Chile: ¿crisis en el neoliberalismo o crisis del neoliberalismo?

El capitalismo neoliberal ha fracasado estrepitosamente en Chile. Las secuelas, como siempre, la pagan los hombres y las mujeres de trabajo.

14/04/2021
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A partir de octubre del 2019 se inicia un abierto proceso de cuestionamiento del orden neoliberal dominante en Chile. Las movilizaciones de los años anteriores, impulsadas por diversos movimientos sociales que enarbolaban reivindicaciones sectoriales, desoídas con soberbia y displicencia por el régimen neoliberal, son catalizadas por el masivo y virulento despertar caracterizado como estallido social, revuelta o rebelión popular.

 

Sin afán de precisar esta caracterización que puede ser definida a partir de diversas matrices de análisis, dada la complejidad política en curso, optaré por hablar de rebeldía social. Este fenómeno de insubordinación ciudadana constante nos acompaña con sus diversas manifestaciones y matices hasta el primer trimestre del año en curso, signado por turbulencias que afectan al conjunto de la sociedad. Cuestión mas que innegable en las áreas de la salud —debido al Covid19— economía, política, corrupción, seguridad, legitimidad gubernamental, violencia represiva y militarización policial del Wallmapu, por mencionar los efectos más tangibles de la crisis que traspasa a todas las instituciones y espacios sociales del país.

 

Desde la herencia de diecisiete años de la dictadura se construyó en Chile un andamiaje que aprisionó y cercenó las antiguas instituciones sistémicas y sociales del país, convirtiendo las correlaciones sociales, políticas, culturales y económicas en lugares y dinámicas mercantiles. Las que pasaron a ser controladas por el mercado (privado) dejando al arbitrio de las transacciones monetarias los servicios y programas sociales, previamente en manos del Estado y entidades del sector público.

 

De ese modo la agenda neoliberal da el zarpazo a los bienes del Estado y por extensión, a los bienes comunes de la población. Y simultáneamente se instaura una suerte de híbrido democrático en el que coexisten procesos electorales y funcionamiento de partidos políticos acompañado de un férreo Estado autoritario, utilizado para controlar jurídicamente y reprimir con bestialidad dictatorial a la disidencia1.  En el capitalismo no hay nada que se parezca a la democracia, más aún cuando durante siglos se han prohijado regímenes autoritarios y dictatoriales con una secuela de incontables crímenes. El principal cultor del neoliberalismo lo expresa abiertamente. “Al respecto Hayek dijo que 'la libertad de elección debe ser más practicada en el mercado en vez de las urnas, la libre elección puede al menos existir bajo un régimen de dictadura, pero no bajo una democracia sin límites'”2.

 

Una larga lista de todo lo que pagamos a precio de usura en la actualidad, en el pasado se pagaba a compañías del Estado sin fines de lucro; los servicios sociales, la seguridad social (pensiones incluidas) y los bienes comunes pasaron a amplificar los activos del gran capital. Conocemos los nombres de quienes se han enriquecido ilícitamente y las empresas que se han apropiado de lo nuestro3. Esto lo consigna un estudio reciente de la revista Forbes donde se detalla algunas de las mayores fortunas de Chile, construidas primero con la anuencia de la dictadura y al amparo de los gobiernos de la Concertación después.

 

El capital se adueñó desde nuestras aguas hasta las pensiones4. Unos impulsaron el despojo y otros lo consintieron, y hasta el presente rehúsan enfrentar su conversión al liberalismo socialdemócrata, aceptando las reglas del juego legadas por la dictadura y su anclaje social en la mesa del rey.  Es conveniente no olvidar que la mayoría de las políticas que rigen nuestra vida fueron activadas durante la dictadura cívico-militas. Los civiles aun gozan de magnos privilegios y no han pagado sus crímenes, y rondan regularmente los pasillos de la Moneda.  

 

La crisis combinada que se inicia con la rebelión social continua, con el Covid19 empieza a cerrar un ciclo corrupto de dominación neoliberal, en tanto sus políticas y sus entidades son impugnadas y cuestionadas por los movimientos sociales, como asimismo develada su insolvencia sanitaria para lidiar con la pandemia.

 

Mientras, en el período más brutal de contagio por el Covid-19 extensos sectores de la población que habían logrado eludir la pobreza mediante la deuda y la explotación laboral, vuelven a caer bajo los índices de pobreza y en la más completa vulnerabilidad5. Por otro lado para los llamados súper ricos, según publica el periódico El Siglo, su fortuna ha crecido en un 74%: de 23,2 a 40,3 mil millones de dólares.

 

Una explicación a esta profunda y perversa contradicción nos lleva a la candente respuesta de que el capitalismo neoliberal ha fracasado estrepitosamente en Chile, tal como muchas y muchos lo hemos denunciado por largos años, sin tener la capacidad para contener la avasalladora ola neoliberal. Las secuelas, como observamos y tal como siempre ocurre en el capitalismo, la pagan los hombres y mujeres de trabajo. El hambre, que muerde a los barrios populares se acoplará, una vez más, con la pobreza extrema a la cual, con espanto, van regresando millones de hombres y mujeres con su prole. Los mismos, hombres y mujeres, que trabajan, producen y alimentan a toda la sociedad, incluyendo a sus explotadores. Asimismo, sin el retiro del 10% de los fondos de pensiones de los ahorros de las y los trabajadores, los niveles de pobreza serian aún más abultados y el funcionamiento de la economía no tendría la fluidez que permitió los altos índices de sobre-acumulación que ostentan las ocho familias del ranking Forbes.

 

El discurso falaz de los concertacionistas sobre la reducción de la pobreza se desploma como un castillo en el aire, lo que no es exagerado es que muchos conversos pudieron construir un socialismo muy sui géneris: bienestar para mi y los míos, los demás que se jodan en manos del mercado. Los conversos han devenido los administradores, asesores, sirvientes y renegados al servicio del neoliberalismo, muchos de ellos se transformaron en intelectuales y académicos orgánicos del régimen neoliberal6. Y en los casos más perversos, como oficinistas, fueron instrumentos represivos de la fábula transicionista[1].

 

Crisis transversal múltiple

 

Tras todas las artimañas invocadas por el régimen neoliberal, la derecha heredera de la dictadura y la Concertación de Partidos por la Democracia, estos actores se contentaron con compartir el modelo económico e institucional legitimado por la transición a la democracia. Fueron ellos quienes en el año 2005 celebaron la constitución “democrática” rubricada por Ricardo Lagos bajo la espada de Damocles de Pinochet7. No obstante, el armazón de la constitución neoliberal mantenía y protegía los privilegios y la supremacía del capital en desmedro del trabajo.

 

Este capitalismo ya no es capaz de buscar un camino de rectificación a sus desgastadas construcciones sociales. En otras palabras, el capitalismo que conocemos ya no puede garantizar servicios, oportunidades ni programas sociales básicos para la población. Las luchas sociales actuales por la recuperación de los servicios sociales y los bienes comunes ponen límite a la ampliación y acumulación del capital en la cúspide de la sociedad, y van abriendo espacios a nuevas modalidades de construcción social, creando caminos desde nuestra propia experiencia y capacidad creadora. No estamos para calco ni copia, sino para la creación heroica, parafraseando a Mariátegui.

 

De lo que se trata es de construir en el contexto de la Convención Constitucional una vía a una constituyente social capaz de generar convergencias sociales y políticas que apunten a ampliar las agendas sociales de quienes se enfrentan al régimen neoliberal personificado tanto por el gobierno de Piñera como por la ex Concertación. Si la actual fuese una democracia plena y participativa el actual gobierno habría sido impugnado y desalojado de La Moneda hace tiempo.

 

Este ilegítimo gobierno se caracteriza por utilizar al Ministerio del Interior, las fiscalías y el poder judicial para reprimir, judicializar y castigar a la disidencia al modelo. Han violado todas las normas existentes de coexistencia social confiriendo a carabineros, la PDI y las Fuerzas Armadas el papel de gendarmes de la apropiación de nuestros derechos por parte del capital, violando brutal y sistemáticamente los derechos humanos. Este gobierno ha dejado al descubierto los abusos y humillaciones de las clases dominantes como asimismo sus insultantes privilegios. Ya es hora de conquistar los equilibrios sociales, económicos, culturales, de género y refrendar las demandas de las naciones indígenas. 

 

La postergación de las elecciones refleja la bancarrota neoliberal y el desastre de las políticas contra la pandemia. Pareciera que en una tormenta perfecta el Covid-19, que retrasó la rebelión social de octubre, golpea ahora la soberbia del gobierno y sus erradas políticas para superar la crisis sanitaria. Otros países, los cuales son por lo general mirados de soslayo por el chovinismo que nos enclaustra, realizaron sus elecciones sin mayores contratiempos, mientras el paraíso neoliberal hace agua por los cuatro costados.  Piñera es lo más cercano a Pinochet que ha existido y aunque el tirano se salvó de la cárcel esperamos que su heredero más próximo pague por sus crímenes.

 

El Wallmapu8, por otro lado, es escenario de la puesta en acción de todas las patologías contenidas en el Estado de Chile, dominado históricamente por prácticas racistas, coloniales (por tanto, criminales), clasistas y represivas, en otras palabras, la estirpe retratada de las clases dominantes de este país. Todo tipo de acciones represivas se cometen a diario contra la nación Mapuche: montajes judiciales y policiales, noticias falsas, ocupación territorial, abusos y violencia contra la integridad cultural y territorial del Wallmapu. El pueblo Mapuche tiene el derecho a resistir y defenderse del estado de terror institucional y de las bandas civiles de los latifundistas.

 

Contraviniendo todas las convenciones internacionales, el Estado chileno profundiza la brecha histórica con la nación Mapuche y pueblos indígenas en general. Las ansias expansionistas del pasado colonial encajan bien con la voracidad de las forestales, pesqueras y agronegocios. La derecha, los empresarios y la socialdemocracia liberal deben entender que Chile solo puede sobrevivir y existir como Estado Plurinacional. Insistimos, la madre patria, si necesitamos una, se encuentra en el Wallmapu. En el territorio Mapuche no han sido treinta pesos ni treinta años, sino cinco siglos.

 

Con la concurrencia activa de los medios de comunicación, el régimen neoliberal cubre con un manto de impunidad todos sus actos ilegales contra el pueblo de Chile y sus organizaciones. Desconoce y estigmatiza a los presos políticos de la rebelión social, desecha los derechos sociales de la ciudadanía, desestima las demandas del pueblo Mapuche, desvirtúa la movilización de las mujeres e intenta cercenar sus derechos y resistencia antipatriarcal, excluye las reivindicaciones de la diversidad sexual y se atreve convertir la defensa de la naturaleza en la mercantilización del medio ambiente.

 

Es tiempo de convertir la múltiple crisis actual en una movilización de ruptura y salida del régimen neoliberal, una vez concluida la Convención Constitucional. Todos sus partidarios deben ser destituidos del poder político, por haber violado todos los derechos del pueblo de Chile. Solo así podremos empezar a construir un país plurinacional para todos y todas y reencontrarnos con el legado de hombres y mujeres que dignifican nuestra común historia.

 

 

 

 

Notas:

1 Relativización de la valorización de la democracia. El neoliberalismo percibe la democracia como una circunstancia histórica pero no la concibe como un proyecto consustancial de la libertad económica. En ese sentido, entiende que la libertad a la que apela trasciende el imaginario político de la democracia. Es decir, podría haber neoliberalismo sin democracia. https://www.significados.com/caracteristicas-del-neoliberalismo/

 

2 ¿A qué intereses responden las políticas y las leyes de Inteligencia y sus agencias? Aquí se exponen las responsabilidades de Marcelo Schilling, Jorge Burgos, Belisario Velasco, Nelson Mery, Óscar Carpenter, Luis Hermosilla, Andrés Chadwick, Jorge Barraza, Rómulo Aitken, Lenin Guardia y muchos otros. Es el recuento desgarrador de un policía que estuvo en la primera línea de esta oscura trama; un agente que aprendió cuál es el destino de quien opera desde las sombras. Jesús Silva San Martín, agente operativo de “La Oficina”, fue testigo y protagonista de la guerra sucia desatada por la Concertación a comienzos de los años 90: tortura en democracia, montajes policiales, delación, infiltraciones y agentes pagados. https://feriachilenadellibro.cl/producto/9789563591477-rati-agente-de-la...

 

3 Chile aparece con 8 nombres en el tradicional ranking de la revista especializada Forbes, con Iris Fontbona y la familia Luksic, Julio Ponce Lerou, Horst Paulmann, Sebastián Piñera y familia, Roberto Angelini, Álvaro Saieh, Patricia Angelini y Luis Enrique Yarur, quienes en conjunto vieron aumentadas sus fortunas en un 73% en 2020. https://www.elmostrador.cl/mercados/2021/04/06/los-super-ricos-chileno-f...

 

4 Las familias súper ricas pasaron de 23,2 a 40,3 mil millones de dólares. Esto, a pocos días que el Banco Mundial indicara que 2 millones 600 mil chilenos bajaron en su nivel socioeconómico y frente a estudios como del Hogar de Cristo, Fundación Sol y otros centros de estudios, que hablan de un alza de la pobreza en el país que se situaría, en términos reales, arriba del 20%. https://elsiglo.cl/2021/04/07/subio-74-fortuna-de-los-super-ricos-chilen...

 

5 Entre 2006 y 2017, Chile había reducido la pobreza (ingresos de menos de USD5,5 al día), de 19,6% a 3,7% y el porcentaje de población vulnerable (ingresos entre USD5,5 y USD13 al día) se había reducido de 43,9% a 30,1%. Chile ha sido una de las economías de más rápido crecimiento de América Latina en las últimas décadas, lo que ha permitido al país reducir significativamente la pobreza. Sin embargo, más del 30% de la población es económicamente vulnerable y la desigualdad de ingresos sigue siendo elevada.https://www.bancomundial.org/es/country/chile/overview#:~:text=Entre%202....

 

6 Mónica Echeverría: “Eugenio Tironi y Enrique Correa son peligrosos”. En entrevista con Patricio López, la profesora y dramaturga Mónica Echeverría habla sobre su reciente libro “¡Háganme callar!”, en el que recuerda a políticos que frecuentaban su casa durante la resistencia a la dictadura, muchos de los cuales hoy son serviles al sistema. “Hay ciertas cosas sobre nuestra historia con las cuales no podemos transar”, afirma. https://radio.uchile.cl/2016/05/19/monica-echeverria-todos-los-ideales-q...

 

7 El 2005 bajo la presidencia de Ricardo Lagos Escobar se realizaron reformas constitucionales que eliminaron la existencia de senadores designados o vitalicios, entre otras modificaciones. Además, se registró la firma de Ricardo Lagos en la Constitución, en reemplazo de la del general Pinochet. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-92403.html.

 

8 Wallmapu (país Mapuche) es el nombre con que se conoce a una amplia franja de territorio, en el sur      de Chile donde el pueblo mapuche se encuentra afincado mayoritariamente y considerado como propio y diferente al Estado chileno. https://radio.uchile.cl/2020/08/08/racismo-y-militarizacion-en-el wallmapu/#:~:text=En%20estos%20d%C3%ADas%2C%20la%20situaci%C3%B3n,por%20terratenientes%20de%20la%20zona. 

 

 
https://www.alainet.org/es/articulo/211821
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