Holocausto palestino

Jaime Galarza Zavala

23/07/2014

Opinión

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Una de las mayores tragedias de la humanidad fue la que soportó el pueblo judío a manos de los nazis. Hitler, al mando de su tenebrosa secta -el nazismo-, se había propuesto acabar con este pueblo, perseguido milenios atrás por el Imperio Romano. Para lograr sus criminales designios se valió principalmente de la Segunda Guerra Mundial, que le permitió la ocupación de los países europeos, de los que extrajo interminables legiones de prisioneros judíos para exterminarlas en el paredón, las cámaras de gas y los campos de concentración. Es lo que se conoce como ‘Holocausto judío’, bárbara historia de la que el Estado de Israel viene aprovechándose hace ya casi setenta años para despertar la conmiseración del mundo y cometer sus propias atrocidades, que dejan muy atrás a Hitler.

En efecto, al terminar la espantosa guerra mencionada, hacia 1947, no existía el Estado de Israel y las bandas terroristas que combatían en nombre de Sión buscaban algún territorio en el mundo donde establecerlo. En su programa tentativo figuraron Argentina, Australia, Brasil, India. Sus consejeros norteamericanos les aconsejaron optar por la ocupación de Palestina, al extremo oriental del Mediterráneo, en el mundo árabe, en el área donde se concentran las mayores reservas petroleras del planeta. Para lograrlo, los sionistas contarían con fortunas acumuladas por banqueros judíos en Estados Unidos y Europa, junto con el equipamiento bélico más moderno y una política internacional cómplice dentro y fuera de las Naciones Unidas.

Lo demás lo puso el racismo, el fanatismo religioso y la insaciable sed de poder y riquezas que distinguió siempre a los jefazos del sionismo. Por ese camino han ido exterminando periódicamente al pueblo palestino, cuyas tierras usurparon hasta reducirlas a mínimos retazos en Gaza y Cisjordania, de donde buscan expulsar a los sobrevivientes de las colosales masacres emprendidas por el imperialismo israelí. Una prueba de ello es el lanzamiento de un ejército de 48.000 soldados contra Gaza, un territorio apenas un poco más grande que el cantón Quito.

Claro que el mundo mira horrorizado el holocausto palestino desatado por el fascismo judío, donde los niños son víctimas en masa, donde las condolencias hipócritas de Obama no hacen otra cosa que echar sal en la herida, mientras los invasores asesinos anuncian que abrirán ‘ventanas humanitarias’ para que los sobrevivientes puedan retirar sus muertos y sus heridos. Pero lo que hace falta es un verdadero levantamiento mundial contra tanta barbarie.

24 Jul 2014

Jaime Galarza Zavala es escritor ecuatoriano

jaigal34@yahoo.es

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