Un racista no puede ser defensor de la democracia

28/10/2019
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Efectivamente, un racista no puede ser defensor de la democracia. Sus concepciones de la vida y del mundo lo alejan fundamentalmente de concepciones democráticas. Él y ella pretenden que son innatamente mejores que otros y, por eso tiene mayores derechos que otros, lo que significa que pretenden privilegios en relación a otros. Por eso, la democracia, así como la comprendemos en sectores populares, es algo completamente ajeno al racista.

 

De ahí que lo que vivimos hoy en Bolivia sea algo completamente incoherente. Tenemos a grupos pequeños de personas (12, 15 o 20) realizando bloqueos en las esquinas de nuestras ciudades llevando adelante de este modo, el paro cívico que han lanzado los comités cívicos. Se proclaman a sí mismos "defensores de la democracia", que -en su visión- estaría siendo violentada por el presidente del Estado, Evo Morales, curiosamente, el presidente que más veces ha ganado elecciones en Bolivia, con los porcentajes más altos de toda la historia de este país.

 

Como los grupos de bloqueadores son pequeños en relación a la cantidad de gente que es bloqueada y se encuentra en las movilidades de transporte público, con frecuencia se generan riñas y apalabramientos entre bloqueadores y bloqueados. Es ahí donde sale a relucir, lo que tienen en su alma estos "defensores de la democracia". El último argumento al que recurren es aquél "Indio de mierda", que era tan común escucharlo en nuestra sociedad y que por un tiempo desapareció de nuestro vocablo, entre otras cosas, porque una ley contra el racismo y toda forma de discriminación, tipificó a las agresiones racistas como un delito en el código penal.

 

Ilusos nosotros, los bolivianos, que pensábamos que con la ley habíamos, no diremos erradicado, pero por lo menos, menguado el racismo tan intenso y lacerante que existía en nuestra sociedad. Hoy aflora vivamente entre los "defensores de la democracia".

 

No se trata de un comportamiento no meditado, fruto de la exaltación de una riña casual. Más bien, lo sienten como una liberación. Esto pudimos atestiguarlo, los bolivianos, en un video que se hizo viral en las redes sociales y que mostraron la reacción que tuvo una de las celebridades deportistas de nuestro país ante uno de los discursos televisados del presidente Evo. Se trata de una boxeadora que ha tenido cierto éxito en el ámbito internacional y cuyo desempeño en un deporte no tradicional para mujeres, le granjeó la estima de toda nuestra población. "Indio de mierda", dijo. Suspiró y comento "ya lo dije..." y entonces repitió nuevamente, con más fuerza "Indio de mierda". La escena, que tuvo que haber sido filmada por ella misma, o por lo menos con su conocimiento y aceptación, es muy ilustrativa del sentimiento de liberación que experimentó al exclamar aquellas palabras.

 

Y es que ese sentimiento de opresión ha sido uno de los reclamos constantes entre los opositores al gobierno de Evo. Y entonces era natural preguntarse, ¿cuál opresión?, ¿acaso no pueden expresarse libremente, como efectivamente lo hacen, por todos los medios de comunicación? Ahora lo sabemos, la opresión que sentían era la de no poder gritar su racismo, como lo habían hecho siempre y que el gobierno de Evo se los había prohibido. Entonces, esa es su lucha, esa es su libertad. Se sienten profundamente humillados al ser gobernados por un Indio.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/202924
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