Mario Vargas Llosa: “profeta mayor del neoliberalismo”

31/07/2019
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Intentamos reseñar algunos elementos en torno a la figura de M. Vargas Llosa, no con la idea de atacar su figura legendaria como le atribuyen algunos, sino contra “sus ideas, planteamientos y argumentos”, como lo plantea Atilio Borón, en su libro El Hechicero de la Tribu. Vargas Llosa y el Liberalismo en América Latina.

 

Además, siguiendo la línea del primer artículo en relación a los presidentes mediocres de Vargas Llosa, su propio presidente, el de su nación originaria, Martín Vizcarra, Perú, el periodista Juan Carlos Tafur, analista político y psicólogo peruano, quien ante una acción política en el Congreso peruano, señala “es un Congreso bastante mediocre, como lo es el propio presidente, … . Ha sido una batalla de pocas luces”.

 

Así mismo, su segundo presidente, Pedro Sánchez, de su segunda patria, España, como él mismo Nobel de Literatura la llama, según el periodista y reportero español del Diario Ok, Eduardo Inda, Mario es: “mentiroso, chulo, jeta, plagiario, mediocre y censor”.

 

Pero algo insólito, en torno a esta figura literaria, es que él mismo se autodesprestigia, cuando se refiere a sí mismo como un escritor que: “No tengo talento natural. Me cuesta escribir”.

 

En general, los críticos literarios, le hacen por lo menos, tres críticas a su obra: “La prosa de Vargas Llosa es gris e insulsa, dicen los críticos. Otra crítica es que Vargas Llosa no ha creado personajes memorables.  La tercera crítica es que la obra de Vargas Llosa carece de ideas y es insólita”.

 

Vayamos al texto de Atilio Borón, en relación al vetusto escritor:

 

  1. Se practica un desarme político, con dureza, sin dolor, de su elogio al sistema neoliberal, quien Varga Llosa, “se ha convertido en su defensor público, un divulgador oculto en la Literatura y en el boom latinoamericano”.

 

  1. El propio Borón lo señala: “Pese a su elemental y tendencioso manejo de las categorías y las teorías del análisis político o tal vez debido a la maestría con que maneja los sofismas y las ‘posverdades’, Vargas Llosa es una pieza fundamental en el masivo dispositivo de ‘lavado de cerebros’ y de propaganda conservadora que con tanto esmero practican las clases dominantes de las metrópolis y sus secuaces en la periferia”.

 

  1. Hay dos preguntas importantes, que resaltan en el texto: ¿Cómo fue que ese muchacho tan talentoso y crítico de la realidad de Nuestra América, militante del PC de su país, derrapó para convertirse en el más descollante intelectual orgánico y paradigmático del neoliberalismo? ¿Cómo fue que VLl, se transformó en paladín de la ideología capitalista y responde actualmente a las estructuras tradicionales y a los intereses constituidos?

 

  1. Para entender este extravío o salto de talanquera, es necesario leer, su más reciente texto la llamada de la tribu, donde se hace un recuento histórico de su salto. Se relata allí a “un joven comunista peruano que devoraba con pasión los ejemplares de Les Temps Modernes y que leía a Jean-Paul Sartre “devotamente” hasta la consumación de su apostasía y la execración de todo lo que alguna vez admirara.

 

  1. “Vargas Llosa dejó de ser un marxista, según su criterio y convicción, sino que al convertirse en un converso confeso y apasionado por su nueva verdad, se transformó en implacable enemigo de las luchas sociales de los pueblos que tratan de liberarse de las cadenas de la colonialidad que ha impuesto el liberalismo”.

 

  1. Sin duda alguna, “Vargas Llosa es hoy por hoy el más importante intelectual público de la derecha en el mundo hispanoparlante y tal vez uno de los de mayor gravitación a nivel mundial. Su incansable labor como propagandista de las ideas liberales a lo largo de casi medio siglo y la formidable difusión de sus escritos, convirtieron al peruano en el profeta mayor del neoliberalismo contemporáneo”.

 

  1. Y sin duda alguna, hay que leer el libro, donde se muestra que Vargas Llosa sufrió una metamorfosis.

 

En otras palabras, el Nobel peruano abjuró de sus ideas primigenias y se lanzó en una reacción contra ellas, tomando partido por la acera de enfrente, en un vulgar salto de talanquera, barrera, pared, hacia las más innobles tareas del neoliberalismo. Él cree, que por sus méritos la historia lo absolverá, pero no.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/201332?language=en
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