COVID-19, su impacto en la vida de las mujeres

La COVID-19 influye duramente en el desenvolvimiento laboral y personal de las mujeres en el mundo, y hace aún más evidentes las desigualdades vividas por ellas.

28/09/2021
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La pandemia no solo afecta la salud pública sino también la vida social, política y económica de la sociedad, profundiza las desigualdades ya existentes. Los efectos de la crisis por COVID-19 son resentidos por los grupos vulnerables, especialmente el de las mujeres, al ser más impactadas por la pobreza, el desempleo y el incremento del trabajo de cuidado no remunerado. En el presente texto se hablará de cómo la pandemia afecta el entorno laboral y la vida personal de las mujeres.

 

Según Deloitte Global, a nivel mundial se estima que la pandemia ha afectado a aproximadamente el 80% de las mujeres profesionales, a quienes impacta tanto en la vida profesional como en la esfera familiar y personal, al tener que asumir una mayor carga de trabajo en sus hogares. Además, casi el 60% de las mujeres con hijos reportaron tener un aumento en responsabilidades al también ser encargadas de la educación a distancia de sus hijos.

 

Estos efectos han llegado a todos los rincones del mundo. Por ejemplo, de acuerdo con datos del Statisches Bundesamt -la fuente oficial de estadísticas alemana-, a partir de la pandemia las mujeres en Alemania son las que ejercen la mayoría de los trabajos decretados como esenciales (en sector salud y de limpieza) y estos son los trabajos con menor paga. A su vez, las mujeres declararon dedicar 9.6 horas al cuidado de los hijos durante un día laboral a diferencia de las 5.3 horas dedicadas por los varones, por lo que las mujeres además de trabajar horas extenuantes se espera que se encarguen del cuidado de los hijos en casi el doble de horas que sus compañeros hombres.

 

En China, de acuerdo con Deloitte Global, se estima que por la COVID-19 el 56% de las mujeres renunciarán a su empleo en los siguientes 2 años, mientras que el 16% planea abandonar la búsqueda de empleo por completo, al no tener apoyo ni flexibilidad en sus lugares de trabajo. Desde el comienzo de la pandemia las mujeres chinas han experimentado un decremento en la inclusión en sus trabajos, ya sea al ser excluidas de juntas importantes, al ser menospreciadas por sus colegas varones o incluso al ser tratadas con poco respeto.

 

En América Latina, datos oficiales de la ONU muestran que más de la mitad de las mujeres laboran en los sectores más afectados por la contracción económica tales como el trabajo doméstico, el turismo, la manufactura, servicios administrativos y sector salud. Alrededor de un 12% de las mujeres latinoamericanas trabajan como empleadas domésticas y el 77% de ellas no tiene acceso a seguridad social pues laboran de manera informal. Además, el 74% de las mujeres empleadas domésticas se han visto afectadas por el desempleo o la pérdida de horas y salarios. Esto debido a la precariedad del sector por los bajos salarios y falta de prestaciones de ley.

 

Otro efecto de esta es el aumento de la violencia de género. Desde el confinamiento, en México las llamadas a los números de emergencia por violencia doméstica incrementaron en un 20% en el 2020 en comparación con el 2019. A nivel nacional la violencia familiar fue el motivo por el cual se recibieron más llamadas al 911 en el 2020 con poco más de medio millón de registros, seguido por violencia contra la mujer con 260 mil y violencia de pareja con 236 mil. En la Ciudad de México, la Fiscalía General de Justicia reportó poco más de 27 mil carpetas de investigación por violencia familiar en el 2020, equivalente a 76 denuncias al día.

 

En el caso de Argentina, antes de la pandemia las llamadas diarias a los números de ayuda a las víctimas de violencia doméstica oscilaban entre 266 y 287, después de iniciar el confinamiento las llamadas se elevaron a un promedio de 340 al día. En cuanto a los feminicidios, el número de mujeres asesinadas bajó durante la pandemia. Pasó de 344 asesinatos de marzo del 2018 a marzo del 2019 a 288 de marzo del 2019 a marzo del 2020, sin embargo, el porcentaje de feminicidios en la vivienda de la víctima se elevó en un 4.9%.

 

La cantidad de feminicidios en Perú bajó durante la pandemia. Entre enero y agosto del 2020 el número de mujeres asesinadas bajó en un 25% con respecto al mismo periodo de un año antes. Sin embargo, se elevaron los casos de violencia doméstica. La Línea 100 es una línea telefónica peruana dedicada a la atención a personas afectadas por violencia familiar o sexual. Durante marzo del 2020 la línea registró poco más de 10 mil llamadas y para el mes siguiente, ya decretado el confinamiento, el número ascendió a casi 19 mil con violencia psicológica como principal causa de búsqueda de apoyo.

 

La pandemia ha afectado a todos sin duda alguna, pero lo ha hecho de forma diferenciada. Es cierto que la mayor cantidad de casos y, por consecuente, de muertes son de varones por lo que ellos son los más afectados por el virus. Las mujeres por su parte suelen ser las más afectadas por las resoluciones a nivel político, social y económico con respecto al manejo de la crisis. La COVID-19 influye duramente en el desenvolvimiento laboral y personal de las mujeres en el mundo, y hace aún más evidentes las desigualdades vividas por ellas.

 

- Gabriela Ramirez, Facultad de Economía, UNAM, miembro del obela.org

- OBELA: Oscar Ugarteche (Coord), Armando Negrete, Carlos de León, Bertin Acosta, Joselin García

https://www.alainet.org/es/articulo/213948?language=es
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