El efecto del desastroso manejo de la política económica del país es la destrucción de cientos de miles de empleos en el país en estos tres años. Con el paradigma del ajuste se justificó la desvinculación de trabajadores del sector público y en el sector privado se exacerbó con la emergencia sanitaria. En efecto, la pandemia no solo no fue la principal causa, fue la excusa para vulnerar una serie de derechos laborales a través de la aplicación de los decretos del Ministerio del (no) Trabajo y después con la “Ley de Apoyo Humanitario”. La última encuesta de empleo realizada por el INEC entre mayo y junio 2020, de manera telefónica, demuestra lo complicado de la situación. Sin duda un esfuerzo importante pero que tiene limitaciones. Entre ellas la recolección de información en el área rural, la falta de variables para estimar la precarización. De igual manera, tiene información relevante que solo es posible observar al procesar la base. Por ejemplo, que el principal motivo del desempleo es el despido intempestivo: una clara muestra del beneficio al sector empresarial en detrimento de la clase trabajadora.

A nivel nacional según la Encuesta de Condiciones de Vida 2014 –ECV- el 61% de hogares no tiene servicio convencional de teléfono. En el área rural la situación es más complicada y el 82% no lo tiene. Por lo tanto, la complicada situación de este sector no se encontraría visibilizada de manera adecuada en el 2020 por la política económica del Gobierno de Moreno, exacerbada durante la pandemia y el manejo que las autoridades realizarán de la misma. Desde esa perspectiva, a diciembre de 2019 ya se observaba la destrucción de la economía en el área rural y no solo el incumplimiento sino el retroceso en los indicadores laborales del Plan Nacional de Desarrollo:

(…) la tasa de pobreza multidimensional en el área rural que se la pretendía reducir del 59,9% al 49,2% en 2021 y que a diciembre de 2019 se encuentra en un 71,1%. Eso implica un incremento de 11,24 puntos porcentuales. Y también se muestra este deterioro en la tasa de empleo adecuado en área rural que tenía como objetivo incrementarse del 27,8% al 35,2% al 2021. Sin embargo, a diciembre 2019 disminuyó al 20,6% lo cual plantea una disminución de 7,2 puntos porcentuales (Báez Valencia, 2020).

De esa manera, la disminución del empleo adecuado al 9,5% puede estar sobreestimada y la situación más dramática de la presentada en el área rural. Esto debido a la forma de recolección de la información, efecto de la emergencia sanitaria. La misma reflexión pero a nivel nacional puede observarse en el caso de los hogares más pobres, considerando que la misma ECV-2014 indica que en estos el 92% no tiene servicio de telefonía convencional. Con lo cual las condiciones de los hogares ecuatorianos son más preocupante de lo observado. Incluido la precarización que no puede ser estimada.

La precarización laboral, según las investigaciones sobre esta problemática, considera como dimensiones además del nivel de ingresos el acceso a la seguridad social y la estabilidad del contrato. En este último punto no existe información en la última encuesta del INEC lo que impide una comparación con años anteriores, en los que se observa un considerable aumento de la precarización, incluyendo a la población menos afiliada en los últimos nueve años. Por lo tanto, no es posible examinar la precarización en el 2020 del mercado laboral ecuatoriano y tampoco si en medio de la pandemia se realizaron contratos con más inestabilidad. En efecto, la segunda causa de desempleo fue la terminación de contratos (27%) y es probable que de darse nuevos contratos estos sean bajo las modalidades establecidas en la Ley Humanitaria como “contratos de emergencia” con su vulneración constitucional de salario por horas, impedido por el mandato ocho.

La principal causa del desempleo es por los despidos intempestivos realizados por el sector empresarial con un 32%, utilizando las figuras establecidas por el ministerio del (no) trabajo, defensor de los derechos empresariales según el ex ministro Poveda. De tal forma que se confirma hasta la saciedad que el gobierno de Moreno es un gobierno de élite empresarial y qué ocurre cuando un representante del Comité Empresarial Ecuatoriano toma las riendas de la economía nacional y beneficia solo a este sector en detrimento de la clase trabajadora. Por otro lado, se observa que la liquidación de la empresa apenas alcanza el 5% como causa del desempleo lo que implicaría que las empresas no cerraron en gran medida y para mantenerse prefirieron despedir a sus trabajadores con la expectativa de que se les realice nuevos contratos favorables para estos pero lesivos para los trabajadores, como ocurrió con la Ley Humanitaria. Y las que cerraron sus operaciones, probablemente se reestablezcan bajo otra nominación.

Gráfico 1. Motivos por los que dejó de trabajar 2020

Fuente: ENEMDU-telefónica 2020
Elaboración: Propia

En fin, la información de la Encuesta con el millón de desempleos es una cifra matizada de la destrucción del empleo y su deterioro en el país, especialmente en los sectores vulnerables y rurales. No obstante, es un importante avance en el conocimiento de la situación del mercado laboral. De igual manera, se confirma el beneficio al sector empresarial en medio de esta pandemia a partir de la decadencia de la clase trabajadora.

Bibliografía

Báez Valencia, J. (2020, Febrero 2). Unidad de Análisis y Estudios de Coyuntura. From El retroceso en los indicadores laborales del Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021, incluyendo el trabajo infantil: https://coyunturauceiie.org/2020/02/02/el-retroceso-en-los-indicadores-laborales-del-plan-nacional-de-desarrollo-2017-2021-incluyendo-el-trabajo-infantil/

Mora, M., & de Oliveira, O. (2015). La degradación del empleo asalariado en los albores del siglo XXI: Costa Rica y México. Papeles de Población, 195-231.

Coyuntura/UCE/IIEagosto 12, 2020