Los peligros de la guerra

19/06/2019
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Todo indica que el gobierno, la oligarquía de los grandes monopolios estadounidenses y el imperialismo en su conjunto, son los que orquestan en nuestros tiempos, una guerra comercial que afecta tanto a países desarrollados como a los en vías de desarrollo económico también, siendo los más golpeados aquellos que basan su economía en el comercio de exportación e importación, llámese de materias primas o productos manufacturados; la guerra radica en sanciones y aplicaciones de impuestos arancelarios, por parte del imperio norteamericano a través del supremacista presidente Donald Trump.

 

La arremetida imperial contra la libre comercialización se torna conflictiva, va dirigida a Rusia motivada por la paranoia ideológica y el prurito que les causa aun todavía el recuerdo de la ex-URSS y su gran desarrollo; la aplicación de aranceles contra China; las sanciones y amenazas golpistas a gobiernos no del gusto del imperio: Venezuela, Cuba y Nicaragua, cuyos gobiernos escuchan y atienden las voces emancipadoras de sus pueblos; sanciones comerciales con objetivos de desarme unilateral contra Corea del Norte e Irán; la confrontación contra México en lo político y económico, la injerencia que tuvo y tiene sobre este país es histórico; la furia imperial despojó a través de invasiones e imposiciones de obligados e injustos tratados para agenciarse vastos territorios ricos en recursos naturales; a pesar de la desigual desventaja armamentista-militar, las fuerzas patriotas de mexicanos y mexicanas prestaron digna resistencia.

 

Bajo invasiones y amenaza militares se confabuló el Tratado Guadalupe Hidalgo (1848) donde se perpetró el descarado robo de zonas extensas de México, arrebatándole más de la mitad del territorio nacional; después en (1923) el tratado de Bucareli hizo que México perdiera soberanía en cuanto al manejo propio de sus recursos y en cuanto a lo económico y político, debido a este zanjó su desarrollo pleno como país independiente, desde entonces los gobiernos mexicanos estuvieron siempre o casi siempre bajo aprobación y el acecho imperial, así estuvieron presentes las intromisiones más descaradas en la vida doméstica de México, que en ocasiones se dio de manera directa y, en otras contaron con aliados antinacionales y antipatriotas de dentro y fuera del gobierno mexicano.

 

Actualmente nuestro país tiene un gobierno distinto al PRI y PAN, Donald Trump chantajea al gobierno de México de que si éste no detiene la migración, procedentes del Triángulo Norte, es decir, de Centroamérica, se le aplicarán aranceles a los productos de exportación mexicanos, así se combinaron dos asuntos distintos, el imperialismo pone a México en una situación desafortunada.

 

Países de Europa se alían o por lo menos simpatizan con China y Rusia para protegerse de las sanciones o prohibiciones comerciales impuestas por el gobierno de EEUU, siendo el objetivo de este, asfixiar comercialmente a Irán, varios países de la Unión Europea estarían de acuerdo, aun tímidamente a hacer frente común en la utilización de otras divisas internacionales, como medida de contrarrestar las amenazas sancionadoras, alejándose o haciendo a un lado el dólar. La intimidación imperial es visualizar o mostrar a quienes se oponen a EE.UU, sus embarcaciones y portaviones con sofisticados armamentos y envíos de militares, señal provocativa de guerra cruenta apoyada por su aliado el gobierno sionista de Israel.

 

El imperio de los EEUU con su bravata guerrerista tensa la situación de quienes ocupan el paso del Estrecho de Ormuz y el Medio Oriente.

 

Girando de nuevo hacia América, las amenazas hacia Cuba por el imperialismo yanqui es en respuesta al apoyo que este país soberano otorga a Venezuela y Nicaragua, la arremetida imperial a Cuba es aparte del bloqueo económico, la de querer aplicar la conocida y torcida ley extraterritorial –Helms Burton-, la repercusión de esta sería de afectación nacional e internacional. Otra forma de castigar a la Isla caribeña son las prohibiciones del flujo de turismo hacia Cuba; aun así sigue llegando la ayuda en medicinas, médicos y maestros a la República Bolivariana de Venezuela, y a otras regiones.

 

Todo mundo sabe que las sanciones de diversa índole son ilegales, porque perjudican no sólo a los productores, sino a la interdependencia comercial existente entre países, sobre todo tratándose de alimentos y medicinas que son indispensables. Cabría preguntarse de qué está hecho el imperio que fija su postura en querer matar de hambre o enfermedades a pueblos de países que se resisten a ser sometidos. El imperio y sus adláteres deben ser detenidos a través de tribunales internacionales y de un frente común mundial, y así detener las sanciones que solo buscan el beneficio para los monopolios y oligopolios del imperio, ejercer tal dominio en el terreno comercial es perverso e inmoral. Las sanciones económicas norteamericanas pueden ocasionar el acercamiento de provocación de guerras, sobre todo contra naciones que tienen cuantiosos recursos naturales o materias primas de importancia, por eso presionan a Irán y pretenden asfixiar económicamente a Venezuela, misma que ha resistido heroicamente.

 

Si la razón llega a imponerse, la plurinacionalidad internacional logrará de manera unísona detener la guerra que lesiona a la humanidad y a todo ser vivo sobre la Tierra, el capitalismo finge no saber que los recursos son finitos y que es tiempo de cuidar y racionar las reservas. Las megas ciudades y aldeas humanas deben calcular y buscar el cómo implementar un modo razonable de consumo y de convivencia pacífica.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/200527?language=en
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