Pepe Lobo y el movimiento anti-JOH

21/06/2019
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Presidente Juan Orlando Hernández (izquierda) y expresidente Porfirio Lobo Sosa
Foto: https://es.insightcrime.org/noticias
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“Ocho de cada diez hondureños no están en contra de Juan Orlando Hernández, sino que lo odian”.

Pepe Lobo, expresidente de Honduras

 

Honduras se encuentra sumido en una creciente crisis de ingobernabilidad, sin que el presidente Juan Orlando Hernández (JOH), se percate de ello. Pareciera, como señala el expresidente Lobo Sosa, que vive en la estratósfera jugando a ser Dios. La crisis no solo es económica, sino también social, política, ambiental y cultural. El gobierno sigue celebrando sus logros en reducción de la tasa de homicidios, pero nadie le cree, en tanto Honduras sigue siendo uno de los países más violentos de la Latinoamérica, con una sociedad militarizada, no solo por el aumento desmedido en el número de efectivos (militares y policías), sino en los guardias de seguridad, que tendría, con cifras conservadoras, más de 75,000 personas en armas.

 

Las protestas públicas y tomas de calles y carreteras, duramente reprimidas por las fuerzas policiacas y militares, demandan la salida del presidente JOH del poder, para poder avanzar en un espacio de diálogo amplio o concertación nacional que abra el camino para la celebración de nuevas elecciones internas y generales con reglas claras, sin vicios del pasado ( robo de urnas, doble papeleta, apagones, control del centro de cómputo por el partido de gobierno, muertos votando, trasiego de votos, compra de credenciales, compra de dirigentes, injerencia de la Embajada Americana, etc.), y permita darle la oportunidad al pueblo de volver a empezar sin olvido.

 

Toda la culpa de las protestas recae en el partido Libertad y Refundación (LIBRE) y su presidente Manuel Zelaya Rosales, al cual el gobierno acusa de estar aliado con las maras y pandillas. Es una estrategia política que le rinde frutos al gobernante, para meter miedo a la población, empresarios y cooperantes, lo que justifica una mayor represión y apoyo. Dirigentes de LIBRE, como el diputado Jari Dixon, han denunciado

que las marchas de la población han sido infiltradas por la policía, con el ánimo de provocar el caos y culpar a la dirigencia. Recién, a raíz de las tomas de carreteras, el gobierno promulgó un decreto donde se suspenden las garantías constitucionales al entrar en vigencia el estado de sitio o de excepción, ya que no se permitirá la circulación de personas entre la 9pm y 6am. De acuerdo a Rafael Alegría, dirigente de la Vía Campesina, es una estrategia de gobierno mandar a infiltrados y policías a que asalten negocios, culpar a LIBRE, para después aprobar el estado de excepción.

 

Mientras esto ocurre, el expresidente Lobo Sosa, acaba de fundar su movimiento político dentro del partido de gobierno (partido nacional), denominado “Todos por el Cambio”, de cara a las elecciones internas del partido, que JOH no quiere, ya que piensa imponer un candidato único. Se sabe que Pepe Lobo fue uno de los garantes del triunfo de JOH (al que llamaba su delfín político, por las habilidades demostradas y liderazgo joven ) en las elecciones generales de 2013, al ocultar información sobre la corrupción que enfrentaba el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), por lo que su distanciamiento del gobernante cayó como un balde de agua fría en los dirigentes de dicho partido, ya que se mira como una deslealtad y un creciente divisionismo que pasará factura en las elecciones generales futuras.

 

No obstante, los golpes a Pepe Lobo han sido duros y han afectado la salud del expresidente, un olanchano de cepa, empresario bilingüe, conocedor profundo de las enseñanzas de Lenin y Marx. Uno de ellos fue la extradición a EEUU y condena de 24 años de su hijo Fabio Lobo, acusado de narcotraficante; la otra, el proceso judicial contra su hermano, Ramiro Lobo, acusado de fraude y defraudación de 8.4 millones de lempiras de fondos públicos, en una investigación realizada por la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras ( MACCIH); pero lo que más le duele, es el encarcelamiento de su esposa, Rosa Elena de Lobo, ex/primera Dama de la Nación, que guarda prisión y está siendo juzgada por corrupción y lavado de activos. El presidente considera que existe una persecución política ya que no se ha seguido el debido proceso. “Pepe” Lobo, incluso, denunció ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), a Antonio Marrey Guimarães, portavoz de la MACCIH, por calumnias, injurias y por haber violentado el debido proceso ya que lo relacionan con el cartel de los Cachiros.

 

De acuerdo a Pepe Lobo, JOH ha perdido el derecho a gobernar el país y no representa a las bases de dicho partido. En primer lugar, la corrupción se ha institucionalizado, denunciándose que solo de una institución del Estado (¿la Secretaria de Desarrollo Social?) se sacaron 2,500 millones de lempiras destinados a una organización manejada por la familia del presidente Hernández, sin que se haga algo al respecto. En segundo lugar, JOH no respeta la dignidad humana, uno de los principales pilares del Partido Nacional, ya que tiene a la mayor parte de la población en pobreza, desempleo, migrando y sin alimentos en su mesa. El principal detonando de la crisis es el estómago, y JOH está afectando con sus decisiones a los más pobres de Honduras.

 

En caso de ganar las elecciones internas de su partido, Pepe Lobo anuncia que expulsará a JOH y pedirá su renuncia como gobernante. Todavía está a tiempo, por el bien del país y partido debe renunciar, ya que después la profundización de la crisis arrastrará a todos, incluyendo la Fiscalía y Corte Suprema de Justicia, instituciones controladas por JOH.

 

Varios analistas políticos, consideran que al final Pepe Lobo y JOH se darán un abrazo por la paz y el partido se unirá para enfrentar a la oposición y el desgaste en el poder en las elecciones generales de noviembre de 2021, pero las heridas son tan grandes que se mira muy remoto. Pepe Lobo no tiene chance contra la maquinaría de JOH y su candidato, el actual alcalde de la Ciudad Capital, Tito Asfura. Incluso se especula que el candidato del partido será Mauricio Oliva, actual presidente del Congreso de la República, quien llamará a negociar a Pepe sin la participación de JOH.

 

Hay mucha inconformidad entre dirigentes del partido nacional que fueron marginados por JOH, principalmente aquellos que pertenecen a la vieja guardia, por lo que Pepe Lobo puede integrar esta dirigencia a su movimiento y los recursos que maneja; con todo, la división es eminente, y todavía los actuales dirigentes en el poder no se han percatado de una eventual pérdida del partido nacional en las elecciones generales de 2021, sino es que se acelera el tiempo de espera. La Embajada Americana, por las denuncias de que Pepe ha estado ligado al narcotráfico, no ve con buenos ojos a “Todos por el Cambio”, pero debe tener presente y no olvidar que el expresidente Lobo es ambidiestro, batea con las dos.

 

Tegucigalpa, 20 de junio de 2019

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/200564
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