El 19 de mayo, el diario The Toronto Star, uno de los principales medios proveedores de información de Canadá, publicó un artículo de opinión “The Big Debate: Does Canada deserve a UN Security Council Seat?” (El gran debate: ¿Merece Canadá un escaño en el Consejo de Seguridad de la ONU?) El artículo consistió en dos puntos de vista opuestos. La voz que se pronunció por el ‘No’ se imprimió en forma de petición, la cual ha sido firmada por más de 100 personalidades principalmente canadienses, con la inclusión de las firmas de Roger Waters (Pink Floyd) y de Noam Chomsky. Bianca Mugyenyi, autora y activista canadiense, fue quien redactó el artículo de opinión.

El mismo día que salió la publicación del Toronto Star, un periodista le preguntó al primer ministro Justin Trudeau sobre la petición durante su ronda de prensa cotidiana sobre la pandemia.

“Christian Noël, Radio-Canadá [en francés]: “Hay una petición internacional que dice que Canadá no es digno de ocupar un escaño en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas e incluso varios canadienses la han firmado.

“¿Cómo responde a las personas que dicen que Canadá no es digno de ocupar un escaño, particularmente por su postura respecto de Palestina, Venezuela y los pueblos autóctonos? ¿Cómo puede Canadá proseguir con su campaña? La manera en que nuestras opiniones difieren sobre este tema, ¿en qué medida merma nuestra opción?”

En vez de comentar sobre la política exterior canadiense, rechazó las preguntas con arrogancia:

“En mi parecer no hay división alguna en torno a este tema. Todos los canadienses quieren que Canadá hable con una voz alta y razonable en el escenario internacional y eso es lo que siempre procuramos”.

Ese comentario y esa postura no pasaron desapercibidas. Luego de tres semanas, el 10 de junio, la importante cadena de televisión internacional en francés TV5 Monde difundió un reportaje sobre la petición, y relató que “el texto de dos páginas enuncia medidas adoptadas por Canadá y ‘comportamientos indebidos’ que hacen que Canadá desmerezca ocupar un escaño en Naciones Unidas, según los autores de la petición con la inclusión de celebridades canadienses como el ambientalista David Suzuki, el médico y ex político Amir Khadir, representantes de comunidades indígenas como el exdiputado Roméo Saganash y la activista Ellen Gabriel, así como el cofundador de Pink Floyd, Roger Waters. Se denuncia, por ejemplo, las inversiones del gobierno canadiense en oleoductos, el hecho de que el país exporta armas, la política de Canadá hacia Venezuela y contra su presidente Nicolás Maduro, y la falta de apoyo de Canadá a la causa palestina, especialmente durante la votación de las resoluciones en Naciones Unidas”.

Parece ser que el gobierno de Trudeau tuvo que comerse sus propias palabras. TV5 continúa:

“’Nadie es perfecto y Canadá tampoco lo es. Y, mismo si no es perfecto, la contribución de Canadá es tangible. Por ello debemos seguir mejorando, siempre podemos mejorar’, es lo que comentó al respecto el ministro François-Philippe Champagne”.

Por otra parte, recientemente ha habido otras tentativas desesperadas por retroceder. Por ejemplo, “el movimiento de solidaridad palestino está desconcertando al aparato diplomático de Canadá. En la semana final de su campaña que ha durado varios años para obtener un mandato en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ha debido responder a una robusta campaña y bien documentada en defensa de los derechos de los palestinos”.

Además, el 12 de junio, el National Post, otro de los principales diarios canadienses, publica el titular “Canadá refuta a los críticos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas: Champagne lanzará en Nueva York la ofensiva final” y relata que “el ministro de Asuntos Exteriores, François-Philippe Champagne, se dirige a la ciudad de Nueva York para unir sus esfuerzos al avance final de la campaña de Canadá para obtener un escaño en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".

Si el número de llamadas telefónicas que el Ministro de Relaciones Exteriores de Canadá, François-Philippe Champagne, hizo la semana pasada a diferentes partes del mundo es indicio de algo, ¿podría decirse que en el gobierno de Trudeau cunde el pánico?