11/S: Dos años después

11/09/2003
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Las fechas son una buena oportunidad para generar reflexiones, aún cuando los fenómenos referidos nos afecten diariamente. Este es el caso de los dramáticos eventos del 11 de septiembre del 2001, cuando asistimos los más audaces actos de terrorismo jamás realizados. Fue algo realmente espectacular asistir en vivo por la televisión la entrada de los aviones en el World Trade Center y en el Pentágono mientras, al mismo tiempo, estaba la ansiedad provocada por las noticias de que un nuevo avión se dirigía hacia la Casa Blanca. Cuantos blancos faltaban aún? Quienes atacaban, desde donde? Era el caos. El centro del poder imperial mundial asitía impotente el ataque de los bárbaros sobre la Roma contemporánea. Muchas horas después empezaron a llegar las explicaciones, las justificaciones, las declaraciones tranquilazadoras o las amenazas de retaliación. "Quienes no están con nosotros están en contra de nosotros", fue la amenaza que profirió George W.Bush que salía de la condición de desmoralización revelada por los bajos índices de apoyo en las encuestas hacia los más altos índices de aprobación, convertido que fuera en el comandante militar de la nación amenazada por el "terrorismo internacional". Hasta New York, el símbolo del caos liberal para los conservadores norteamericanos, se aliaba a la Cruzada en contra del terror musulmano o islámico a pesar de que Bush tuvo que retirar en seguida esta expresión infeliz que invocaba las carnicerías realizadas por los bárbaros cristianos de la Edad Media en el Oriente Medio en pleno apogeo científico y cultural de los pueblos árabes. Después de dos años de acciones indiscriminadas dirigidas en contra de la "amenaza del terror mundial" podemos hacer un balance de esta Cruzada. La primera conclusión a que podemos llegar es de que no hubo una victoria ni completa ni mismo parcial en contra de la referida amenaza. Los servicios de inteligencia norteamericanos acaban de informar que la amenaza de acciones terroristas son, en los días actuales, más peligrosas y más fuertes que hace dos años. Esto es un fracaso total. Sin embargo, este resultado es bastante lógico. En realidad no se puede destruir un movimiento terrorista internacional organizado bajo la forma de redes que operan en las varias regiones del mundo haciendo unas guerras localizadas en contra de algunos países que estaban solo marginalmente involucrados en esta red. Se trató de matar una mosca com un cañón , sin saber mismo donde estaba la mosca. Esto es aún ás grave cuando todos los datos demuestran que los recursos humanos y financieros de la red no se encuentran maoritariamente en las zonas escogidas para la acción militar. Todo indica que se trataba de buscar blancos fáciles y no verdaderos centros de acción enemiga. Todos los datos demuestran que la principal fuente de recursos financieros y humanos que organizaron los actos del 11 de septiembre y de la organización Al Qaeda a quien se atribueye la organizacion de los mismos están en Saudi Arabia. Este país no há recebido ninguna amenaza o mismo admonestación en funcción de estos datos. Por el contrario, el príncipe heredero, que ya manifestó varias veces sus restricciones a los Estados Unidos, ha sido tratado con especial atención aún cuando su país se definió como neutral delante de la segunda guerra en contra del pueblo Iraquí que restringió icluso el uso de sus bases militares. Lo mismo podemos decir en el aspecto financiero. No hubo ninguna intervención sobre las cuentas de ciudadanos saudiarabes, ni mismo sobre las cuentas de la familia de Bin Laden que tiene, por sinal, vínculos históricos con la familia Bush. Nadie se atrevió, en todo el gobierno norteamericano, a criticar la convicciones fundamentalistas islámicas que fundamentan el Estado en Saudi Arabia, una monarquía religiosa sectaria entregada a una familia imperial impuesta por los colonizadores y las 7 grandes empresas petrolíferas que siempre dominaron la región. ¿Como podría pues tener algún efecto sobre Al Qaeda y otras organizaciones terroristas las acciones militares realizadas por el Pentágono después del 11 de septiembre? Es evidente que se estuvo aprovechando el impacto patriótico generado por los atentados terroristas sobre la población norteamericana para justificar guerras ya programadas con objetivos totalmente diferentes. El régimen taliban fue puesto en el poder en el Afganistán por la inteligencia norteamericana y sabemos que sin su apoyo no podría sobrevivir. Aún así tuvieron que deslanchar una guerra en contra de los antiguos aliados que terminó conducida por los antiguos enemigos de la Alianza del Norte, aliados a la URSS en el pasado y que mantienen aún fuertes vínculos con el gobierno ruso. Ellos moderaron sus posiciones y se aliaron a una monarquía totalmente atrasada banida del país por todo el pueblo. Toda la devastación realizada en el longíncuo Afganistán, presentada en la televisión como una "guerra limpia" por la libertad y contra el terrorismo, no significa nada para detener el terrorismo, ni mismo para ocupar el país o para mudar sustancialmente su orientación política general. El único cambio significativo para el país, además de la destrucción generalizada de su infraestructura, ha sido retomar de la producción de la droga, banida por los Talibans. Y todos los sabemos que la droga es una de las fuentes principales de financiamiento del terrorismo internacional. Lo mismo podemos decir de Iraq. Todos sabemos que Saddan Hussein es un enemigo a muerte de Bin Laden y que su gobierno se opone radicalmente al fundamentalismo religioso contra el cual combatió, con la ayuda norteamericana, en Irán. Dentro del Iraq, el partido Baath, socialista árabe pero laico, buscó restringir el poder de los xiitas fundamentalistas. Saddan era sunita y gobernaba un país de mayoría xiita y no tenía una oposición activa. Es pues evidente que una guerra en contra del Iraq no afectaría en nada las organizaciones terroristas antiamericanas como de hecho ha ocurrido. Lo más notable de esta historia es el hecho de que sus personajes más importantes sena ex-agentes de la CIA. Tanto Saddan como Bin Laden ocuparon un rol fundamental en las acciones de la inteligencia norteamericana en la región. En nuestro días se han transformado en enemigos públicos número uno del gobierno norteamericano al cual sirvieron tan diligentemente. Y nunca han sido ubicados, presos u muertos. ¿pero la CIA no conoce los detalles de la vida de dos ex- agentes tan prominentes? ¿No dispone de medios de localizarlos? ¿No tiene influencia sobre el personal que los cerca, ni ofreciendo fortunas por sus cabezas, tal como lo hacían las autoridades del viejo oeste norteamericano? Todos los datos que hemos expuesto son conocidos de los servicios de inteligencia norteamericano. Queda la pregunta del por que no se actúa sobre los verdaderos puntos frágiles del adversario. Porque no se logra capturarlos. Por que no tienen acceso a sus cuentas bancarias y a sus aliados financieros. Por que se insiste en buscarlos donde no están exponiéndose al vejamen internacional. Tenemos una hipótesis: ellos son archivos vivos importantes. ¿Esta no será una razón que dificulta su captura? Ellos solo interesan muertos y esto es más difícil de conseguir pues involucra una acción militar que amenaza todos los que lo rodean, como se vio en el caso del asesinato de los hijos de Saddan. Lo que queda claro es que el camino seguido por George W. Bush no persigue realmente el fin del terrorismo. Parece que visa dar continuidad al clima de terror que pone el pueblo norteamericano a la merced de la ultra-derecha. Trátese de incompetencia o de estrategia política maliciosa, poco a poco la población norteamericana siente su efecto negativo. De manera más rápida, el resto del mundo ya percibió las inconsistencias de este proceso. Esta estrategia pone en riesgo la posición de los EE. UU. en el concierto de las naciones. Al mismo tiempo exige un financiamiento colosal que ha hecho retomar el déficit fiscal norteamericano a niveles astronómicos. La convergencia del déficit público con el déficit fiscal pone en riesgo el trabajo de recuperación de la economía norteamericana operado durante el gobierno Clinton. La valorización del euro, del yan y del yen indican un camino casi inevitable: la debacle en unos 10 a 15 años más del dólar como moneda de reserva mundial y la derrumbada consecuente de poder económico norteamericano que arrastrará consigo su poder militar e ideológico. Los dos años de "lucha contra o terror" basados en el uso desvergonzado del sentimiento de miedo de su población solo harán más dramático este proceso y quizás lo aceleren en vez de detenerlo. * Theotonio dos Santos es profesor titular de la Universidad Federal Fluminense, coordinador de la cátedra UNESCO-UNU sobre Economía Global y Desarrollo Sostenible (REGGEN) Su último libro es Teoría de la Dependencia: Balance y Perspectivas, Plaza &Janés, México, 2000.
https://www.alainet.org/fr/node/108373
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