El mundo: suenan los tambores de guerra…
17/07/2013
- Opinión
Ciertamente Snowden, es hoy el criminal número uno que el imperio persigue para escarmiento a los arrepentidos cuyo arrepentimiento alegra al mundo.
Las palabras iniciadas mediáticamente por mister Assange son apenas la cara visible de una serie larga ya de militares, agentes, policías y diplomáticos que fueron silenciados por la muerte de muerte o la muerte civil.
La pena de muerte está marcada en las espaldas del ex agente arrepentido de la CIA. Todo apunta a que no serán las razones legales las que lo libren de culpa, sino la dignidad de unos cuantos pueblos antiimperialistas, preferentemente latinoamericanos, tercamente latinoamericanos.
La historia de esta historia, será bastante larga como para que nos quedemos cruzados de manos.
El imperio no cruza jamás sus mañas, las prepara constantemente para el próximo zarpazo criminal. Se adiestra con los pueblos pequeños y adquiere maestría con sus propios aliados grandes.
Europa es hoy, y no queda duda alguna, su patio trasero y los europeos se sienten de modo imaginario el trasero del patio trasero.
Curiosa paradoja del orden colonial, el colonizador europeo experto en colonizaciones, es hoy colonia de una de sus colonias más prosperas: los Estados Unidos de Norte América.
Los EEUU han llegado a la crisis de crecimiento capitalista, sus mecanismos coloniales más conocidos son insuficientes para el dominio mundial, se anuncia por ello un nuevo orden mundial, donde la vanguardia son los muertos de guerras preparadas arteramente.
Y las guerras no comienzan de la noche a la mañana, son acomodadas con meticulosidad patológica, lo hizo Hitler, lo hicieron los anticomunistas, lo hacen hoy los antiterroristas y lo hicieron a lo largo de toda la historia de la humanidad quienes necesitan más riqueza para resolver la crisis que anuncia su pobreza.
Pero hoy, nada está preparado por el destino, como nos decían en las dictaduras curas infelices de espíritu pero felices de materialismo capitalista.
Nada hoy está escrito, se está escribiendo a mano y sin permiso, se está escribiendo en países históricamente maltratados, despreciados, humillados y depreciados. Países colonizados que decidieron romper la tragedia y abrir la esperanza para entrar en la puerta grande de la libertad de libres de verdad.
Se está escribiendo con manos callosas, con pies endurecidos por miles de marchas. Con la verdad de indios levantiscos y analfabetos que no aprendieron a mentirle al país, sino a su propia pobreza para dignificarse en sus carencias y dignificar la suerte de sus mujeres e hijos y al hacerlo nacer como país, como patria verdadera, como nación de muchas naciones.
Hoy, como la historia suele preparar, el liderazgo está en manos de quien creció, en manos con cerebro propio, sintiendo la descolonización como misión libertaria, emancipatoria, viviendo la descolonización como programa político y como visión de país.
Las más grandes revoluciones de nuestra américa florecieron cuando visualizaron al orden colonial como el más peligroso de los modelos de dominación capitalista.
Hoy ese liderazgo tiene nombre y por lo tanto representa un peligro mundial para el capitalismo, en consecuencia escarmentarlo como a un criminal no es una decisión política sino una premisa anterior a la decisión política.
Escarmentar al indio, preparando terrenos de muerte, no es una cuestión de la real politik sino de necesidad previa para anunciar escenarios de guerra, y son los escenarios de guerra los que hoy están en camino, aunque a muchos les suene muy lejano el anuncio.
Todo está grabado en la memoria, testigo de la vida y la historia… dice la letra en una vieja canción y el 16 de julio, después del atentado contra la vida del presidente, después de haber iniciado la dignificación de América Latina para lograr su segunda y definitiva independencia constituyen un momento de celebración política, que ovacionan el ancho vuelo de libertad antiimperialista y anticolonialista y anticapitalista, como constantemente -y con toda razón- nos lo recuerda Evo Morales.
Idón Moisés Chivi Vargas es Director General de Estudios y Proyectos - Viceministerio de Gestión Comunicacional - Ministerio de Comunicación- Bolivia
https://www.alainet.org/es/articulo/77776
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