH
Resolución sobre defensores de derechos humanos en Colombia
07/03/2004
- Opinión
La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) reunida en el
Congreso de Quito, del 1 al 8 de marzo de 2004, expresa su extrema
preocupación acerca de la situación de los defensores de derechos
humanos y del Derecho Internacional Humanitario (DIH) en Colombia.
La estigmatización y la criminalización de los defensores de
derechos humanos en Colombia, en el contexto reciente, reviste
nuevas formas, y continua siendo la más grave de toda América latina
y una de las más graves de todo el mundo,
En primer lugar, los defensores de derechos humanos son asimilados a
grupos terroristas cada vez de manera más sistemática, incluso por
afirmaciones del propio presidente de la República de Colombia,
Alvaro Uribe Velez, considerando en particular las recientes
declaraciones del presidente en la que se cuestionaba el trabajo del
Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo durante una sesión
plenaria del Parlamento europeo de Estrasburgo,
En segundo lugar, las detenciones arbitrarias masivas de defensores
de derechos humanos se han incrementado de manera alarmante durante
el transcurso de 2003 y en particular tras la llegada al poder del
gobierno actual, y considerando que estas detenciones afectas a
defensores de derechos humanos de reconocido prestigio, como es el
caso de la detención, el 18 de Febrero de 2004 de Luz Perly Córdoba,
responsable de derechos humanos y secretaria general de la
Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria FENSUAGRO-CUT y
presidente de la Asociación Campesina de Arauca, detenida el 18 de
Febrero de 2004,
Teniendo en cuenta que más allá de estas nuevas tendencias persisten
violaciones sistemáticas de los derechos de los defensores de
derechos humanos en Colombia, incluyendo a sindicalistas, líderes
sociales, estudiantiles, indígenas y campesinos, con el fin de
obstaculizar e impedir el trabajo por la defensa de los derechos
humanos y teniendo en cuenta en particular la actitud inaceptable
por parte del gobierno de Colombia, expresada claramente por las
mencionadas declaraciones realizadas en septiembre de 2003 por el
Presidente de le República , en la que acusaba a los defensores de
derechos humanos de « politiqueros », « traficantes de derechos
humanos » y « defensores del terrorismo », y considerando que las
detenciones arbitrárias de un gran número de defensores de derechos
humanos y de dirigentes campesinos y sociales en las regiones son
posibles mediante una acción judicial de criminalización apoyada por
el Fiscal General de la Nación,
Considerando que el Buró Internacional de la FIDH se vio obligado a
transferir la sede del Congreso de Bogotá a Quito, por que en
Colombia no se reunían las condiciones políticas y de seguridad
necesarias para la realización de este Congreso, y reafirmando que
Albaro Uribe Velez, presidente de la República de Colombia, es el
único responsable de esta situación, en particular por sus discursos
inaceptables en lo que se refiere a los defensores de derechos
humanos y a su negativa de responder los correos de la FIDH en un
plazo razonable,
Teniendo en cuenta la situación particularmente precaria de los
pueblos indígenas y afro-colombianos y de sus líderes en el marco
del conflicto armado, lo que en muchos casos constituye una
verdadera amenaza para la supervivencia de estos grupos y recordando
el incumplimiento prolongado de los mandatos constitucionales en lo
que respecta a estos grupos,
Considerando la persistencia de altísimos índices de impunidad en lo
que respecta a las violaciones de los derechos de defensores de
derechos humanos y considerando las recientes reformas legislativas
que dificultan la obtención de justicia, en particular el Acto
legislativo N° 3 de 19 de diciembre de 2002 acerca de la reforma de
la Fiscalía y considerando también la propuesta de 'alternatividad
penal', destinada a favorecer con la excarcelación a responsables de
crímenes de lesa humanidad integrantes de grupos al margen de la
ley, ya se trate de grupos guerrilleros o de los grupos
paramilitares,
Teniendo en cuenta igualmente la ratificación por parte de la
República de Colombia en agosto de 2002 del Estatuto de la Corte
Penal Internacional, con la reserva del artículo 124 que implica el
no juzgamiento de los crímenes de guerra durante un período de 7
años,
Considerando la ausencia de una verdadera política de paz por parte
del gobierno de Colombia, que tome en cuenta las causas
estructurales de la violencia,
Expresa su más firme solidaridad con los defensores de derechos
humanos colombianos y reconoce la importancia vital de su trabajo
para la defensa de los derechos humanos y expresa su más extrema
preocupación por la ausencia de garantías para la realización de su
trabajo en Colombia,
Exhorta al gobierno de Colombia a expresar en el más breve plazo el
reconocimiento del trabajo de los defensores de derechos humanos en
Colombia y a rechazar firmemente cualquier tipo de amalgama entre
defensores de derechos humanos y grupos terroristas, o cualquier
tipo de distinción arbitrária entre diferentes categorias de
defensores de derechos humanos. Asimismo, se urge al gobierno de
Colombia a adoptar todas las medidas oportunas para garantizar la
integridad física y psicológica de los defensores de derechos
humanos,
Exhorta al gobierno de Colombia a cumplir en el más breve plazo la
integralidad de las recomendaciones de los organismos
internacionales y regionales de protección de los derechos humanos,
Urge al gobierno colombiano a que adopte todas las medidas oportunas
para que se depure a la Fuerza Pública colombiana de todos los que
por acción u omisión patrocinan o han patrocinado el paramilitarismo
en Colombia.
Condena firmemente los esfuerzos del gobierno de Colombia por
implementar medidas que permiten la impunidad de responsables de
graves violaciones de derechos humanos. Urge al gobierno de Colombia
a modificar radicalmente su política en materia de administración de
la justicia y a realizar las reformas necesarias con el objetivo de
garantizar el procesamiento de responsables de violaciones de
derechos humanos,
Exhorta al gobierno de Colombia a levantar las restricciones a la
competencia de la CPI, de manera a que los crímenes de guerra que no
se sancionan de hecho en Colombia, puedan ser allí investigados y
juzgados sus responsables.
Llama a la Comunidad Internacional a condenar firmemente y sin
reservas en todas las instancias internacionales y regionales, la
actitud del gobierno de Colombia en materia de derechos humanos, y
aplicar medidas de condicionalidad económica y diplomática, con el
objeto de garantizar que el gobierno colombiano cumpla con sus
obligaciones internacionales en materia de derechos humanos,
Anuncia que esta resolución será entregada personalmente por el
presidente electo de la FIDH al gobierno de Colombia, así como a
todos los organismos de defensa de los derechos humanos pertinentes.
https://www.alainet.org/fr/node/109552?language=es
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