Verdades y mentiras sobre Siria

28/01/2014
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Thomas Lawrence (Lawrence de Arabia), 1916, sobre los árabes: “Manipulados adecuadamente formarán un mosaico político, un tejido de celosos y pequeños principados incapaces de cohesión”
Antecedentes
 
Por siglos vivieron los árabes en paz, sin conflictos religiosos, en comunidades semi autónomas  llamadas Vilayets, bajo el Imperio Otomano. Esa paz garantizaba el transporte entre el Mediterráneo y la India y por eso Gran Bretaña apoyaba su integridad contra los intentos rusos de erosionar ese imperio por el norte. En 1869, con el Canal de Suez, el interés estratégico, se mudó hacia el sur árabe, y hacia Egipto concretamente.
 
El Kedive de Egipto, Ismail Pasha, se arruinó con proyectos financiados por los ingleses y  vendió (1875) a Gran Bretaña, el control de la Compañía del Canal de Suez –con la Banca Rothschild como intermediaria-, durante el gobierno de Disraeli (1874 -1880). Luego los ingleses intervinieron las rentas egipcias y Egipto, pasó de vasallo otomano a vasallo inglés.
 
En 1916, durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña y Francia elaboraron el Acuerdo Sykes-Picot, donde se repartían los árabes del Imperio Otomano. El acuerdo fue como los otros acuerdos franco-británicos en África: dividió con líneas artificiales a pueblos históricos  y juntó a otros que tenían poco en común. El autor de esas nuevas fronteras fue Sir Mark Sykes, sin Georges Picot, porque sólo los británicos ocupaban militarmente la región.
 
Al final, Francia recibió a Siria amputada de Mosul, Jordania, Njed y Palestina, porque los ingleses inventaron tres reinos para sus aliados árabes contra los turcos. El de Jordania, de Iraq, con los vilayets de Basra (chiita), Bagdad (sunni) y Mosul (kurdo) y de Arabia. Jordania fue para el Sharif Hussein, Iraq para su hijo Faisal y Arabia para Ibn Saud, Es notable que cuando se propuso dar a Ibn Saud el de Iraq, Winston Churchill- Secretario de Colonias- dijo: “Ibn Saud hundiría toda la región en un pandemonio religioso.”[1] Es que Ibn Saud venía del Nejd, donde Mohamad ibn al Wahhab, en el siglo XVIII, fundó una secta intolerante y primitiva, el wahabbismo, cuyos miembros son llamados Salafs. Esa es ahora la religión oficial de Arabia Saudita, Qatar y Bahrain.
 
Palestina quedó como Mandato Británico, para cumplir con las promesas hechas en la  Declaración de Balfour (1917), una carta de Lord Arthur Balfour, Secretario de Relaciones Exteriores, dirigida a Lord Lionel Rothschild, Presidente de la Federación Sionista Británica.
 
Las monarquías absolutas árabes wahabbitas vieron, con pavor, como perdían sus tronos los reyes puestos por los ingleses: Faruk en Egipto, Idris en Libia, Faisal II en Iraq. En su lugar se establecían repúblicas laicas, que daban el mal ejemplo de distribuir sus ingresos económicos. Todo por culpa del partido Ba’ath Pan-Árabe, (renacimiento árabe) de tendencia  nacionalista.
 
Al inicio del siglo XXI el mundo político árabe se dividía en repúblicas laicas y dictadores o monarquías teocráticas pro americanas. La amenaza ideológica de países árabes modernos, llevó a Occidente a crear revueltas y pretextos para destruir los países laicos y su ejemplo.  
 
Conferencia para la Paz en Siria – Ginebra II
 
Después de las mentiras para justificar los ataques de la OTAN a Iraq y Libia, ahora se busca un pretexto para atacar a Siria. Es del conocimiento público que los países de la OTAN, Israel y los monarcas del Golfo Pérsico apoyan al bando que busca derrocar con acciones militares y atentados al gobierno de Siria; al gobierno reconocido por los organismos internacionales. Es una clara injerencia en los asuntos internos de un país soberano, prohibida por la carta de las Naciones Unidas y por el Derecho Internacional de los últimos dos siglos. Se trata de una agresión de mercenarios extranjeros pagados y armados por Arabia Saudita, Qatar, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia e introducidos con la complicidad de Turquía y Jordania.
 
Los Estados Unidos dijeron que el uso de armas químicas por el gobierno sirio sería la “Raya Roja” que provocaría su intervención militar directa. Washington tiene una larga historia de falsos ataques para justificar sus guerras ante su crédula población. Por eso, ya sabíamos que se fabricaría un ataque con gas, contra civiles, y que sería atribuido al gobierno sirio. También  que se llevaría el caso al Consejo de Seguridad alegando pruebas inexistentes. Sólo que esta vez, la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad, entre los cuales Rusia y China, se negaron a autorizar el ataque. Luego, el Parlamento inglés prohibió a su gobierno cualquier ataque contra Siria y era probable que el Congreso norteamericano negase el permiso para atacar, que esta vez si fue pedido. Con once barcos de guerra rusos y dos chinos cuidando la costa de Siria el ataque podía ser neutralizado, por violación de la carta de la ONU.
 
Fue así como Washington renunció al ataque, a cambio de que Siria entregase su arsenal químico, que en realidad era un disuasivo contra las armas atómicas de Israel. Luego pidió otra Conferencia de Paz. La estrategia anglosajona para conferencias internacionales es la de invitar a muchos países vasallos – México pero no Irán – para tener una mayoría, mientras la prensa difunde mentiras para convencer al público. Se trata de intimidar a Siria, aunque su gobierno gané victorias militares y diplomáticas, para lograr concesiones. Los sirios lo saben, como es obvio en el discurso de Walid al-Moallem su Ministro de Relaciones Exteriores.
 
La verdad vista desde Siria
 
Citaré algunos trozos del discurso del Canciller sirio en Montreux, pidiendo un fin al apoyo del terrorismo extranjero que destruye su país. “Es lamentable que entre nosotros están sentados representantes de países que tiene sangre de sirios en sus manos… Países que se dan a si mismos la autoridad de dar o quitar legitimidad a los otros, sin mirar a sus arcaicas casas de vidrio…Países que, sin vergüenza alguna, dictan clases sobre democracia, desarrollo y progreso, mientras se ahogan en su ignorancia y sus normas medievales. Países que se han acostumbrado a ser propiedad de reyes y príncipes que tienen el derecho de distribuir a su antojo la riqueza nacional”.
 
“Han usado sus petrodólares para comprar armas, reclutar mercenarios y saturar las ondas para cubrir con mentiras su insensata brutalidad, bajo la guisa de una revolución siria que llenará las aspiraciones del pueblo sirio. Damas y caballeros ¿Cómo pueden unos terroristas chechenos, afganos, saudíes, turcos o hasta franceses e ingleses satisfacer las aspiraciones del pueblo sirio? Y con qué? ¿Con un Estado Islámico que del Islam sólo conoce el perverso Wahabbismo? ¿Quién dijo que el pueblo sirio quiere vivir en un pasado de miles de años?” 
 
“En el nombre de la revolución, se mata a niños en las escuelas y estudiantes en las universidades, las mujeres son violadas en nombre de Jihad…las mezquitas bombardeadas mientras los fieles rezan, se cortan cabezas que se cuelgan en las calles, gente es quemada viva en un verdadero holocausto…. Esto es lo que sus amos les ordenan, esos países que encabezan la guerra contra Siria, tratando de aumentar su influencia en la región con sobornos y dinero, exportando monstruos humanos empapados en la aberrante ideología wahabbi, todo ello a expensas de la sangre siria. Desde esta tribuna, claro y fuerte, y ustedes lo saben tan bien como yo, les digo que ellos no se pararán en Siria, aunque alguno sentado en esta sala rehúse reconocerlo y se crea inmune.”
 
“Unos vecinos comenzaron los incendios en Siria, mientras otros reclutaban terroristas por todo el globo – y aquí estamos confrontados con la farsa y su doble rasero: 83 nacionalidades pelean en Siria- pero nadie denuncia eso, nadie lo condena, nadie reconsidera su posición, pero siguen hablando de una gloriosa revolución SIRIA. Pero cuando algunas decenas de jóvenes combatientes de la resistencia apoyaron al ejército sirio en algunos lugares, se desató el infierno y enseguida se denunció la ¡intervención extranjera! ….”
 
“Aquí lo afirmo, Siria es un estado soberano e independiente, que continuará a hacer lo que sea para defenderse, con los medios que considere necesarios, sin prestar la menor atención a los escándalos, denuncias, declaraciones o posiciones expresadas por otros…Nos impusieron sanciones para impedir nuestro alimento, nuestro pan y la leche de nuestros niños…Cuando esto falló, América amenazó con atacar a Siria, inventando con sus aliados, occidentales y árabes, un cuento sobre uso de armas químicas, que ni siquiera convenció su propio público, tanto menos el nuestro. Países que celebran la democracia y los derechos humanos escogen lamentablemente sólo el lenguaje de la sangre, la guerra, el colonialismo y la hegemonía. Se impone la democracia con fuego, la libertad con bombarderos y los derechos humanos matando humanos.”  
 
“Estamos aquí como representantes del pueblo sirio y del Estado, pero que sea claro para todos – y la experiencia lo prueba- que nadie tiene la autoridad para dar o quitar la legitimidad a un Presidente, a un gobierno, una constitución, a una ley o cualquier otra cosa en Siria, excepto los mismos sirios; este es su derecho constitucional y su deber”
 
Las mentiras de los “Amigos de Siria” y de su prensa
 
Las dudas comienzan con el reporte de una firma inglesa de abogados pagada por Qatar, que manda dinero y armas a los rebeldes de Siria. Allí presentan fotos de supuestas víctimas del gobierno sirio. El documento sale a la luz justo un día antes de la conferencia Ginebra II, sobre Siria. No aportan experticia alguna y sería raro que un gobierno fotografíe pruebas de torturas, pero Mr. Kerry ya se proclamó horrorizado y la prensa miente cuando presenta el documento como de una evidencia incuestionable.
 
Una clara mentira es la de que la renuncia del Presidente sirio Bashar al-Assad fuera acordada como condición previa en el Comunicado de Ginebra (Ginebra I). El gobierno sirio aceptó formar  un gobierno de transición, para acabar la guerra y luego llamar a elecciones. El texto dice: “Un gobierno de transición puede incluir miembros del presente gobierno sirio y de la oposición y otros grupos y debe ser formado sobre la base del mutuo consentimiento”. En ninguna parte dice que Assad debe dejar primero el poder. Pero la prensa dice que es así.
 
Otra mentira es la de que Estados Unidos respalda solo a milicias moderadas. No hay tal cosa. La narrativa de la prensa habla de rebeldes buenos - Frente Islámico- peleando con los malos de Al-Qaeda y del gobierno. De la boca del jefe del grupo más fuerte del Frente, Arahr al Sham, sabemos que su objetivo es imponer la Ley Sharia, encerrar las mujeres en sus casas, masacrar los herejes islámicos y expulsar a los cristianos. El jefe de Ahrar al Sham dice ser el autentico representante de Al-Qaeda en Siria. Nada de esto fue reportado por la prensa norteamericana o europea.
 
Conclusión: Es imposible que los Gobiernos Occidentales ignoren tantas verdades. Es probable que el objetivo sea destruir los países árabes modernos para rodear a Israel con “un tejido de celosos y pequeños principados incapaces de cohesión”.
 
- Umberto Mazzei es doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia. Es Director del Instituto de Relaciones Económicas Internacionales en Ginebra.
 


[1] Karl E. Meyer y Shareen Blair Brisac, The Kingmakers: The invention of the modern Middle East, WW Norton & Company, New York London, pag. 160.
https://www.alainet.org/es/articulo/82726
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