Una cumbre del Mercosur para anunciar una carrera por más TLCs
- Opinión
La firma del aún desconocido acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea fue motivo de celebración este miércoles durante la cumbre del bloque sudamericano realizada en la ciudad argentina de Santa Fe, en la que Mauricio Macri le traspasó la presidencia pro témpore a Jair Bolsonaro.
“Es una señal clara al mundo de que queremos que el Mercosur sea abierto, competitivo, dinámico, comprometido con la integración y el comercio, con las reglas de juego claras, para fomentar las inversiones y hacer negocios”, aseguró Macri. Bolsonaro habló del “compromiso de mi gobierno con la modernización y la apertura de nuestro bloque”.
Los presidentes de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay señalaron que los desafíos para los próximos seis meses serán los de cerrar los tratados de libre comercio con el EFTA -que integran Suiza, Islandia, Noruega y Liechtenstein- y Canadá, además de adelantar tratados de libre comercio con Corea del Sur y Singapur. Hay apuro, porque en octubre habrá elecciones presidenciales en Argentina y Uruguay.
Macri exhortó a sus pares del bloque a “seguir concretando avances en la convergencia con la Alianza del Pacífico, que permitan construir una región productiva con costas sobre dos océanos y ser uno de los polos de crecimiento más dinámicos del mundo”.
Sin perder el buen tono y deslizando algunos chistes sobre fútbol el presidente boliviano Evo Morales fue la voz discordante. “Cualquier acuerdo, convenio o tratado siempre deben estar orientados a resolver y atender las demandas de los más humildes, de los más pobres, de los más olvidados de la historia de la región”. Morales no firmó el documento que reclamó el restablecimiento del estado de derecho en Venezuela.
El Estado Plurinacional de Bolivia firmó el 17 de julio de 2015 en Brasilia el Protocolo de adhesión al Mercado Común del Sur. A partir de la entrada en vigencia del protocolo, Bolivia adoptaría en cuatro años, gradualmente el acervo normativo del Mercosur, la Nomenclatura Común, el Arancel Externo Común y el Régimen de Origen del bloque regional.
El anuncio del acuerdo con la Unión Europea, desventajoso a todas luces para los sudamericanos, aún debe ser aprobado por los parlamentos (tanto el europeo como los de los cuatro países mercosureños), pero fue utilizado como si fuera un éxito por Macri, en plena campaña electoral.
Macri aseguró que el acuerdo impactará “positivamente en la calidad de vida de nuestra gente, no es un punto de llegada sino un punto de partida” y dijo que es “una oportunidad para que el Mercosur vaya por más, en una ambiciosa agenda externa de negociaciones
Uno de los pocos anuncios de la cumbre fue la liberación del cobro del roaming en los países del Mercosur. Así, los habitantes de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay podrán usar sus teléfonos celulares en cualquiera de los otros tres países sin tener que pagar adicionales, como ocurre entre los miembros de la Unión Europea, siempre y cuando los parlamentos de sus países lo aprueben.
Al tomar el mando semestral, Bolsonaro consideró al Mercosur como “un instrumento de comercio con el mundo sin interferencias ideológicas que tanto critiqué como parlamentario” y consideró el acuerdo con la Unión Europea como “resultado de esa orientación”.
Evo Morales marcó las diferencias entre servilismo y soberanía. Resaltó una frase de Bolsonaro sobre la necesidad de Estados autónomos. “Esa es la lucha histórica de nuestros pueblos. Un Estado con soberanía, independencia, pueblos con dignidad e identidad porque somos tan diversos”, dijo.
“Por eso, en Bolivia cambiamos la Constitución y hoy es un Estado Plurinacional. ¡Qué bueno sería que tengamos un Mercosur Plurinacional y una América Plurinacional! Dentro de esa diversidad la unidad justamente para garantizar y trabajar la igualdad entre los seres humanos”, propuso.
También interpeló al “hermano presidente Macri”, quien planteó que la tarea del Mercosur era reducir la pobreza. “En Bolivia, cuando llegamos al gobierno gracias a nuestra revolución democrática y cultural, en 2005, la diferencia entre el diez por ciento más rico de Bolivia y el diez por ciento más pobre era de 128 veces. En 2017, con nuestras políticas sociales y económicas, ese indicador se redujo a sólo 40 veces”.
También comenzó el trabajo de “análisis y revisión” del arancel externo común (AEC), exigido por el ministro brasileño de Economía, el ultraliberal Pablo Guedes. El documento final de la cumbre señala que éste es “instrumento fundamental para la consolidación de la unión aduanera y que la política arancelaria del Mercosur debe fomentar la competitividad, la productividad y la inserción de los Estados parte en las cadenas regionales y globales de valor.
Bolsonaro: “No queremos una patria grande”
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que no quiere una “patria grande” en Sudamérica y atribuyó al “populismo” y la “irresponsabilidad” la crisis de Venezuela, al asumir este miércoles la presidencia rotativa del Mercosur.
“No queremos en un país más lo que lamentablemente está pasando en nuestra Venezuela”, “queremos que cada país sea autónomo, democrático y que cada uno sea grande. Como está diciendo Trump ‘queremos una América grande´”, afirmó el presidente ultraderechista y nostálgico de la dictadura brasileña.
A pesar de las diferencias políticas entre Uruguay y el resto de los países del Mercosur respecto de la situación de Venezuela, los presidentes del bloque –y también de seis países asociados, salvo Bolivia– emitieron una declaración conjunta en la que expresaron su preocupación “por la grave crisis que atraviesa Venezuela, que afecta seriamente la situación humanitaria y de Derechos Humanos” y pidieron la celebración de “elecciones presidenciales libres, justas y transparentes en el menor tiempo posible”.
Marchas en repudio al TLC
Organizaciones políticas y sociales realizaron una marcha desde el centro de la ciudad de Santa Fe hasta la sede de la 54° Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, para repudiar “el plan de ajuste y entrega de los gobiernos de Argentina y de Brasil”, y manifestar su oposición al acuerdo con la Unión Europea (UE).
Jorge Castro, del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), explicó que se trató de “un acto político de la Multisectorial por los Derechos Humanos para expresar nuestro repudio, no al Mercosur, sino a los gobiernos que están llevando adelante un plan de ajuste y de entrega”.
“Los presidentes Macri y Bolsonaro son la expresión más avanzada de ese proyecto, que está tejiendo nuevas cadenas de la dependencia, tanto de los países sudamericanos como del resto de Latinoamérica”, añadió. “El último tratado (firmado por el Mercosur) con la Unión Europea (UE) es la expresión de que las multinacionales tienen garantizado que los pueblos van a pagar la deuda externa que se ha contraído”, afirmó el dirigente social.
-Rodolfo Koé Gutiérrez periodista económico argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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