Entra en vigor el convenio de l@s trabajador@s doméstic@s

09/09/2013
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El pasado 5 de septiembre entró en vigor el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los derechos de l@s trabajador@s doméstic@s, denominadas trabajadoras del hogar en nuestro país. Recordemos que esta iniciativa fue adoptada en junio de 2011 en el marco de la 100ava Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, entidad integrada por 185 países.
 
En una nota de prensa, la OIT calificó de histórico el instrumento destinado a combatir situaciones como las deplorables condiciones de trabajo, el abuso y la falta de protección legal que enfrentan en el planeta una parte importante de las más de 50 millones de personas vinculadas con el empleo doméstico. La iniciativa adoptada por la Conferencia Internacional del Trabajo es un instrumento vinculante para los países que lo ratifican, paso dado hasta el momento por ocho estados miembro de la OIT (Bolivia, Filipinas, Italia, Mauricio, Nicaragua, Paraguay, Suráfrica y Uruguay).
 
Este Convenio ya comenzó a jugar un rol efectivo en aras de un cambio a favor de l@s trabajador@s doméstic@s, materializado a través de nuevas políticas que reconozcan la dignidad y el valor de ese tipo de empleo, afirmó Manuela Tomei, directora del Departamento de Igualdad y Condiciones de Trabajo de la Organización. Para la funcionaria, la entrada en vigor del Convenio 189 envía una poderosa señal en beneficio de los más de 50 millones de personas que se dedican a este trabajo a nivel mundial.
 
En 2010, al menos 52,6 millones de mujeres, hombres y niños eran trabajadores domésticos en su ocupación principal, lo que representa el 1,7% del empleo total y el 3,6% del empleo asalariado mundial, informó la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aunque podrían acercarse a los 100 millones, concluye la Nota de Información N. 4 de la Serie Trabajo Doméstico elaborada por la OIT.
 
L@s trabajador@s doméstic@s llevan a cabo tareas de limpieza, cocinan, cuidan niños, asisten a ancianos y realizan otras labores en hogares privados. Su trabajo ha sido crucial para una mayor participación de la mujer en el mercado laboral, y ha permitido a los ancianos mantener su independencia y recibir cuidados en su hogar. Sin embargo, frecuentemente carecen de reconocimiento social y de muchas de las protecciones legales disfrutadas por otros trabajadores. El trabajo doméstico de la mujer queda oculto tras la fachada de la “atención a la familia” y permanece invisible.
 
El trabajo casero, no obstante consumir muchas horas de rudo desgaste, no es reconocido como tal. No tiene un valor real a los ojos de la sociedad, en general, y de la familia en particular. Hasta el momento la OIT y otros han debido confiar en aproximaciones tentativas e informales sobre la extensión del trabajo doméstico. El informe presenta nuevas estimaciones mundiales y regionales sobre trabajadores domésticos, basándose en datos extraídos de estadísticas oficiales, principalmente de encuestas de fuerza de trabajo y censos poblacionales, cubriendo un total de 117 países y territorios.
 
El documento estima que en el mundo alrededor de 52 millones de personas trabajan en servicios domésticos, de las cuales más de 15 millones son niños y niñas de entre 5 y 17 años, cifra que equivale al 8,6% del total de niños trabajadores.
 
El trabajo doméstico es predominantemente realizado por mujeres, quienes representan 83% de todos los trabajadores domésticos a nivel mundial. La participación femenina varía de aproximadamente 64% en Oriente Medio y 67% en Europa del Este y los países CEI, a 92% en América Latina y el Caribe. Puesta en perspectiva, esta cifra es mayor que el número de personas empleadas en países grandes como Vietnam, México o Nigeria.
 
El trabajo doméstico representa no menos de 7,5% del empleo asalariado femenino a nivel mundial, en comparación al 1% de los trabajadores asalariados masculinos. Este hecho se acentúa en América Latina y el Caribe, donde el trabajo doméstico remunerado representa más de un cuarto del empleo asalariado femenino, y en Oriente Medio, donde prácticamente un tercio (31,8%) de las trabajadoras asalariadas son trabajadoras domésticas.
 
 
Más información:
 
Fundación Solón
https://www.alainet.org/es/articulo/79139
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