Violencia estructural contra la mujer

23/05/2019
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Cada 18 horas una mujer muere de manera violenta. Nuevo informe del CDM evidencia grave ausencia institucional

 


“Todas las muertes violentas, las violaciones sexuales, violencia doméstica y violencia intrafamiliar que enfrentan las mujeres en Honduras tienen causas estructurales y sociales, porque el Estado hace muy poco para garantizar el derecho a vivir libre de violencias”, concluye el informe “Violencia contra mujeres 2017-2018” del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).

Pese a la aprobación de normativas que garantizan los derechos de las mujeres y que crean fiscalías especiales, las mujeres no cuentan con una institucionalidad funcional y efectiva que las defienda y proteja, explica el CDM.

La inacción de las autoridades y la desprotección de las mujeres generan impunidad. Es por esto que la inmensa mayoría de hombres que violan, matan, secuestran y cometen otros delitos contra las mujeres no son sancionados.

 

La militarización de los territorios y la seguridad pública profundiza aún más la represión contra la población, especialmente contra las mujeres.

 

Se disparan los femicidios

El informe del CDM señala que Honduras sigue siendo uno de los países latinoamericanos con la mayor tasa de femicidios. Cada 18 horas una mujer muere de manera violenta.

El Salvador, Honduras y Guatemala son los países con la mayor tasa de muertes violentas de mujeres en América Central.

En los últimos 18 años, 6.265 mujeres fueron asesinadas en Honduras, el 76 por ciento de ellas (4.742) después del golpe de Estado del 2009. Un promedio anual de 474 mujeres muertas de forma violenta. Más del 90 por ciento de los casos quedaron en la impunidad.

Según el Observatorio de Derechos de las Mujeres del CDM, con base en datos históricos proporcionados por la Policía, Medicina Forense y el IUDPAS [1], en los años 2017 y 2018 han sido asesinadas 388 y 380 mujeres respectivamente.

Casi el 50 por ciento tenía una edad inferior a 30 años y el 56 por ciento fue asesinado con arma de fuego. Esto muestra permanencia y aumento de saña y misoginia.

El CDM señaló también la tendencia de las instituciones públicas de no registrar los femicidios “de manera fiel como lo establece el Código Penal”, catalogándolos como homicidios. De acuerdo a datos oficiales del Ministerio Público, en 2017 y 2018 hubo solamente 10 y 2 femicidios respectivamente.

 

No hay disminución de muertes

Si bien se observa una disminución de las muertes a partir del 2014 (526), el CDM advierte que esto podría estar relacionado con la progresiva restricción del acceso a la información pública durante los dos gobiernos Hernández.

“Aprobaron la Ley de Secretos Oficiales [2], cambiaron los protocolos de acceso a la información y crearon el Sistema Estadístico Policial en Línea (SEPOL). Asimismo, durante todo 2014 se prohibió brindar información pública acerca de homicidios hasta enero del 2015. Fue cuando, por primera vez, la tasa de homicidios en Honduras disminuyó en cifras oficiales”, advierte el CDM en el informe.

“No existe una disminución significativa de los datos sobre el asesinato de mujeres, el sistema de seguridad y justicia sigue sin estar preparado, y sin contar con todos los mecanismos que permitan a las mujeres ser sujetas de derecho y tener acceso a la justicia sin riesgo.

Además, se manifiesta indiferencia ante la violencia ocurrida a las mujeres que acudieron a solicitar justicia”, concluye el informe.

Notas

 

[1] Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH)

[2] Ley para la Clasificación de Documentos Públicos Relacionados con la Seguridad y Defensa Nacional

Fuente: Rel-UITA

http://www.rel-uita.org/honduras/violencia-estructural-contra-la-mujer/
 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/200025?language=es
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