¡Subir ya el salario mínimo de los colombianos!
- Opinión
A los promotores de la Consulta anticorrupción les faltó incluir otra pregunta para los colombianos sobre la necesidad de incrementar radicalmente el salario mínimo de los colombianos que ronda hoy en los 781.242 pesos, que equivalen a unos 260 dólares.
Se trata de una miseria que no alcanza para nada, pues dicho salario pierde cada día más su capacidad adquisitiva.
Cabrera señala que un simple indicador así lo demuestra: entre el 2002 y el 2010 el salario mínimo solo creció 1 % anual por encima de la inflación, para un acumulado de 9 % en el periodo, mientras que el PIB per cápita real creció 25,8 %, es decir que el salario mínimo creció menos que la riqueza y el producto total de la economía (Ver https://www.elpais.com.co/opinion/columnistas/mauricio-cabrera-galvis/subir-el-salario-minimo.html ).
Sin embargo la propuesta del expresidente tiene una condición que impide que opere este mecanismo de impulso al crecimiento del PIB.
Para contrarrestar los efectos adversos ocasionados por la anunciada reforma tributaria y la ampliación de la base del IVA en la canasta familiar en la imagen y el crédito político del Presidente Duque, el Senador Uribe, experto en tácticas distractoras, ha lanzado la propuesta de hacer un incremento excepcional del salario mínimo pero transfiriéndolo a Fondos pensionales.
No hay que olvidar: ha sido Uribe quien ha dado los golpes más duros a los ingresos de los trabajadores mediante la Ley 100 y el recorte de las horas extras.
Él está en su derecho de hacer tal propuesta y maniobrar políticamente con la misma para blindar el actual gobierno.
Desde nuestro lado defendemos un incremento equivalente al 100% del actual SM para nivelar éste con los de las economías más desarrolladas de la región y mejorar las condiciones de vida de millones de colombianos y así darle un impulso a la economía y a las empresas con el crecimiento del consumo. Un aumento extraordinario se justificaría porque serviría para estimular la demanda interna y por consiguiente las ventas y la producción, sin embargo la propuesta del señor Uribe tiene un requisito que impide que opere este impulso al crecimiento del PIB, pues propone que el aumento del salario debe depositarse en los fondos de cesantías, es decir es un ahorro forzoso para los trabajadores. Así, la economía se queda con el pecado de los mayores costos de producción y sin el género de la reactivación económica, sostiene Cabrera.
El otro riesgo de la iniciativa uribista es eliminar la Mesa de concertación y negociaciones con las centrales obreras y los otros sindicatos.
Por supuesto, lo que procede es convocar dicha Mesa para debatir la iniciativa del Jefe del Centro Democrático y las demás alternativas que surjan desde otros campos para que la reforma tributaria que se empieza a tramitar no destruya las mínimas condiciones de vida de los trabajadores y sus familias.
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