Ecuador

Temas de guerras

Alfredo Vera

07/04/2013

Opinión

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Con mentalidad aguda y vasta experiencia, en su última reflexión, Fidel Castro pone una voz de alarma y hace un llamado a Corea del Norte y al Presidente Obama para que eviten el desate de una guerra nuclear pues sería una catástrofe para la humanidad.

Aunque no se justifica la reacción violenta de Corea del Norte (decimos nosotros), es lo cierto que los Estados Unidos y Corea del Sur se aconchaban para repetir y realizar periódicamente unas llamadas ¨maniobras militares conjuntas¨ que son una provocación porque son operaciones para preparar una posible invasión a Corea del Norte.

Eso de jugar con armas y peor si son nucleares es una insensatez que debe ser repudiada por todos los Estados, encabezados por la ONU, aunque fuese una declaración lírica, puesto que USA nunca ha admitido el casi unánime (menos 2 votos) pronunciamiento de los Estados, demandando el cese del criminal bloqueo contra Cuba.

Esa posible guerra de verdad nos hace acordar de la intentona de esa ridícula guerra de baja o casi subterránea intensidad, que desata la “International Asocieted Bussines Press” (IABP, por su sigla en inglés), o sea la vulgarmente conocida SIP, en contra del Ecuador, en acción preventiva ante la certeza de que ahora sí fue cierto que se les viene encima la expedición de la ley que castigará severamente a los que, disfrazados de periodistas, calumnian y difaman a los ciudadanos comunes y que se ensañan con los servidores públicos, con mayor razón mientras más alta sea la jerarquía de la víctima.

La prensa mercantil asociada a nivel internacional declaró una sórdida guerra contra el Ecuador, aduciendo que en este país se persigue a los que mienten y calumnian.

Ellos quisieran que “El Mayor diario de las Islas Caimán” no sea enjuiciado por acusar al Presidente Correa de ordenar disparar contra un hospital y que cualquiera de ellos tenga derecho a llamarlo, dentro y fuera de las fronteras, “dictador”, y todos los sinónimos que se les antoje, aunque no presenten ni una prueba.

La dueña del mayor comerciante de los diarios capitalinos, para oponerse a que se construya en Quito un edificio porque le obstruye una partecita de la vista hacia uno de los valles, con su poder de difamación omnímodo, me acusa de haber cometido dolo cuando fui Concejal y, como no tengo armas de ningún calibre para defenderme de la calumnia, tampoco puedo hacer ni una escaramuza, ¡peor un remedo de guerra!

Toca esperar que un día no lejano la justicia sea para todos incluyendo a los comerciantes editores de diarios dueños de las honras ajenas.

- Alfredo Vera, escritor, periodista ecuatoriano, ex ministro de Educación, http://alfredovera-ecuador.blogspot.com

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