La Amenaza del Tratado Transpacífico
11/03/2013
- Opinión
Han transcurrido 20 años desde el inicio del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) y los daños que ha suscitado deben motivar la suspensión del Tratado Transpacífico actualmente en negociación
Esta semana se ha llevado a cabo en Singapur la 16ava ronda de negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, o Tratado Transpacífico (TTP). Es la segunda ocasión que Canadá y México se han reunido con los otros nueve países del TTP desde que el gobierno estadounidense invito a sus aliados del TLCAN ha unirse el año pasado.
El TTP es un gigantesco tratado de carácter expansionista, y es el más grande de la llamada era de “la nueva generación” de tratados y negociaciones de inversión. Los países del TLCAN lo procuran ahora debido al estancamiento en la Organización Mundial del Comercio. Este tratado multilateral posee serias amenazas para los pueblos de la región de Norteamérica, y va a ser combatido por un movimiento tri-nacional conformado por activistas en favor de la justicia en el comercio internacional, quienes se están preparando para una posible ronda de negociaciones del TTP que se llevarían a cabo en el mes de Julio en Canadá.
Desde que el TLCAN fue firmado hace ya casi veinte años, los tres países norteamericanos han sufrido una disminución de buenos empleos, la inequidad del ingreso ha empeorado, se han debilitados la prestación de servicios públicos ya sea por escasa financiación o por la entrega de estos al sector privado, se ha visto un aumento de la inseguridad alimentaria (particularmente en México) y los ecosistemas han sufrido graves consecuencias. Con el TLCAN se prometió una prosperidad económica para Norteamérica que supuestamente beneficiaría a todos. Sin embargo, en enero del 2014 el TLCAN cumplirá 20 años y las promesas de derramas económicas para los pueblos no se han llevado a acabo.
Tres Naciones, Sin Ganadores
En los últimos diez años Canadá ha perdido 500,000 empleos en el sector manufacturero. El último reporte de United Way Toronto encontró que en Toronto y sus alrededores, que conforman la urbe más grande de Canadá, un 20% de sus habitantes se encuentran empleados en condiciones precarias, inestables o con trabajos de tiempo parcial. Este tipo de empleo ha aumentado en un 50% en los últimos veinte años. En este mismo periodo no se ha conocido o implementando ningún programa social relevante. El “libre comercio” ha erosionado de manera grave nuestra percepción de cómo las personas pueden trabajar juntas por el bien común.
Actualmente, Canadá esta enfrentado en tribunales internacionales demandas que llegan aun monto de 2 mil 500 millones de dólares por parte de corporaciones transnacionales. El TLCAN posibilita el que los Estados sean sujetos a estos tipos de demandas, cuando los posibles ingresos de las corporaciones se vean amenazados por leyes de seguridad, medio ambiente o salud que afectan el libre desempeño de sus operaciones. Entre las demandas recientes, se incluyen la de una corporación estadounidense que esta desafiando un moratorioum a la fracturación (o fracking) de gas natural en Quebec, la decisión de una corte para anular un patente de Eli Lily, la decisión en contra de la apertura de una nueva cantera de grava en Ontario debido a las consecuencias que pueden afectar el agua y a las tierra agrícolas y muchas otras.
Durante 1994 cuando el TLCAN entro en rigor, en México millones de pequeños agricultores se vieron desplazados, desatando una migración masiva a los Estados Unidos. El TLCAN le dio un gran golpe a México durante la crisis financiera de 2008-2009 debido a la fundada dependencia de México hacia los EEUU. De hecho, el periodo del presidente Felipe Calderón ha sido caracterizado como el mas lento desde 1954, solo 1.58% en promedio desde 2007 al 2011. Según indicadores del Banco Mundial desde 2007 al 2010 el PIB per cápita en México disminuyó en un 3.71 %, lo cual fue catalogo como el peor desempeño en Latinoamérica, y todo esto debido a la dependencia de la economía de México de las exportaciones hacia Estados Unidos. México también enfrenta varias demandas de empresas transnacionales, la mayoría estadounidenses, por cientos de millones de dólares. Un caso reciente fue la victoria de la transnacional agroalimentaria Cargill sobre México por 77 millones de dólares.
Estados Unidos, país que lidera las negociaciones del TTP, también se ha visto afectado por el TLCAN. En febrero la AFL-CIO desmintió el que el TTP ofrezca beneficios a los trabajadores, subrayando que el déficit del comercio estadounidense “ha aumentado dramáticamente desde el TLCAN –de 75 mil millones de dólares en 1993 a 540 mil millones hoy en día (en términos nominales).” La AFL-CIO afirma que desde el inicio de la implantación del TLCAN “el crecimiento del déficit con México le ha costado a los Estados Unidos 700,000 empleos.” La AFL-CIO en cambio, está haciendo un llamado a un Nuevo Tratado Global que promueva el crecimiento “con equidad, preservando la salud y la seguridad, al mismo tiempo que garantice un desarrollo sostenible.”
La Nueva Generación de Grilletes
La nueva generación de tratados comerciales y corporativos como el TTP y los propuestos tratados de “amplia envergadura” que Canadá, EEUU y México buscan con la Unión Europea pretenden inhibir nuestra habilidad para alcanzar estrategias económicas distintas. Estos tratados están diseñados para garantizar que los gobiernos no tengan poder en el control de la economía, y que simplemente sean útiles para utilizar los dólares de los impuestos para rescatar grandes bancos y otras corporaciones.
Al igual que el TLCAN, el TTP restringiría nuestra capacidad de implementar regulaciones en áreas importantes como las finanzas, la industria, el medio ambiente, contratación publica, y en crear programas alternativos para crear trabajos desde los hogares. Los “libre comercio” ofrece subsidios a los ricos y mete a todos los demás a una competencia encarnizada. De esta manera, no es ninguna sorpresa que las comunidades del hemisferio occidental se estén movilizando para luchar en la venidera batalla en contra del TTP.
El primero de diciembre, cientos de activistas en Canadá, Estados Unidos y México en favor de los derechos laborales y comunitarios, por la salud publica y la libertad en el Internet, se reunieron en el Parque del Arco de la Paz en la frontera de British Columbia en Canadá y del Estado de Washington en Estados Unidos. La declaración que emanó de este encuentro estratégico de unidad Tri-Nacional ha sido firmado por cientos de organizaciones que representan a miles de personas a lo largo del continente.
Desde el pasado primero de diciembre asociaciones transfronterizas, de comunidades y ONG de Centro América y de todo Latinoamérica han levantado las voces colectivas para oponerse al TTP. Esta oposición se ha consolidado en la Cumbre de los Pueblos de Santiago de Chile- que fue paralela a la cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC)- el pasado mes de enero, en donde se reunió la sociedad civil para expresar y compartir sus preocupaciones y desarrollar estrategias para detener este tipo de tratados. La sociedad civil del hemisferio ha identificado al TTP como una “herramienta de desintegración” para la región ya que intenta desestabilizar los procesos de integración regionales los cuales a su vez representan un obstáculo para el modelo neoliberal inherente al TTP.
Estas alternativas regionales incluyen a UNASUR, CELAC al igual que los bloques económicos regionales de MERCOSUR y ALBA. El TTP ha sido catalogado por América Latina como el Segundo intento de los Estados Unidos para imponer en la región la fracasada Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), contando con la ayuda de países cuyos gobiernos están subordinados a los Estados Unidos bajo la ideología neoliberal y economías de “libre mercado”.
Detener a nuestros gobiernos para que no cometan mas daños con pactos que defienden los derechos corporativos, como el TTP, tiene que ser una prioridad de los pueblos de Norteamérica. Debemos demandar alternativas más justas y un régimen comercial sustentable a nivel global. Los tratados y las inversiones deben respetar y promover los derechos fundamentales, el medio ambiente, la soberanía indígena, los derechos laborales, incluyendo igualdad en los derechos de los trabajadores y de las personas afrodescendientes.
Las comunidades y los gobiernos locales necesitan de una manera activa crear empleos con buenos salarios y prestaciones, de manera que no denigren la dignidad de nuestras hermanas y hermanos a nivel global.
Gente rica, Comunidades pobres
Los gobiernos deben de tener la capacidad de promover políticas publicas responsables y de manera incluyente para el interés publico, sin tener que temer a demandas catastróficas en tribunales de inversiones excluyentes y a puertas cerradas, a espaldas de los afectados.
El “libre comercio” hace de los ricos más ricos pero crean comunidades pobres. Tenemos veinte años de evidencias con el TLCAN… no queremos más!. Detengamos el TTP!! Firmando la Declaración de Unidad Tri nacional en contra del Tratado Traspacífico. Para conocer más y unirse puede entrar a www.TTPxborder.org
Autores: Raúl Burbano, Kristen Beifus y Manuel Pérez-Rocha
Raul Burbano es el director de Common Frontiers (Canadá). Kristen Beifus es la directora de Washington Fair Trade Coalition y Manuel Pérez-Rocha es miembro de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC) e investigador del Institute for Policy Studies (IPS).
https://www.alainet.org/es/articulo/74452
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