El movimiento estudiantil

14/09/2018
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
violencia_jovenes_mexico.jpg
Los porros: grupos violentos financiados por el gobierno
-A +A

Hasta hace unos días, los sucesos en la UNAM han tenido gran apertura en los medios, aunque poco se sabe de los motivos y de la trama que ello encierra. Esto se expresa en momentos en que se cumplen 50 años del Movimiento Estudiantil del año 68 y la aparición de grupos porriles que están creando desmanes en la comunidad universitaria, en planteles de educación media y superior. Las protestas del estudiantado van en sentido de que se detenga la violencia y el desorden ocasionado por estos grupos violentos

 

Los porros son grupos de choque que actúan en el interior de las universidades públicas violentando a las y los estudiantes, tuvieron y tienen su origen o aparición en los eventos deportivos como animadores de equipos de sus preferencias, al mismo tiempo distribuían droga y, otros se dedicaban a extorsionar o intimidar a estudiantes, acostumbran infiltrarse en los movimientos estudiantiles para reventar las protestas o para distorsionar la imagen del movimiento ante el resto de la ciudadanía, son financiados por el gobierno, para desmovilizar las protestas universitarias y cabe decir, que estos grupos de choque han desatado una serie de plagas dentro de los planteles universitarios: la violencia, la violencia de género, el narcomenudeo, la corrupción de autoridades que se coluden con ellos, la explotación laboral y la falta de democracia.

 

Recordando tiempo atrás, los movimientos estudiantiles eran en función de que se cumpliese la obtención de derechos fundamentales, como la exigencia de una educación pública, científica y gratuita, la creación de más y mejores planteles que dieran cabida a miles y miles de estudiantes que, hasta ahora muchos siguen quedándose fuera de las principales universidades públicas del país por falta de cupo.

 

Tiempo más atrás, los estudiantes y la juventud mexicana brindaron su esfuerzo y colaboración de manera generosa, a las causas más justas del pueblo y de la nación; de manera generacional participaron en los tres movimientos de nuestra historia: la Independencia, la Reforma y la Revolución de 1910, entre otros muchos movimientos de la clase trabajadora. Lucharon también para que el pueblo transite continuamente hacia la conquista de la plena emancipación de la nación, la elevación constante de sus condiciones de vida y, hacia la instauración de una sociedad sin explotación del hombre por el hombre en nuestra patria.

 

Le corresponde a esta generación estudiantil y juventud en general asumir con responsabilidad el papel que les corresponde dentro de la sociedad contemporánea en defensa de sus propios derechos e inquietudes, contribuyendo, con su pensamiento y su acción, en la lucha que libra el pueblo contra el imperialismo y las políticas neoliberales empobrecedoras en esta época.

 

La juventud mexicana debe tener presente que la lucha de nuestro pueblo por la independencia económica, está ligada entre dos sistemas: el socialismo y el capitalismo y que en esta batalla, el imperialismo utiliza todo su poder económico, militar y propagandístico para chantajear, calumniar y amenazar a los países que luchan en toda la Tierra, por la liberación definitiva de sus patrias y construir en ellas sociedades más justas y avanzadas.

 

La juventud mexicana debe impulsar su unidad, mediante un frente juvenil antimperialista que rechace unánimemente la política belicosa del imperialismo y luchen a favor de la paz mundial y el desarme, que brinden su solidaridad a todos los pueblos que buscan su independencia económica y política, que combatan contra el colonialismo, neocolonialismo, fascismo, sionismo, racismo y apartheid que persisten en nuestro tiempo.

 

Los jóvenes pueden reconstruir sus organizaciones de frente amplio; rehacer su unidad antimperialista, su organización con plena independencia respecto del Estado, de los partidos políticos, con orientación progresista en sus principios y con una vida interna democrática; exigir la orientación de las instituciones del Estado encargadas de atender los problemas de la juventud en base a una política definida. Profundizar en el estudio de la Historia de México, de acuerdo a las leyes del materialismo histórico que rige el desarrollo de la sociedad humana, afirmar su conciencia nacional, a fin de no olvidar que el imperialismo ha sido y sigue siendo nuestro enemigo fundamental. A la juventud mexicana le debe quedar claro, el entendimiento de la disyuntiva actual para nuestro pueblo, la de progresar en lo económico, político, científico, técnico, social y cultural con independencia del exterior o, seguir sucumbiendo de manera gradual ante las presiones y maniobras del imperialismo yanqui. Esta es la lucha actual, donde las fuerzas progresistas, revolucionarias y la juventud en general deben centrar toda su atención porque de ella depende que nuestro pueblo pueda seguir su camino hacia el progreso social.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/195323
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS