El fracking como arma energética de EEUU

07/09/2014
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Dado que las energías alternativas todavía necesitan enormes subsidios como para ser viables en los países en vías de desarrollo, que la práctica del fracking es todavía incipiente y suscita recelos medioambientales y que la inercia de los activos petroleros no permitirá que las grandes compañías abandones sus equipos e infraestructura actual, se deduce que la economía mundial seguirá gravitando sobre la dependencia del petróleo en la próxima década.
 
El gas se presenta como el único sustituto ante una presunta escasez de petróleo, (en especial el gas no convencional o gas de esquisto), modalidad de gas natural que se extrae de rocas de pizarra situadas bajo la superficie de la tierra mediante la técnica del fracking. Sin embargo, el recurso del gas natural convencional sigue el mismo camino de inestabilidad que el crudo y su declinación sería tan sólo unos años después que la del petróleo, por lo que algunos países ya cuentan con reservas estratégicas de petróleo que destinan exclusivamente para uso en situaciones críticas para garantizar el consumo interno durante un par de meses además de implementar medidas cosméticas de ahorro de energía.
 
El fracking como arma estratégica de EEUU
 
La producción de petróleo de forma convencional en EEUU alcanzó su máximo nivel en 1970 y después comenzó a declinar, teniendo que importar en el 2005 casi el doble del total de crudo producido en dicho país hasta la aparición de la revolucionaria y controvertida técnica del fracking, hija del ingeniero George Mitchell y que consiste en la extracción de gas natural no convencional mediante la fracturación de la roca madre (pizarras y esquistos) para la extracción de gas de esquisto (shale gas) y de petróleo ligero (shale oil), técnica en la que EEUU sería pionero en su aplicación, descollando Texas, Oklahoma, Dakota del Norte, California, Colorado y Montana. Según datos publicados por la Administración de Información de Energía de EEUU (AIE), dicho país se habría convertido ya en el principal exportador mundial de combustibles refinados (gasolina y diésel), pudiendo convertirse en el horizonte del 2017 en exportador neto de GNL y además habría alcanzado una producción mensual de crudo equivalente a 6,5 millones de barriles diarios provenientes de los campos tradicionales y de las nuevas explotaciones de petróleo en roca porosa (Dakota del Norte), pero teniendo en cuenta que el consumo doméstico de EEUU se movería en la horquilla de los 16 a los 20 millones de barriles diarios, seguirá siendo importador neto de crudo hasta el 2035, estimándose que en el 2020 el petróleo importado representará tan sólo el 26% de su mercado interno debido a la combinación de una alta producción interna y de un bajo consumo de crudo en el país tras asistir a su progresiva sustitución del petróleo por biocombustibles, gas natural licuado (GNL) y energías renovables, especialmente eólica, biomasa y fotovoltaica.
 
En la actualidad, el 45% de las importaciones de crudo de EEUU proceden de Oriente Medio y Norte de África pero la nueva geoestrategia energética pasaría por tener a Canadá como principal proveedor de crudo, estando proyectada la construcción del oleoducto Keystone XL para transportar el crudo canadiense hasta el Golfo de México lo que tendrá como efectos colaterales la progresiva disminución de importaciones de crudo procedentes de la OPEP, México, Colombia y Brasil así como la drástica reducción de sus compras a Venezuela con el objetivo inequívoco de lograr la asfixia económica del régimen de Maduro y fagocitar sus reservas de petróleo (según el Departamento de Energía de EEUU, las ventas de crudo venezolano a EEUU serían de tan sólo 952.000 bpd diarios a finales del 2012 frente a los cerca de 1,7 millones de bpd vendidos en1998, representando en la actualidad el 8% del total importado), lo que obligará a México Y Venezuela a diversificar sus exportaciones hacia China y la India.
 
Así, México apuesta por duplicar sus exportaciones de petróleo hacia China y aumentar los embarques hacia la India en el 2014, con el objetivo de lograr que 1/5 de los 1,1 millones de bpd que exporta México sean destinadas a mercados asiáticos mientras la petrolera estatal venezolana Pdvsa intenta redireccionar sus exportaciones hacia China e India para suplir la drástica reducción de ventas de crudo a EEUU, pues según el Departamento de Energía de EEUU, las ventas de crudo venezolano a EEUU serían de tan sólo 952.000 bpd diarios a finales del 2012 frente a los cerca de 1,7 millones de bpd vendidos en 1998.
 
Sin embargo, el acuerdo chino-venezolano por el que la empresa petro-química estatal china Sinopec invertirá 14.000 millones de dólares para lograr una producción diaria de petróleo en 200.000 barriles diarios de crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco, (considerado el yacimiento petrolero más abundante del mundo), sería un misil en la línea de flotación de la geopolítica global de EEUU, cuyo objetivo inequívoco sería secar las fuentes energéticas de China.
 
En Argentina, según OMAL (Observatorio de Multinacionales en América Latina), Repsol pretendía explotar los recursos del campo argentino de Vaca Muerta, (yacimiento que contiene petróleo de esquisto con unas reservas potenciales estimadas en cerca de 23.000 millones de barriles equivalentes de petróleo), pero para extraer ese crudo es necesario inyectar en el subsuelo grandes cantidades de substancias químicas por lo que necesitaba contar con un socio con la tecnología adecuada para explotar todo el potencial de los pozos con un monto inversor cercano a los 10.000 millones de dólares, folletín por entregas que tuvo su epílogo con la jugada maestra de Chevron que tras una exigüe inversión de 1.500 millones $ habría obtenido el megacontrato del siglo que incluiría una extensión de 38.500 km2 de pozos petrolíferos con una expectativa de extracción de 1.600.000 millones $.
 
Según bnamericas.com, Chevron Argentina se dedica a la exploración y producción de petróleo y gas natural y posee una sólida posición de superficie en la fértil cuenca Neuquén de Argentina y controla una importante superficie en la cuenca Austral, en el sur de Argentina, (con una producción bruta que bordea los 78.000b/d de petróleo y los 40Mp3/d de gas, (8% de la producción petrolera en Argentina). Además, la superficie de exploración abarcaría 5mn de acres en cuencas clave de petróleo ubicadas en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile, aunque su imagen estaría lastrada por el desastre medioambiental ocasionado en la Amazonia ecuatoriana, “uno de los desastres ambientales más graves de la humanidad “, según el Presidente ecuatoriano Correa.
 
Respecto a Bolivia, según territoriosenresistencia.org, y aunque según el Colegio de Ingenieros Petroleros de Santa Cruz “ la producción de gas no convencional mediante Fracking o fractura hidráulica no es prioritaria por el momento en Bolivia” , YPF Argentina podría firmar próximamente un acuerdo con YPFB enfocado en el desarrollo de exploración y estudios sobre gas no convencional (shale), que supondría eventualmente el uso en Bolivia de una técnica de extracción (el fracking) cuestionada en varios países del mundo por sus efectos socioambientales.
 
El fracking y la rusodependencia europea
 
El proyecto del gasoducto conocido como Nabucco West ,(proyectado por EEUU para transportar el gas azerí a Europa a través de Turquía, Bulgaria, Rumania y Hungría y así evitar el chantaje energético ruso), fracasó al haberse inclinado Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajistán por el proyecto ruso del gasoducto South Stream y retirarse finalmente Azerbaiyán del proyecto en junio de 2013, siendo elegida la vía alternativa del gasoducto transadriático, (TAP, Trans Adriatic Pipeline), mediante el cual Azerbaiyán exportará su gas hacia Europa a través de Grecia, Albania e Italia pero que sólo puede transportar un tercio del proyecto Nabucco, por lo que no supone ninguna amenaza para los intereses de Rusia.
 
Por parte rusa, en el 2007 presentó el proyecto del gasoducto South Stream , gasoducto de 39.000 millones de dólares que recorrería Rusia, Bulgaria, Serbia, Hungría, Eslovenia e Italia y que debía garantizar el suministro de gas ruso a la UE (evitando el paso por la pro-estadounidense Ucrania tras la crisis del gas del invierno del 2.006 y los recortes de suministro producidos en incontables países de la UE (el 80% del total del gas que la UE importa de Rusia pasa por Ucrania y abastece en más de un 70% a países como los Países bálticos, Finlandia, Eslovaquia, Bulgaria, Grecia, Austria, Hungría y República Checa). Sin embargo, dicho proyecto dormirá en el limbo de los sueños tras la negativa de Bulgaria a participar en dicho proyecto debido a las fuertes presiones de EEUU, cuyo objetivo inequívoco es sustituir la rusodependencia energética europea (30% del gas que importa la UE procede de Rusa) por la frackingdependencia, inundando el mercado europeo con el GNL (gas natural frackeado en EEUU y transportado mediante buques gaseros) para hundir los precios del gas ruso así como impulsando la utilización de la técnica del fracking en todos los países de la Europa Oriental, el llamado “arco del fracking europeo” que se extendería desde los Países Bálticos hasta la Ucrania europea, pasando por Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria y que dependerá de la tecnología de empresas estadounidenses como Chevron o Shell.
 
Por último, la coalición de intereses ruso-alemanes ideó el proyecto Nord Stream inaugurado en el 2011 y que conecta Rusia con Alemania por el mar Báltico, con una capacidad máxima de transporte de 55.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año y con una vigencia de 50 años. Dicha ruta se estima vital para Alemania y los Países Nórdicos, por lo que ha sido declarado de “interés europeo” por el Parlamento Europeo y crucial para la geoestrategia energética rusa pues con dicha ruta se cerraría la pinza energética rusa al descartar a las Repúblicas Bálticas y Polonia como territorio de tránsito.
 
La utilización del fracking en Europa estaría envuelto desde sus orígenes en la polémica por su posible impacto ecológico, al estar presuntamente relacionada su utilización con posteriores contaminaciones de acuíferos y actividad sísmica, del que sería paradigma la pequeña localidad de Assumption (Luisiana-EEUU), pero dada la ausencia de avales científicos definitivos y visto el déficit energético de la Unión Europea, la CE prepara ya una propuesta legal para regular su utilización.
 
Así, Bruselas pretende que las compañías que estén dispuestas a realizar este tipo de exploración del llamado shale gas tengan que cumplir con la directiva Reach en materia de agua y de productos químicos, pues existen países como Francia donde ya con Sarkozy prohibieron esta práctica a pesar de disponer de las mayores reservas de la zona europea; otros como República Checa, Dinamarca y Bulgaria donde estaría vigente una moratoria y finalmente Lituania, Polonia y Reino Unido que habrían ya iniciado los trabajos para investigar la posible aplicación del fracking en sus respectivos países, no siendo descartable que tras el chantaje energético ruso,  la mayoría de países de la UE sucumban al espejismo energético del fracking y terminen por utilizar dicha técnica en el horizonte del 2020 a pesar de las protestas de los grupos ecologistas anti-fracking.
 
Germán Gorraiz López es analista internacional
 
https://www.alainet.org/fr/node/103149?language=es
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