Aportes teológicos sobre el secuestro de Evo Morales
04/07/2013
- Opinión
El vergonzoso papelón de países europeos al no brindar pista al avión del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, mereció abundantes y responsables análisis desde la óptica diplomática, justicia internacional, ideológica y estrategia internacional. Se hace necesario aventurar con algunos aportes desde la teología.
Inteligente planteo el de Evo Morales al preguntarse “No sé cuál era el objetivo central ¿Sólo asustarme? ¿Acallarme? ¿Intimidarme? ¿Cuál era la meta?” Los interrogantes apuntan a descifrar las motivaciones ocultas del hecho. En otro momento agregó si “Nuestro pecado es ser indígenas y antiimperialistas”
Ser indígena es una cuestión de fondo para colonizadores como España, Portugal, Francia. Avasallaron los continentes africanos y latinoamericanos con la premisa de que sus habitantes originales no era humanos.
Planteado el debate sobre su humanidad, por quienes visualizaron el tremendo error de los colonizadores, los españoles decidieron transportar a un aborigen para que los peninsulares sentenciaran al respecto. Acordaron que era humano pero, por intereses obvios, lo pasaron a la categoría de sub-humano o, más suaves, en el segundo orden de la humanidad.
Tratamiento similar a lo que se plasmó en Estados Unidos y en los esclavistas ingleses del siglo XVII/XVIII. También Francia, especialmente en Argelia. Caso interesante pues los franceses desplegaron un criminal aparato represivo que luego, adoptado por Estados Unidos y enseñado en la Escuela de la Américas, se aplicó en dictaduras, como el caso de Argentina, para eliminar los sub-humanos comunistas y subversivos con el apoyo de una importante fracción del cristianismo que fue la Iglesia Católica Romana.
En esas situaciones funcionó la interpretación teológica con referencias a dogmas y pseudos-citas bíblicas. Igual metodología se aplicó en los casos de los de “tez negra” Esa interpretación teológica tuvo su base en Europa y luego en Estados Unidos, todos de tez blanca, europea y anglo sajona.
A la correcta interpretación de que lo que se hizo con Morales no lo hubieran hecho con un presidente de un país de las zonas mencionadas – llamativamente se repitió el ejemplo de Canadá- ilustra el aporte teológico proveniente de un cristianismo europeo y anglosajón que se adjudica el derecho de distinguir entre los humanos válidos y los inválidos.
La segunda parte de la frase de Evo Morales, si el pecado es ser antiimperialista, se adosa a lo expresado. Ser antiimperialista es afirmar el rescate de la identidad propia. Definirse por lo que es y no por lo que quieren hacerle ver que es. También algo terrible, pensar por cuenta propia.
Resulta aleccionador recordar que el Apóstol Pablo, en su carta a los Romanos, capítulo 12, al apelar a una nueva forma de vivir pide que “cambien de manera de ser y de pensar”. Dejar de ser como copia de los otros y de “pensar” Para la concepción teológica mencionada “el pensar” no está en los cánones de los que son diferentes a ellos, en este caso particular el indígena.
No hay porque obviar los enfoques jurídicos, diplomáticos, estratégicos. Son válidos. Sin embargo en las motivaciones ocultas de países que aún se adjudican ser cristianos o que sin esa adjetivación todavía son manejados por el inconsciente colectivo de la interpretación de equivocas tradiciones cristianas, el punto teológico debe ser tenido en cuenta en lo ocurrido al presidente Morales usando un transporte altamente apelativo para el análisis teológico contemporáneo.
El gran plástico argentino León Ferrari tuvo el privilegio de ser conocido por sus obras de interpretaciones teológicas. Una de ellas, tal vez las más conocida, es la del Cristo que está cubierto por un avión de guerra. Un “cuadro” que cobija miles de palabras sobre el sin sentido de la llamada civilización occidental.
En Argentina está más que comprobado los vuelos de la muerte. Una alterativa a las varias que utilizó la Dictadura Cívico-Militar que tenía una fuerte y clara concepción teológica de como eliminar lo sub-humano para construir una sociedad selectiva. El río/mar no se hizo cargo de tal concepción teológica y devolvió lo que le hastiaba tener en su seno.
La concepción de la limpieza racial se fortaleció en Estados Unidos con el permiso para el accionar de los “drones”. Solo en Pakistán mataron más de 5.000 personas con aviones no tripulados. La máquina como herramienta para la espuria humana. Genial lo de Jesús cuando descartó que el comer era impuro para centralizarlo en el corazón de la persona desde donde vienen las guerras y las muertes. La máquina es la excusa.
La obra de León Ferrari, además de una genialidad pictórica, es una apelación teológica que desnuda la función del ídolo del avión. Velocidad y destrucción. Nada es casual. Tampoco que lo de Morales haya ocurrido en un avión.
No fue el azar de que la excusa haya sido que Morales llevaba al topo Edward Snowden. Como a Julian Assange, editor de Wikileaks.y al mayordomo de BXVI, Paolo Gabriele, Snowden es catalogado como traidor. Los medios ya la están haciendo carne en la interioridad de sus lectores y receptores. Extraña adjetivación para personas que dan a conocer verdades ocultas. Desde la buena teología surgen las apreciaciones de Jesús de que lo oculto será proclamado desde los terrados y que la Verdad debe ser conocida. La palabra traidor se usa para ocultar la verdad.
Este asunto de Snowden/Assange/Gabriele apela a tener en cuenta que ahora los supuestos traidores son de tez blanca. A Estados Unidos ya no le alcanza la negritud como depósito de sus furias ni al Vaticano los herejes para esconder sus mentiras. Snowden asociado a Morales es más que una simbología. Es una realidad de que cierta interpretación teológica de la historia llegó a sus límites. No da para más. Detrás de ese fin de frontera se encuentra también la gran batalla de cristianos y cristianas que luchan por sacar a Cristo del enclaustramiento eclesiástico.
En marzo de 2012, Evo Morales expresó que “Los países antiimperialistas de América latina somos acusados de terroristas, autoritarios y de narcotraficantes (…), no hay Consejo de Seguridad en las Naciones Unidas, creo que es un Consejo de inseguridad, por eso hay que empezar a democratizar las Naciones Unidas, tengo profundas diferencias si hablamos de la vida”.
Sabio Morales, las diferencias aparecen cuando hablamos de la vida y si hablamos de la vida la cuestión teológica no puede estar ausente.(PE)
Fuente: Ecupres- Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
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