Caracas.- Tras un debate de cuatro días, delegados/as indígenas y campesinos/as de América Latina reunidos en Caracas, concluyeron que en Latinoamérica soplan vientos de cambio marcados por un incremento de las luchas y las resistencias, y la construcción de nuevas alternativas distintas a las planteadas por los centros de poder mundial.

Unos 3000 delegados/as participaron en el I Encuentro Internacional de la Resistencia y la Solidaridad de los Pueblos Indígenas y Campesinos ( 11 al 15 de octubre de 2003) convocado por Vía Campesina, la Coordinadora de Organizaciones del Campo del Campo (CLOC), la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), el Movimiento Sin Tierra del Brasil (MST), la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, el Consejo Nacional Indio de Venezuela (CONIVE) y la Coordinadora Nacional Ezequiel Zamora.

Declaración final: http://movimientos.org/show_text.php3?key=2153

El presidente Hugo Chávez intervino en la inauguración del evento y mantuvo un almuerzo con los/as delegados/as internacionales, reiterando el apoyo a sus demandas.

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Pese a las dificultades que atraviesa la revolución bolivariana, Chávez dijo que hay razones para sentirse optimista y que el proceso seguirá avanzando contra viento y marea. Señaló que en la campaña de alfabetización –denominada Operación Robinson- en los últimos tres meses se han incorporado 300.000 personas y que la meta del programa es alfabetizar 1 millón de personas hasta fines de año. Los programas de salud - que se llaman Misión Barrio Adentro- continúan pese a la oposición de ciertos sectores, proporcionando a la población pobre servicios médicos y medicinas a cualquier hora y gratis. De la misma forma, avanza el proceso de reforma agraria la cual no solo contempla la entrega de tierras sino de crédito, maquinaria y servicios básicos, acotó.

El Encuentro coincidió con la conmemoración del 12 de octubre como el "Día de la Resistencia Indígena", según un decreto emitido por el presidente Chávez el año pasado con el que se derogaba la "celebración del día la Raza". Con esta disposición, el gobierno recogió uno de los planteamientos fundamentales de los movimientos sociales que se movilizaron en 1992 al cumplirse los 500 años de la llegada de Cristóbal Colón a lo que hoy es América.

Los/as delegados/as internacionales así como los venezolanos/as se congregaron en el Panteón Nacional de Caracas para rendir un homenaje al libertador Simón Bolívar, el héroe indígena Huaycapuro, y al zambo José Leonardo Chirino que en el siglo XVIII encabezó la resistencia a la Corona española.

En este evento se dieron los primeros pasos para un acuerdo entre los campesinos y los pueblos indígenas de América Latina en torno a ejes comunes como la lucha por la tierra y los territorios y la oposición a las políticas neoliberales y librecambistas que han tenido efectos funestos para los pequeños y trabajadores pobres del campo.

En esta primera iniciativa, que deberá ser profundizado y ampliado en el futuro, participan importantes movimientos y organizaciones como CLOC /Vía Campesina, la COICA, el MST de Brasil, la CONAIE de Ecuador.

Este Encuentro se enmarcó en el intento de los movimientos campesinos e indígenas de buscar aliados entre los gobiernos que se oponen a las políticas neoliberales y en particular a los proyectos de libre comercio y militaristas de las élites imperiales de Estados Unidos, y promueven la soberanía y la integración latinoamericana, como el de Hugo Chávez. Estos, además, ven con expectativa los procesos de reforma agraria impulsados por la "revolución bolivariana", los cuales contemplan no-solo el reparto de tierra sino programas e inversiones sociales en alfabetización, salud, créditos y entrega de maquinaria.

Con respecto a los pueblos indígenas, el gobierno ha reconocido sus derechos colectivos en la Constitución y ha impulsado la demarcación de sus territorios. Justamente, durante la realización de este Encuentro, el presidente Chávez, anunció la Misión Guaicaipuro que consiste en un proyecto para "restituir todos los derechos y elevar la calidad de vida de los pueblos y calidad de vida de los pueblos indígenas".

Las políticas agrarias, sin embargo, según lo reconoció el presidente Chávez, no han avanzado con celeridad siendo necesario darles un nuevo impulso en especial en lo que respecta a la demarcación de los territorios indígenas.

 Uno de los temas de mayor atención en este Encuentro, que prácticamente fue ignorado por la gran prensa empresarial, fue la amenaza que representan para los campesinos y pueblos indígenas los acuerdos de libre comercio (impulsados desde la OMC, el ALCA y los pactos subregionales y bilaterales) que benefician al capital transnacional y de un modelo agrícola transnacional que agrede al medio ambiente, promueve la monopolización de las semillas, la producción y comercialización de transgénicos, la apropiación de los conocimientos tradicionales indígenas, la comida basura, etc.

 En particular frente al ALCA, se comenzó a discutir la propuesta formulada inicialmente por el presidente Chávez denominada Alternativa Bolivariana para América Latina y El Caribe (ALBA), como un espacio de integración latinoamericano alternativo al ALCA. http://movimientos.org/show_text.php3?key=2104

La reforma agraria, fue igualmente, debatida, señalándose que ésta es uno de los principales instrumentos para combatir la pobreza. Al respecto, se dijo que hace falta una participación directa del Estado no solo en el reparto de las tierras ociosas sino en los planes de atención integral al campesino.

En el Encuentro se constató que se ha recrudecido la violencia estatal - como en el reciente caso de Bolivia- y paramilitar contra líderes indígenas y campesinos que luchan por la reforma agraria y la defensa de sus territorios, sobre todo, en Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Brasil, Chile y Venezuela. En estos países, ha habido asesinatos, encarcelamiento y persecución, por lo que se demandó la intervención de la comunidad internacional y de Amnistía Internacional para lograr que se investigue y se castigue a los culpables. http://movimientos.org/show_text.php3?key=2128

Así mismo, se pidió indemnización y atención especial para los familiares de las víctimas. Se demandó también la liberación de los campesinos e indígenas presos, entre ellos los presos mapuches en Chile, el indígena de Estados Unidos Leonard Peltier, encarcelado desde hace 28 años, los dirigentes campesinos Francisco Cortés (colombiano) y de los bolivianos Carmelo Peñaranda y Claudio Ramírez, detenidos desde hace más de 6 meses en Bolivia, acusados de supuestos delitos terrorismo, y los cinco cubanos detenidos en Estados Unidos acusados de espionaje.

Con relación a los pueblos indígenas, se demandó que las políticas de los gobiernos y de las organizaciones multilaterales sean desarrolladas con la participación de las legítimas organizaciones de los pueblos indígenas, que los gobiernos que aún no lo ha hecho aprueben el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que se respeten los conocimientos tradicionales y que las transnacionales dejen de patentarlos únicamente para satisfacer sus intereses mercantiles.

El Encuentro analizó la situación de las mujeres y de la juventud rural insistiendo sobre la necesidad de impulsar la equidad, la participación, el acceso a la tierra y al empleo.

Los asistentes al evento adoptaron una resolución condenando las recientes masacres cometidas en Bolivia y exigiendo castigo ejemplar para los responsables. Se solidarizaron con Cuba, que sufre un injusto bloqueo desde hace 40 años, con la Revolución Bolivariana, con el pueblo de Guatemala y en particular con Rigoberta Menchú Tum, premio Nobel de la Paz, recientemente agredida por seguidores del ex dictador Efraín Ríos Mont.

 El evento, por último, decidió convocar a una movilización continental "por la vida" para el 21 de octubre con el propósito de parar los asesinatos y en solidaridad con Bolivia y todos los pueblos en resistencia.