Los temblores del Imperio, la rebelión de los desposeídos
- Opinión
En varios artículos anteriores, expresé la idea de que las confrontaciones que daba Trump a favor de la supremacía blanca y en contra de latinos, negros y otros que ellos llaman minorías, pero que ya se volvieron mayorías, agudizaban las contradicciones dentro de la propia sociedad estadounidense. Que por allí debía venir “el Talón de Aquiles o el eslabón más débil de la cadena.” Que debíamos trabajar con nuestros parientes y amigos que viven y votan en los EEUU, para derrotar electoralmente a la Bestia Apocalíptica y su Cuarteto de la Muerte que dirigen los destinos de la Casa Blanca y de muchísimas casas alrededor del mundo. Me ratifico en el análisis.
Hoy lo que vemos, (“…estamos cansadas de ser pacíficos 300 años, se acabó…” grita la adolescente negra en el video que circula) el impacto de millones marchando puede ser, puede ser digo, el inicio de la derrota de un sistema bipartidista. El inicio de la democracia en los Estados Unidos.
El FBI y la seguridad interna de los Estados Unidos, son expertos en infiltrar y destruir cualquier forma de organización que surja para debilitar la estructura de poder tal como funciona. Pero en este caso la respuesta no será monolítica por parte del poder imperial y los demócratas probablemente jugarán su papel coyuntural para que Trump sea el pagano de todo esto.
Es obvio que esa masa movilizada, pluricultural y multiétnica, si lograse algún nivel de organicidad, sería realmente un poder civil, popular y democrático que pone en riesgo al “establishment”, tanto republicano como demócrata, ello puede jugar a favor en lo coyuntural-electoral, pero en contra en lo estratégico de largo plazo, pues demócratas y republicanos, temen a los cambios profundos.
Nuestra mayor esperanza es el logro de la organización sencilla, primaria, popular, democrática y en las calles. Para ello pueden jugar un papel personajes como Bernie Sanders, las mujeres congresistas Alexandra Ocasio-Cortez, Rashida Taibl, Ayanna Presley, Ilhan Omar, solo para hablar de quienes están en el Congreso. Y los otros dirigentes como algunos Gobernadores, actores, cineastas. Pero y sobre todo los dirigentes sociales, mujeres y hombres nacidos del fragor de la calle, que difícilmente se dejarán corromper (ojalá) por esa maquinaria fagocitadora que es el capitalismo con sus medios de comunicación alienantes e idiotizantes y sus infinitos recursos económicos.
Hay ya 4500 civiles presos. De los policías y cómplices solamente está detenido quien ejecutó el asesinato de George Floyd, ciudadano negro desarmado, que pasa a la historia con su terrible frase póstuma “I can´t breath” que se ha vuelto el grito de batalla de los oprimidos.
Trump acusa a Rusia y a Vladimir Putin de estar detrás de esto (nos recuerdan a los que acusan a Rafael Correa hasta de los aguajes del Pacífico).
El desenlace de esta situación no es evidente, pero es de esperar que se refleje en el voto de noviembre y que por lo menos la Bestia Apocalíptica y sus jinetes no sean reelegidos. Si ganamos (y digo ganamos porque a todos nos afecta) será un paso adelante muy importante no solo para el respiro que significa sacar a este fascista de la Casa Blanca (ayer a oscuras), sino porque puede ser el inicio de un cambio de cultura democrática en los Estados Unidos y el inicio de la respuesta a los desastres del capitalismo mundial, contra la codicia gobernante.
Los títeres también tiemblan, junto con la mano del titiritero mayor. Sin los hilos que los manejan, buscarán dónde correr y bajo cual teatrín cobijarse. No está dicho, pero la lucha está lanzada en las calles de Minneapolis, Washington, Nueva York, y 50 ciudades más en los EEUU. Está lanzada en las capitales del mundo.
Estos temblores pueden traer violentas respuestas con Venezuela, Nicaragua y Cuba. Obsesiones y sobre todo aspiraciones de posesión yanquis, pero evaluando el momento tal vez algunos militares inteligentes del Pentágono, se opongan a la invasión
“Seamos realistas, exijamos lo imposible”. Los temblores del imperio pueden traer aguas de mayo para nuestros secos campos políticos. Claro la crisis económica se agudizará, pero tal vez así logremos que la redistribución llegue a los más pobres y por una vez “llueva hacia abajo” hacia los necesitados, y no hacia arriba, hacia los paraísos fiscales y las cuentas en Suiza.
Tal vez esta sea la respuesta al Covid-19, que nuestros muertos sean semilla fecunda, grano de mostaza. Rebelión, rebelión, contra la maldad del sistema. Todos juntos, sin temor al contagio, así marchan, Black and White together, como dice la canción de los años 70 y hay que añadir, chicanos, latinos, y tal vez y ojalá pronto asiáticos, todos together (disculpando el spanglish, próxima lengua oficial en los EEUU).
Permanezcamos en casa mientras sea indispensable, en nuestras latinas ciudades. No hagamos caso a los mercachifles de la política. Salgamos a las calles cuando la vida y la Patria Grande ya nos lo demanden.
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