Barco de Puerto Rico con suministros hacia Venezuela

20/02/2019
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San Juan, 20 de febrero de 2019 (NCM) – Un barco con banderas de Estados Unidos, Puerto Rico y Venezuela zarpó del puerto de San Juan y deberá encontrarse en alta mar con una flotilla procedente de la isla holandesa de Curazao, para intentar burlar el bloqueo aeronaval y llevar suministros a la oposición que intenta derrocar el Gobierno de la República Bolivariana.

 

El barco, con máquinas en la popa y puente de mando en la proa cruzó la boca de la bahía, frente al fuerte San Felipe del Morro a las 5:50 PM GMT (1:50 hora local) y desde las garitas de la muralla podían verse seis furgones sobre cubierta, cónsono con los informes de que transporta 300 toneladas de suministros.

 

El envío de la nave de carga es una señal de las operaciones en la base logística de retaguarda establecida en Puerto Rico desde octubre del año pasado, de la cual muchas de sus actividades no han trascendido. El Gobernador, Ricardo Rosselló, acudió con su esposa Beatriz y su hija a un tramo de la muralla cercano al Palacio de Santa Catalina -sede de la gobernación- para expresar su respaldo al grupo de venezolanos que acudió a despedir la nave, que hizo sonar su sirena en señal de saludo.

 

El entusiasmo con el que el Gobierno de Puerto Rico ha tomado su papel de base de retaguardia para el derrocamiento del gobierno bolivariano contrasta con las dificultades que se reportan desde Curazao, donde la prensa destaca que el gobierno ha tenido que aceptar la imposición de Holanda para ser base de suministros. De hecho, tan reciente como ayer, el gobierno de Curazao informó que almacenaría suministros en su territorio, pero no intervendría para hacerlos llegar a Venezuela.

 

La armada y la fuerza aérea de Venezuela han cerrado la frontera marítima entre su país y las Antillas holandesas de Curazao, Aruba y Bonaire, distantes a unos 60 kilómetros de las costas venezolanas.

 

De todas formas, fuentes vinculadas a la operación indicaron que el barco de Puerto Rico, que será el buque insignia y en el que viaja un representante de la jefatura opositora -así como periodistas de la BBC de Londres y la cadena Telemundo de EEUU- no tiene previsto acercarse a las islas holandesas. La flotilla que debe zarpar de Curazao se encontrará en alta mar con el barco de Puerto Rico y todos pondrán proa hacia algún punto no informado donde intentarán cruzar el límite de las aguas territoriales venezolanas.

 

La fuente, que en otras ocasiones ha suministrado información veraz sobre la organización y operaciones de la base de retaguardia, indicó que a bordo del carguero hay personal a cargo de enviar a Puerto Rico cualquier señal de peligro que se detecte para notificar de inmediato al Departamento de la Defensa de EEUU.

 

La operación marítima Puerto Rico-Curazao es uno de tres frentes que deberán actuar de forma sincronizada el día 23 de los corrientes, cuando las fuerzas de Brasil intenten introducir otro cargamento a través de la Amazonia, por el estado de Bolívar. Mientras, en Cúcuta, al noreste de Colombia y a donde ya han llegado varios aviones de carga C-17 de la Fuerza Aérea de EEUU, se intentará hacer lo propio con otro convoy en abierto desafío a las tropas destacadas en la frontera por las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas.

 

Los suministros gestionados por EEUU, que se ha declarado son mayormente comida y medicinas en los tres casos, no son los únicos que están sobre el tapete en esta etapa de la confrontación, que se teme pueda llegar al conflicto armado abierto. Por ejemplo, ya se ha informado de más de 1.200 toneladas de suministros médicos enviados en días recientes por países aliados de Venezuela, principalmente Rusia, China y Cuba.

 

Los cálculos sobre la posibilidad de un conflicto armado se han incrementado en los últimos meses, pero son resultado de un proceso de deterioro en las relaciones entre Venezuela y EEUU, que no considera aceptable que la potencia petrolera sudamericana esté gobernada por la revolución bolivariana iniciada por Hugo Chávez desde hace cerca de 20 años.

 

En 2015, el presidente Barack Obama firmó una orden ejecutiva declarando a Venezuela como una “amenaza para la seguridad nacional” de EEUU y, en consecuencia, decretó un “estado de emergencia” para lidiar con el problema. En enero de 2017, poco antes de abandonar la Casa Blanca, Obama extendió el decreto de emergencia nacional.

 

Al presente, Washington no reconoce a Nicolás Maduro como presidente y, en cambio, respalda al opositor Juan Guaidó, que se tomó juramento a sí mismo como “presidente encargado” desde la tribuna de un acto de masas el pasado 23 de enero.

 

Pero hasta ahora, todos los intentos de la oposición y de EEUU para que las fuerzas armadas respalden un derrocamiento del gobierno han sido infructuosos.

 

Washington tampoco ha logrado reclutar apoyo de las Naciones Unidas para su política contra Venezuela y organismos como la Cruz Roja advierten que no se debe usar el término “ayuda humanitaria” para la operación de suministros.

 

Durante el proceso de incremento en las tensiones, desde octubre pasado, la operación de la base de retaguardia de Puerto Rico ha estado acompañada de informes no confirmados sobre incremento en las llegadas y salidas de aviones militares de carga, de la llegada de decenas de cazabombarderos y del acuartelamiento de tropas militares en bases de la zona sur del país. Esos informes tienen cierta tangencia con la presencia ya conocida de fuerzas especiales de EEUU en la República Dominicana, pero de esas se ha asegurado que se trata de actividades regulares de entrenamientos para el país caribeño.

 

Esos informes también coinciden con la presencia de personal y equipo de la infantería de marina de Holanda en la isla de Curazao. Pero en ese caso, también el gobierno holandés ha asegurado que los movimientos no tienen que ver con la situación de Venezuela y que estaban planificados desde hacía tiempo.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/198281
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