Sistema educativo deficiente

11/12/2013
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Las evaluaciones que el Ministerio de Educación, Mineduc, aplicó a estudiantes que se estaban graduando de diversificado en el año 2010 reportaron que el 90 por ciento no ganó matemática ni lenguaje; tres años después, los resultados son similares. Las evaluaciones recientes reportan que el 92 por ciento reprueba matemática y el 74 por ciento, lenguaje. Los resultados son reveladores de una realidad preocupante.
 
El fracaso que constantemente están teniendo los estudiantes de diversificado habrá que analizarlo desde tres perspectivas: desde la forma de la evaluación, desde la responsabilidad del Ministerio de Educación y desde el contexto multicultural y multilingüe guatemalteco. En relación con la primera, deberían realizarse evaluaciones al final de cada nivel educativo y no hasta cuando el estudiante concluya el nivel medio, puesto que las posibilidades de mejorar son escasas.
 
La segunda perspectiva nos indica que el Mineduc presenta serias deficiencias desde el desarrollo de la política de calidad y desde las estructuras más altas hasta el maestro en las aulas. El Mineduc se ha limitado a evaluar los aprendizajes, pero no ha establecido un plan de seguimiento que permita medir el avance en cada centro educativo. Este aspecto reclama reenfocar la supervisión e implantar un sistema serio y permanente de acompañamiento pedagógico permanente. Es urgente que el Mineduc asuma el control de la enseñanza en los colegios privados, por la carga que este representa también para los resultados y en tanto que la educación del nivel medio está en manos del 72.4 por ciento de este sector, que por lo general, le interesa más el lucro que la calidad educativa.
 
La tercera perspectiva está asociada a la contextualización de la educación, dadas las características multiculturales y multilingües de la población guatemalteca. Esta constituye una deuda histórica del Mineduc con los pueblos indígenas de Guatemala. Sus esfuerzos por impartir una educación de acuerdo a la cosmovisión y el idioma de la niñez y juventud indígena son ínfimos, en tanto que no han pasado de tercero primaria en más de 20 años.
 
Por eso, no sorprende que el 2 por ciento de los jóvenes de los departamentos de Quiché y Sololá maneje operaciones básicas de matemática y el 13 por ciento tiene comprensión lectora; o que en los municipios de Samayac, Suchitepéquez, y Panzós, Alta Verapaz, nadie gane la prueba de matemática y lenguaje. Esta realidad nos está indicando que urge fortalecer la enseñanza desde los idiomas y la cosmovisión de los pueblos originarios. Es decir, todas las asignaturas, en comunidades con población indígena deben impartirse en los idiomas mayas.
 
Esto no es una ocurrencia. Diversos estudios sostienen que cuando se aprende en el idioma materno se es más eficiente, además de ser un legítimo derecho recibir educación en el propio idioma y cultura. Dar este paso del bilingüismo, es una tarea de primer orden para el Mineduc ¿Se hará? Esto está por verse y hay que seguir insistiendo en ello las veces que sean necesarias.
 
Rigoberta Menchú Tum
Premio Nobel de la Paz
 
 
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