Alud de “primicias” y “revelaciones” en clave opositora

Cuatro días de fuego intenso, con títulos altisonantes, promesas de pistas, revelaciones y novedades que luego resultaron un fiasco y, en suma, la repetición de la estrategia editorial que sigue usando el cadáver de Alberto Nisman como instrumento político contra el kirchnerismo, pasaron sin dejar más resultado que la confirmación de la manifiesta anomalía del sistema que hace circular en el país informaciones y opiniones, impropio de la vida en democracia.

Por el contenido magro, por la falta de elementos consistentes que mostrar, no deja de ser llamativa la intensidad del ataque político que otra vez encabezaron -como hacen desde hace cinco años- las empresas de medios más poderosas del país. Esa misma intensidad vuelve incluso insatisfactorio el volumen que consiguieron en el acto opositor principal del sábado 18, organizado por vías oficiales y extraoficiales o informales de Juntos por el Cambio en Buenos Aires y otras ciudades.

Sin embargo, la metralla mediática fue sonora: Infinidad de supuestas nuevas pistas, nuevos indicios, nuevos espías en Buenos Aires, nuevos espías en Uruguay, nueva “guerra de espías”, nuevos llamados, misteriosos vecinos y hasta la “novedad” del ex capo de inteligencia Stiuso que era un “secreto”: sus acusaciones a Cristina Fernández de Kirchner.

Este variopinto menú de “revelaciones” que fueron compartiendo principalmente Clarín, La Nación e Infobae estuvo salpimentado, como es habitual, por las notas de opinión de siempre, con la postura editorial de siempre, repetida implacablemente en este lustro.

Si el domingo es el día en que más lectura obtienen los diarios, y por lo tanto son las de ese día las columnas más importantes de la semana, se puede suponer que quienes diseñan este despliegue no quedaron del todo satisfechos con el resultado: Van der Kooy y Roa en Clarín, Morales Solá en La Nación, Tenembaum en Infobae, se olvidaron bruscamente de Nisman y se abocaron a otros temas.

Incluso a temas diferentes: Roa va contra Francisco, en la línea de la permanente disgusto de Clarín con el Papa; Van der Kooy se enoja con “la dama muda”, Cristina Kirchner; Tenembaum retoma la cantinela sobre su duda de quién es en verdad Alberto Fernández; y Morales Solá se ocupa de la iniciativa contra el “lawfare” anunciada por el abogado Eduardo Barcesat: la desprecia y la ridiculiza, pero le dedica toda la nota. Acusa al abogado de intolerante, pero habla de la “fuerte vinculación” que “tuvo o tiene” (lo mismo da, parece) con el Partido Comunista.

Así que quedó atrás, rápidamente, la batería de “primicias”: Infobae exaltando una posición de Stiuso que es archi-conocida; Clarín injertando en la “trama” de la muerte de Nisman los supuestos llamados de un supuesto espía supuestamente cerca de la casa de Lagomarsino; una “guerra de espías” y “explosión de llamados de espías” el día del suicidio del fiscal, en La Nación; y, vuelta a Clarín, “la pista uruguaya”, mera excusa para sostener el relato que este dispositivo puso en marcha en 2015, sino antes.

Aunque el objetivo es el de siempre, la ex presidenta, Alberto Fernández tuvo su ración en notas que reiteraron, varias veces, que corrigió declaraciones suyas de años atrás porque debe darle impunidad a su “jefa”. En cambio, sí que es un enigma que estos medios no explotaran tan a fondo como se podría pensar la declaración del jefe de la Cámara de Diputados, Massa: “No creo en el suicidio”, hecha cuando la oposición hacía su máximo esfuerzo organizativo con vistas al acto del sábado.

Las pseudo novedades y las falsas primicias no fueron el único acto de manipulación mediática de estos días. La Nación desplegó un título el sábado 18 y lo mantenía el domingo 19: “El pedido de los Estados Unidos en el quinto aniversario de la muerte de Nisman”. El lector, pobre infeliz, pensará que la superpotencia tiene algo que decir o aportar a la causa del pero no, nada de eso: se trata de una declaración que aprovecha el aniversario para repetir el discurso oficial estadounidense contra el movimiento libanés Hezbollah, que comprende la exigencia de declararlo “terrorista” a todos los gobiernos que quieran ser bien mirados por la Casa Blanca, como lo hizo Macri.

Manipulación, sí, pero también falta de humanidad, crueldad: el sábado Clarín publicó una nota de la redactora Salinas ocupándose con aparente compasión de las hijas del fiscal, que en los días de la muerte fueron alevosamente usadas en actos políticos por su propia madre, la jueza Arroyo Salgado, estrella de la escudería Stiuso. La nota pretende solidarizarse con las niñas, por lo que les ha tocado. Necesitan encontrar una forma de llevar la vida, cierta normalidad, como cualquier hijo de vecino, y en tan loable propósito el diario vuelve a exponer sus imágenes. Es que cuando hay que estremecer al lector para mantener vivo el odio, hasta los supuestos protegidos pueden resultar útiles.

El esfuerzo postergó transitoriamente otros frentes atendidos por los tanques mediáticos: el gobernador Kicillof tuvo un pequeño descanso; la manifiesta predilección por el secretario Berni en su discusión pública con la ministra Frederic por las políticas sobre seguridad dejó de ser, por ahora, repetida.

En estos días, además, se encontraron armas en el Ministerio de Defensa; el Gobierno aumentó las becas para los investigadores del CONICET; las autoridades de AYSA hallaron una aberrante transferencia de dinero de la empresa al club Macri Juniors. Ninguna de estas novedades, que sí lo fueron, tuvo espacio en las portadas de Clarín y La Nación.

-Comunicadores de la Argentina (COMUNA)

https://www.comunanet.com.ar/nisman-titulos-para-repetir-la-estrategia/