Criminalidad y Violencias en Ciudades Latinoamericanas (Ciudad Juárez, Rio de Janeiro, Bogotá, Medellín), es el nombre de la investigación coordinada por la Corporación Región y el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia. El estudio realizó un análisis  sobre la violencia en 4 ciudades de América Latina y, entre otros hallazgos, encontró que el narcotráfico marcó un punto de quiebre en las urbes comparadas.

La investigación fue socializada en la capital antioqueña el pasado 7 de noviembre, en desarrollo del seminario internacional “Ciudad latinoamericana: crimen, violencias y alternativas comunitarias de seguridad”.

Ana María Jaramillo, socióloga e investigadora de la Corporación Región, fue la encargada de presentar los principales hallazgos del estudio comparado sobre las problemáticas de violencia en las ciudades de Río de Janeiro, en Brasil; Juárez en México; y Medellín y Bogotá en Colombia.

Este proyecto analizó la manera en que se ha transformado el panorama de seguridad y violencia en estas ciudades. Uno de los principales hallazgos fue que el narcotráfico marcó un punto de quiebre, principalmente por los altos niveles de rentabilidad derivados del tráfico de cocaína.

El narcotráfico, indicó la socióloga, implicó una escalada de la violencia con incrementos en las cifras de homicidios, principalmente en Medellín, y trajo altos niveles de corrupción en las instituciones de la Fuerza Pública. Además, en el caso de Río de Janeiro, se identificó a la Policía como actor violento.

Otro asunto que marcó a Medellín, Río de Janeiro y Brasil, fue la transformación de los imaginarios que las ubicaron como ciudades violentas. Pero en el caso de Bogotá, aclaró Ana María Jaramillo, no se puede decir que el narcotráfico haya marcado un quiebre en las dinámicas de violencia.

Un elemento que marca diferencia en el caso de las ciudades colombianas, según este estudio, es la intervención que ha tenido el conflicto armado en la criminalidad. Hablando de Medellín, la socióloga indicó que la capital antioqueña es compleja por el alto número de bandas y por la incidencia que tuvo en estas estructuras el fenómeno del paramilitarismo.

El estudio da a entender que tanto en Ciudad de Juárez como en Medellín, se complica más la situación con los actores generadores de violencia, porque están articulados a estructuras criminales más complejas. En el caso de Ciudad de Juárez, la problemática de cárteles de la droga estaría generando cambios importantes similares a los ocurridos con los grupos armados en Medellín.

Para concluir, vale la pena señalar que, según Ana María Jaramillo, la violencia que sufren estas ciudades latinoamericanas está ligada a unos antecedentes históricos, entre los cuales se destaca el crecimiento acelerado de dichas urbes, principalmente en el siglo xx, asociado a procesos de migración y segregación social que han servido de caldo de cultivo para la violencia.

Domingo, 10 de Noviembre de 2013

 

Fuente: Agencia de Noticias IPC,  Medellín, Colombia