BID excluye a sociedad civil de su asamblea
27/03/2014
- Opinión
El Banco Interamericano de Desarrollo deja de lado a la sociedad civil en momentos que ésta revisa su trabajo con el sector privado
Justo cuando creíamos que los bancos de desarrollo rendían más cuentas de sus actos, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), no sólo le cierra la puerta a la participación de la sociedad civil, sino que lo hace en un momento crucial en su proceso de reforma institucional.
La Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID 2014 que se celebrará este fin de semana (27 al 30 de marzo) en Bahía, Brasil, excluye a organizaciones de la sociedad civil (OSC) por primera vez desde el 2006. Este es un gran retroceso en relación al enfoque inclusivo previo, especialmente cuando el BID se encuentra en medio de un proceso interno que llevará a cambios sustanciales en cómo el banco trabaja con el sector privado. Dado que la opción de preferencia parece apuntar hacia la misma dirección de la Corporación Financiera Internacional del Grupo del Banco Mundial (CFI), esto podría implicar también que el banco siga un modelo de negocios que ha probado ser altamente cuestionable cuando se trata de transparencia, rendición de cuentas y resultados de desarrollo. En una decisión polémica, el BID decidió organizar más bien un foro para organizaciones de sociedad civil, dos semanas antes, en la misma ciudad, negando así el acceso de la sociedad civil a dialogar con los tomadores de decisión, los Ministros de Finanzas y la prensa. Esto se da a pesar de que las OSC han participado en reuniones anuales previas cuando se tomaron decisiones sumamente importantes, incluyendo el alivio de ladeuda con el BID y la recapitalización del banco.
Varias organizaciones, entre ellas DAR y Asociación Ambiente y Sociedad, han expresado su preocupación en una carta al presidente del BID, en la que afirman que "este es un gran paso hacia atrás" en la relación entre el BID y la sociedad civil.
¿Por qué la sociedad civil debe estar incluida?
Está claro que representantes del sector privado participarán en la discusión de su papel en el desarrollo, con seminarios específicos sobre salud, educación, inversión de impacto y pequeñas y medianas empresas (PyMEs), entre otros. Actualmente el apoyo del BID al sector privado está distribuido a través de tres “ventanillas de negocios”. La mayor parte de la inversión en el sector privado se realiza con recursos de la “ventanilla del capital ordinario” del BID. Asimismo, el Banco proporciona financiamiento para las PyMEs a través de la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) y concede donaciones para el desarrollo del sector privado a través del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN). Entre 2004 y 2010 el apoyo al sector privado representó más del 30 por ciento de las operaciones del BID.
Siguiendo la tendencia actual de utilizar préstamos respaldados con recursos públicos para “apalancar” el financiamiento privado, el BID está inmerso en un debate sobre si se debe crear una entidad financiera independiente – como la CFI del Banco Mundial– o tratar de consolidar la función del sector privado dentro del Banco del capital ordinario de la institución.
Según un informe publicado por el Centro para el Desarrollo Global (CGD por su sigla en inglés) la "dirección del BID parece estar detrás de la opción de fusión hacia fuera, pero no está todavía claro si los accionistas del banco apoyan esta opción”. Aunque existe poca información pública sobre el proceso interno y las diferentes posiciones, es probable que el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, esté presentando un plan a la junta de gobernadores en la reunión anual de este fin de semana.
Más allá de cuáles sean las opciones sobre la mesa, está claro que se necesitan algunos cambios. La estrategia actual de desarrollo del sector privado el BID señala la necesidad de una estrecha colaboración entre los distintos sectores del banco. La Oficina independiente de Evaluación y Supervisión del BID concluyó en un informe publicado el año pasado que cuando se trata de apoyar el desarrollo del sector privado “la estructura actual y los incentivos en el Grupo BID son ineficientes e ineficaces para impulsar la coordinación y sinergia”.
El BID también enfrenta muchos desafíos a la hora de producir y mostrar resultados de desarrollo, incluidos sus proyectos en el sector privado (sin garantía soberana). Por tanto, cabe preguntarse qué tipo de apoyo los países de América Latina necesitan de un banco de desarrollo como el BID, en tiempos de abundancia de recursos del sector privado, qué tipo de proyectos de desarrollo se apoyarían, a qué actores del sector privado deberían dirigirse y con qué instrumentos.
Además, la futura estructura del BID podría impactar en los accionistas y la gobernanza del banco. La estructura actual da a EE.UU. el mayor poder de voz, con el 30 por ciento de los votos, mientras que EE.UU. - junto con Canadá y Japón – controlan el 39 por ciento. Esto hace que dichos países tengan una posición dominante en el proceso de toma de decisiones, a pesar de no implementar los proyectos aprobados por el banco. Esto ha sido largamente criticado por las OSC y algunos gobiernos latinoamericanos, quienes en 2007 decidieron que “un país - un voto” es una opción más equitativa y democrática, tal como se establece en la carta de fundación del Banco del Sur. Queda por ver si se va a dar un cambio en este frente y en qué dirección se daría, particularmente ahora que las organizaciones de la sociedad civil han sido excluidas.
¿Y ahora qué?
Más allá de los temas que estén en la agenda de este año, el BID es un banco regional de desarrollo, y se espera que sus procesos sigan los más altos estándares en términos de participación democrática y rendición de cuentas. La falta de una adecuada implementación de tales estándares al excluir repentinamente a las organizaciones de sociedad civil socava la credibilidad del Banco y plantea serios riesgos a su reputación. Esto también pone sobre la mesa preocupaciones sobre cómo el banco implementará sus acciones futuras, teniendo en cuenta que su objetivo es la implementación de un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible. Las organizaciones de la sociedad civil continuarán abogando por un proceso abierto y democrático.
Patricia Miranda, Latindadd
María José Romero, Eurodad
https://www.alainet.org/es/articulo/84350
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