Después de la Segunda Guerra mundial (1939-1945), que dejó 60 millones de muertos de los Aliados y de las potencias del Eje y que abarcó los gobiernos demócratas estadounidenses de FRANKLIN Delano Roosevelt y Harry S. Truman, donde ninguna ciudad de Estados Unidos se vio afectada por la misma, a pesar de haber sido Estados Unidos uno de los países participantes en esta hecatombe guerrerista, el gobierno encabezado por Truman decidió para ayudar a recomponer la alicaída economía de Europa Occidental y sus devastadas ciudades e infraestructura, establecer un Plan que denominó Marshall.

Cómo surgió el Plan Marshall

Terminada la II Guerra Mundial se reunió en París una conferencia interesada en recomponer la economía de los países de la Europa postguerra y enfrentar al comunismo. A esta Conferencia también asistió Moscú, pero no estuvo de acuerdo con el Plan porque justificaba que la misma era un instrumento del imperialismo para favorecer la hegemonía estadounidense.

Pese a toda la oposición de los países aliados a la URSS, 16 países aceptaron la ayuda y las decisiones de la Conferencia de París. Como la propuesta fue presentada por Estados Unidos y su Secretario General era George Marshall, en honor a él se le nombró Plan Marshall.

Qué es este plan y su objetivo

Nacido con el nombre oficial de Programa Europeo de Recuperación, ERP, por sus siglas en Inglés, los objetivos de este Plan eran entre otros: 1) La reconstrucción de áreas, infraestructura y edificaciones destruidas por la guerra 2) Eliminar barreras al comercio 3) Modernizar y favorecer la industria europea y 4) Hacer próspero al continente europeo occidental. Todo esto para contrarrestar la gran influencia comunista en la región de la postguerra al salir “triunfadora” la Unión Soviética, URSS. Con estas medidas se propendía el aumento de la productividad, promover el sindicalismo y establecer un nuevo modelo de negocios.

Para este fin el pueblo y gobierno de Estados Unidos determinó una cantidad de 13,000 millones de dólares USA de aquel momento, para repartir entre 18 países europeos de los cuales los “aliados” recibirían la mejor tajada.

El Plan estaba orientado a todos los países, sin embargo, los más beneficiados con este fondo fueron Reino Unido, 26%; Francia, 18%; y Alemania, 11%; que eran ya antes los más industrializados y en la creencia qué favoreciendo a estas tres economías, las demás mejorarían, lo que no fue así. El Plan estuvo en vigencia por cuatro años desde el año 1948—1952.

La realidad mesoamericana

Según los geógrafos e historiadores Mesoamérica está comprendida entre el sur de México y los 7 países que hoy integran Centroamérica, incluyendo a Belice y Panamá, países muy unidos por una cultura, etnias y costumbres similares y conocidos antes de la era precolombina por formar parte de las grandes civilizaciones mayas, aztecas, mexica, teotihuacana, zapoteca, mixteca, olmeca y otras.

Pero México y Centroamérica han vivido momentos históricos de luchas revolucionarias y aciagas dictaduras, gobiernos impostores, corruptos y aliados al imperio gringo. A estas efemérides hay que agregar que en la última centuria de la mano de Estados Unidos, USA, que ha considerado estos países como su “patio trasero”, impuso gobiernos antidemocráticos que cayeron en el bajo mundo de la corrupción, el narcotráfico y la violación de los derechos humanos. No se mencionan nombres de dictador alguno porque la lista sería interminable, al cual más déspotas. Algunos de ellos presos por ladrones, narcotraficantes y corruptos, pero muchos disfrutando de la buena vida y esperando su turno de ir a la cárcel.

La avalancha de migrantes centroamericanos

En octubre de este año una Caravana de Migrantes que tuvo su génesis en la costa norte de Honduras, la región más desarrollada e industrializada del país, aglutinó cerca de 10,000 personas que al adentrarse a México llevaba no sólo hondureños, sino también guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses. Todos huyendo de la inseguridad ciudadana, política y laboral producto de los gobiernos neoliberales establecidos desde México hasta Panamá con el sello made in USA. Sólo Honduras tiene más de un millón de jóvenes desempleados y según el FOSDEH, a finales del año 2017 la pobreza había llegado a 68% de la población total y de estos, 40% viviendo en extrema pobreza.

El éxodo de compatriotas centroamericanos que mostraban en carne viva el dolor de padres y madres cargando a sus pequeños hijos -varios de pecho y de pan en mano- ancianos de la tercera edad y un número determinado de minusválidos, recorrieron casi 4,000 kilómetros hasta llegar a Tijuana, México, con la esperanza de que el gobierno de Estados Unidos les abriera las puertas para el asilo, sin embargo, han sido tratados peor que delincuentes o “mierda” como le gusta decir al megalómano Donald Trump.

La oferta de AMLO

Hace unos días trascendió desde varios noticieros mexicanos que el nuevo presidente de aquél país, Andrés Manuel López Obrador, AMLO, estaría en la mejor disposición de destinar siete mil millones de dólares usa para ayudar a los procesos de reinserción social destinados a los migrantes centroamericanos, principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala que se han movilizado en la llamada Caravana de Migrantes, originada en Honduras desde octubre pasado.

La propuesta de México y Estados Unidos

Sin embargo, la Televisión Rusa, RT, en su programa de Noticias y RTVE de España, difundieron ayer que los gobiernos de México y Estados Unidos, estarían destinando 36,000 millones de dólares USA para proyectos de inversión social dirigidos a detener el flujo de migrantes del triángulo norte: Honduras, El Salvador y Guatemala y aliviar la carga de migrantes del sur de México y la pobreza endémica de los chapanecos y oaxaqueños. Aunque en la realidad, este tapón se utilizaría para evitar la subida hacia el norte de más migrantes.

Según estos noticieros de este total de fondos, 25,000 millones serían utilizados para México y 11,000 millones se repartirían entre Honduras, El Salvador y Guatemala.

Tanto en el centro-sur de México como en los tres países del cono norte de Centroamérica: Honduras, Guatemala y El Salvador tienen desde tiempos inmemoriales amplios territorios devastados por la pobreza e indigencia, tanto en el sector rural como en las zonas periféricas de las pequeñas, medianas y grandes urbes, que nunca han conocido la cara del bienestar y el desarrollo y donde la sobre explotación humana, el saqueo de sus bienes naturales y territoriales y el irrespeto a la dignidad de las personas son el pan de cada día. Por sus orígenes étnicos grandes sectores poblacionales han sido olvidados por los diferentes gobiernos de turno. Por toda esta ignominia surgieron en las décadas pasadas el Movimiento Zapatista, EZLN, en México, la Unión Revolucionaria URNG en Guatemala, el Frente Martí, FMLN, en El Salvador y el Frente Lorenzo Zelaya, FPRLZ, y Los Cinchoneros en Honduras, y otros.

Cómo utilizar estos fondos

El problema más grave que padecen estos pueblos es la falta de educación, oportunidades de empleo y tecnología. Millones de jóvenes de estos países con inmensos sacrificios de sus padres estudian y al terminar sus estudios no tienen dónde trabajar.

México, Guatemala, Honduras y en menor cantidad El Salvador tienen grandes cantidades de bosques, acuíferos y tierras que podrían ser destinadas a la producción agropecuaria o forestal a través de Cooperativas Agrarias, Forestales o Pecuarias como se pueden ver en algunos países de Europa y además con estos fondos establecer micro, pequeñas y medianas empresas, MIPYMES. Sólo en Honduras más de 50, 000 hectáreas de tierras fértiles son destinadas a tierras incultas e improductivas de batallones nacionales y extranjeros (bases militares) que podrían destinarse para tal fin. Las riquezas marinas y el ecoturismo son interminables fuentes de trabajo por descubrir.

No obstante, si estos fondos son manejados por los gobiernos corruptos actuales de estos tres países--excluimos a México porque reconocemos que el liderazgo de AMLO no permitirá que se replique la corrupción alimentada por Enrique Peña Nieto y los demás gobiernos anteriores del PRI y el PAN—el futuro de Centroamérica continuará siendo incierto. ¿Pero quién le pondrá el cascabel al gato?

Conclusiones

Varios de los gobiernos de Estados Unidos, demócratas y republicanos, desde tiempos remotos han destinado fondos para campañas similares a la actual propuesta, por ejemplo: La Alianza para el Progreso, Plan Colombia, Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte: Honduras, El Salvador y Guatemala, entre otros, sin embargo, esto sólo ha originado más pobreza y políticos plutócratas y empresarios más ricos y la mayor parte de estos fondos, que se cuentan por varios miles de millones de dólares, han servido para reprimir los movimientos insurreccionales tanto de México como de Centroamérica, aunque también de Latinoamérica, la compra de armas, el fortalecimiento de los ejércitos de estos países y la corrupción de los gobiernos afines al sistema imperial.

Ojalá que estos recursos financieros no sean para financiar los ejércitos de los cuatro países, para la compra de armas o para alistar los ejércitos y las policías militares en contra de sus pueblos.

Los pueblos de México, Honduras, Guatemala y El Salvador y sus respectivas organizaciones deben propender el manejo transparente de estos fondos y denunciar a los funcionarios y gobiernos corruptos que mal utilicen estos fondos y exigir que los mismos sirvan para favorecer la paz, el desarrollo y la convivencia fraterna entre sus pueblos.

¡Así lo esperamos!

Honduras, 19 de diciembre 2018.