Primer debate presidencial: Es el modelo económico

07/03/2019
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En el encuentro entre los 7 candidatos a la Presidencia de la República en la Universidad de Panamá, todos coincidieron en que el país está en una crisis y se requieren cambios. Sin embargo, sólo uno de los candidatos planteó el problema de fondo y la necesidad de hacer transformaciones de carácter general (de la estructura). Unos plantearon que era urgente disminuir el costo de las medicinas. Otros señalaron que introducirían cambios en la redacción de varios capítulos de la Constitución Política. Algunos hicieron mención de otros cambios.

 

Saúl Méndez, candidato del Frente Amplio por la Democracia (FAD), fue quien mencionó el problema estructural del país. Señaló que eran las políticas neoliberales - desde 1990 - que explican la crisis del país. ¿En qué consisten las políticas neoliberales? Se pueden resumir en tres puntos. Por un lado, la privatización de todas las empresas públicas que le dan servicios a la población. Por el otro, la desregulación de los mecanismos que protegen a los consumidores y pequeños productores: Control de precios, importación de productos agrícolas, zonificación urbana, implementos educativos y medicamentos. Por último, la flexibilización de la relación obrero patronal que le permite a los empleadores modificar el nivel de los salarios y poner fin a la relación de trabajo de manera arbitraria.

 

Las políticas neoliberales en 30 años han contribuido al empobrecimiento de la familia panameña (del campo y de la ciudad), el incremento de la desigualdad social, el colapso del sistema educativo y de las instituciones de salud. A pesar de que el producto interno bruto (PIB) de Panamá se multiplicó cinco veces en 20 años (de US$12 mil millones a 60 mil millones), el crecimiento sólo ha favorecido a un grupo de capitalistas que se concentra en el sector financiero.

 

Mientras que el sector financiero creció en un 600 por ciento entre 2000 y la actualidad, los sectores productivos – industrial y agropecuario – se estancaron. Esta situación explica que el 50 por ciento de la fuerza de trabajo se encuentre en el sector informal (sin contrato, sin seguridad social, con salarios bajos y desorganizados).

 

Los tres candidatos de los partidos tradicionales (de la oligarquía panameña) abordaron las preguntas (llamado debate) en la forma esperada. Son los arquitectos que diseñaron el ‘modelo económico’ que hay que transformar. Todos se destacaron por la corrupción y la incapacidad para darle liderazgo al país. Cuando se les preguntó que harían para asegurar la seguridad alimentaria del país respondieron que apoyarían a los productores agrícolas y prohibirían la “importación de alimentos”. No abundaron sobre el tema ya que no tenía mucho sentido. Sobre la educación y la salud repitieron las promesas de antaño: Eliminar las ‘escuelas rancho’ y llenar los dispensarios hospitalarios del país con medicinas. Los tres candidatos del PRD, Cambio Democrático y Panameñista prometieron reformar la Constitución Política convocando una Constituyente paralela o introduciendo reformas en dos Asambleas consecutivas. Lo mismo que dijeron los últimos seis gobiernos. “Cambiar todo, para que todo siga igual”.

 

Entre los 3 candidatos por la libre postulación (que son llamados por error como ‘independientes’), las críticas a los gobiernos de la oligarquía fueron más severas. Sin embargo, no mencionaron el ‘modelo económico’ y la necesidad de transformarlo. Uno hizo énfasis en que todos los partidos oligarcas son corruptos. Otro aseguró que sacaría a todas las ‘botellas’ del gobierno. El tercero prometió transformar el sistema de educación pública y crear una ‘autoridad’ similar a la Autoridad del Canal de Panamá.

 

El ‘debate’ fue trasmitido por televisión en una cadena nacional. Los expertos en política electoral señalan que la apariencia de los candidatos es tan importante como la propuesta. Es probable que los expertos están haciendo sus mediciones sobre este punto.

 

En lo que se refiere al futuro del país, Saúl Méndez y el FAD parecen tener la visión más coherente, que toma en cuenta a la gente y sus necesidades. Hay que introducir nuevas políticas en todas las áreas. Hay que comenzar por la convocatoria de una constituyente originaria. En este espacio habría que garantizar la regulación de los recursos del país para beneficio de todos los panameños. A su vez, erradicar los privilegios de unos pocos y garantice un modelo que privilegie la producción sostenible. Por último, asegurar la intervención de la sociedad en el sector productivo para acabar con la corrupción y la desigualdad social.

 

7 de marzo de 2019

 

- Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA)

http://marcogandasegui2017.blogspot.com/

www.salacela.net

https://www.alainet.org/es/articulo/198564
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