El Salvador

Más de 4.000 salvadoreñas asesinadas en una década

Gloria Marisela Morán

21/04/2014

Opinión

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En 2012, la organización Small Arms Survey, categorizó a El Salvador como el país con la tasa más alta de feminicidios en el mundo

El miedo, la impunidad, la cultura machista y la crueldad de sus parejas fueron parte de los verdugos de más de 4.360 mujeres salvadoreñas que fueron asesinadas en la última década en el país, es decir de 2003 hasta 2013. Algunas, como Zulma, una joven de 26 años, corrieron la suerte de no morir, más no se libraron de los golpes de su agresor.

Una noche de marzo los vecinos de Zulma escucharon golpes, gritos y más golpes. Los gritos eran de ella, lo golpes eran algunos de los que su esposo le propinó sin razón aparente más que la del capricho de un hombre borracho que a las 2 de la mañana quería comer y no había nada preparado. “Te voy a matar”, fue una de las frases que resonó en la cabeza de la joven esposa, lo que la hizo encerrarse en el baño y no salir hasta que el hombre se quedara dormido.

En la quietud de la madrugada el escándalo fue aún más ruidoso, pero nadie intentó ayudarla en el complejo de apartamentos en el que ella habitaba. En la actualidad el silencio provocado por el miedo a “meterse en problemas” es el mayor cómplice de agresores como el esposo de Zulma. La joven asegura que tras tres años de casados ese se convirtió en el primer incidente en el cual los golpes fueron protagonistas, pero antes había existido maltrato verbal, emocional y psicológico.

Aterrada y con el pensamiento “borracho me amenazó, borracho me va a matar”, Zulma asegura que buscó ayuda de su madre y juntas acudieron a la policía a denunciar el hecho, no hicieron más que emitir una orden de alejamiento. La joven afirma tener miedo que incumpla la medida y termine por cumplir su amenaza mientras ella trata de divorciarse de su agresor.

Zulma tuvo la dicha de contar con su madre y, sobre todo, con el valor de dejar a su victimario, pero en los últimos años veintenas de mujeres han sido asesinadas por sus parejas. Otras a manos de las pandillas. Las más de 4.360 mujeres asesinadas entre 2003 y 2013, según el Observatorio de la Violencia de Ormusa, es la suma de los datos estadísticos de la Policía Nacional Civil (PNC) y del Instituto de Medicina Legal (IML) .

Datos de 2003 a 2010= IML Datos de 2010 a 2013= PNC

En 2012, la organización suiza Small Arms Survey categorizó a El Salvador como el país con la tasa más alta de feminicidios en el mundo, con un total de 12 asesinatos por cada 100.000 mujeres. Los datos confirman que las mujeres entre 18 y 35 años son las que más sufren esta expresión extrema del machismo que impera en la sociedad salvadoreña.

Para Vilma Vaquerano, portavoz de ORMUSA, “el aumento del asesinato de mujeres es preocupante (…) se vio a finales del año pasado y a inicios de este una serie de feminicidios a mano de las parejas de las mujeres. Pero además de eso hemos visto en los últimos años a la par de la violencia social hay una amenaza constante para las mujeres que se evidencia a través de la violencia de género, la violencia sexual, entre otras”.

Mencionó que el contexto de la violencia social hace más vulnerables a las mujeres por el rol de subordinación y de inferioridad que se fomenta en una sociedad patriarcal como la salvadoreña.

Si bien es cierto en el país existen leyes que amparan a las mujeres y abogan por una vida sin violencia, para diversas organizaciones feministas, como CEMUJER, actualmente se está enfrentando una institucionalidad debilitada por una serie de razones, por un lado en términos de la visión machista, de quienes analizan los casos; pero también de los demás actores que se encuentras involucrados que fácilmente desvalorizan casos de violencia contra la mujer.

Para entender los niveles de impunidad basta recordar el caso ocurrido en 2012 el cual obtuvo una resolución que dejó insatisfechos a muchos. Y es el asesinato de Lidia María Huezo a manos de su esposo Manuel Dagoberto Gutiérrez, ex gerente de KIA dependencia de Excel Automotriz. Su audiencia se realizó en el Juzgado Cuarto de Sentencia y en ese lugar absolvieron al feminicida.

Fue gracias a la presión de diferentes sectores que se logró de nuevo la captura de Gutiérrez, pero por el delito de tenencia y portación de arma de fuego.

Otro caso que evidenció la crueldad con la que fue cometido y el accionar judicial es el que ocurrió a finales de febrero en Metapán, lugar en el que una mujer fue agredida a machetazos por su pareja, sufrió heridas profundas en el rostro, cuello y brazos. El agresor también hirió a dos personas que quisieron ayudar a la mujer.

Recién ocurrido el hecho quisieron levantar cargos de feminicidio agravado en grado tentativa y homicidio agravado en grado tentativa contra Elmer Umaña, pero el juez de Paz de Metapán consideró que los cargos eran demasiado altos y los pasó a lesiones.

Con la acción le dieron la oportunidad de pagar una fianza de 4.000 dólares y se le aplicaron medidas sustitutivas mientras el proceso pasaba a la fase de instrucción. Sin embargo no cumplió las medidas y tampoco se presentó a firmar en el juzgado.

Vaquerano dijo que eso es alarmante porque lo que se suponía debía ser el mayor avance en la sanción de la violencia contra las mujeres, la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia, no se está respetando ni cumpliendo su función.

“Lo preocupante es sobre todo por las recientes acciones de juzgados de autoridades del Estado porque más allá de las cifras de los feminicidios, que aunque ha habido tendencia a la baja en los últimos dos años, realmente la situación es preocupante en cuanto los niveles de impunidad no disminuyen a pesar de que hay leyes para la protección de los derechos humanos de las mujeres, en especial en su derecho a vivir libres de violencia”.

Lunes, 21 Abril 2014

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https://www.alainet.org/es/articulo/84948