Venezuela, otra historieta es posible

28/07/2018
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En la portada ilustrada de la publicación Dos modelos enfrentados en Venezuela...por ahora aparece la estatua de una animal con cuernos sobre un pedestal, que esconde detrás de sus espaldas dos sacos llenos de dinero. Abajo, una margarita germina raíces, tan potentes para minar el pedestal. La riega un obrero con la camiseta roja, que hace crecer la flor para procurar el derrumbamiento de la estatua. Las ilustraciones de Omar Cruz acompañan el texto de Michel Bonnefoy.

 

Los autores explican como en Europa y en los Estados Unidos, “los más pobres pagan las consecuencias de una política económica excluyente y despótica, mientras los bancos y el Fondo Monetario Internacional se enriquecen con la crísis”. Al contrario, en la Venezuela Bolivariana que quiere construir el socialismo del siglo XXI, “se persigue una política económica que tiene como objetivo la justicia social”.

 

El folleto, editado en el 2010 por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (MINCI), tiene una clara intención didáctica. Se sirve de la caricatura para recapitular en modo alfabetizador la historia y la economía, y para sostener que “no es necesario realizar profundos análisis económico-filosófico para determinar cuáles intereses defiende un gobierno o un partido político. Basta observar atentamente quien obtiene ventaja de sus políticas en cualquier área que se examine desde la educación a la salud, hasta las políticas fiscales o a las relaciones internacionales”.

 

Con la victoria de Hugo Chávez, el 6 de diciembre de 1998, la batalla de las ideas contra una derecha con vocación golpista, decidida a toda costa a mantener los propios privilegios, ha sido puesta en marcha a son de historietas, viñetas o caricaturas.

 

Gracias al empleo de los recursos con fines sociales (en un país que custodia las primeras reservas en el mundo de petróleo, de oro, y donde también hay diamantes, coltan, agua, bosques...), Venezuela ha derrotado en pocos años el hambre y el analfabetismo, consiguiendo el quinto lugar en el mundo en matrículas universitarias. Los financiamientos públicos (más del 70% de los ingresos estatales) nunca han disminuido, ni siquiera en los momentos más agudos de la guerra económica desencadenada por los poderes fuertes, y renovada por las sanciones impuestas por los Estados Unidos y por la Unión Europea.

 

Los planes de incremento a la cultura, en particular al libro y la lectura, se acompañan a los laboratorios populares y gratuitos, que enseñan a las comunidades cómo relatar la propia historia, uniendo iconografía y texto. Si el papel escasea, se desarrolla lo digital, haciendo virtud de la necesidad.

 

También en este formato encuentran amplio espacio las historietas educativas para relatar la historia de Venezuela. Los ilustradores Pablo Kalaka, Deisa Tremarias, Henry Rojas y Daniel Duque cuentan la vida de Ezequiel Zamora, el General que luchó por los derechos de los campesinos en pleno 1800, en la historieta digital Por aquí pasó Zamora. Una rica oferta de libros ilustrados en formato digital se encuentra en el catálogo de la Casa Editorial “El Perro y la Rana”, que depende del Ministerio de la Cultura.

 

Los artistas que apoyan al modelo bolivariano no se refieren a los “superhéroes” norteamericanos, que asolaron durante los años de la IV República, sino que buscan construir un nuevo imaginario basado en el rescate de las propias raíces: las luchas indígenas contra el colonialismo, aquellas de los esclavos en fuga que fundaron comunidades libres, o aquellas de la construcción de la “Patria Grande”, el sueño de Bolívar.

 

Al Libertador de ayer y a aquel que ha renovado los ideales – Hugo Chávez Frías - estan dedicados muchos libros de historietas, para grandes y pequeños. Hugo Chávez, una biografía que es como un cuento (editado por el MINCI y descargable gratuitamente también en internet) cuenta a los muchachos la vida del Comandante que murió el 5 de marzo del 2013. El texto es de Armando Carias, las ilustraciones de Balbi Cañas. En el catálogo del Perro y la Rana aparecen – también en formato digital - los tres volúmenes de historietas sobre la vida de Chávez ( ¡UH, AH! La vida ilustrada de Hugo Chávez Frias) ilustrados por la Cooperativa de creativos audiovisuales El Nuevo Círculo.

 

Cabe señalar además la bella edición de la Constitución Bolivariana, ilustrada para chicos por Omar cruz, Manuel Loayza y Braulio Gonzalez y distribuída gratuitamente por el gobierno, como todos los libros educativos.

 

Omar Cruz ha vuelto a proponer recientemente también El Patriota, re-edición para Fundarte de su famosa historieta, que apareció por primera vez en 1993. Al trazo del famoso caricaturista se debe tambièn la imágen de Hugo Chávez que aparece en las tarjetas telefónicas de la compañía estatal Cantv.

 

En el 2014, el Ministerio de Turismo ha confiado su campaña a una historieta de aventura, basada en las hazañas turísticas de Cheverito. La palabra “chévere”, en Venezuela, indica un estado de bienestar máximo, un adverbio que significa “estupendo”, “muy bien” y es usado constantemente en las conversaciones. Pero su impacto ha sido ocultado por la potencia mediática de los grupos de oposición, que han distorsionado el mensaje durante los meses de violencia para hacer caer al gobierno (“las guarimbas”).

 

Una batalla a son de sátira, que las derechas conducen también por cuenta de terceros (sus corifeos en el exterior, principalmente con base en Miami), como se ha visto en la reciente feria Caracas Comic, donde ha sido difundido un videojuego basado sobre las “guarimbas”.

 

Una batalla conducida en los medios privados y en las redes sociales, donde los caricaturistas de oposición lanzan sus burlas contra “la dictadura” a son de chistes racistas, sexistas y también incitando al homicidio, sin que nunca nadie les haya puesto tras las rejas. “Pueden permitírselo justamente porque en Venezuela hay tanta libertad de expresión”, nos dice Alambrito (Juan de Dios Cardenas), caricaturista del semanal Cuatro F. Recuerda que, antes de la Revolución, durante los gobiernos de Acción Democrática (el centro-izquierda de entonces) ha “sido censurado por 5 años por haber publicado una caricatura en defensa de los periodistas”.

 

Alambrito tiene una larga historia de empeño artístico y político. “En las artes plásticas – relata – he sido alumno del pintor venezolano Pedro Centeno Vallenilla, durante los años 1958 y 1959”. Un período de grandes esperanzas, seguidas por el derrocamiento de Marco Pérez Jimenes, y truncadas por el Pacto de Punto Fijo. Un pacto instruído por los Estados Unidos luego de la victoria de la Revolución Cubana para imponer en Venezuela una alternancia entre el centro-derecha y centro-izquierda con la exclusión de los comunistas.

 

“Otro gran maestro – añade Alambrito - para mí ha sido el caricaturista Victor Simone D'Lima (El Chino) periodista y escritor que me ha publicado caricaturas en el Gallo Pelón, en 1967, y luego en 1970 en la revista Claro y Raspao.

 

Antecedentes a los que se rehacen diversos famosos caricaturistas, que aparecen en el volúmen del periodista Roberto Malaver Sólo el humor salva, editado por el periodico El Correo del Orinoco con el apoyo del MINCI. Malaver, autor de muchos libros de sátira ilustrados, conduce actualmente un afortunado programa televisivo cómico-político del título “Los Robertos” junto a Roberto Hernandez Montoya.

 

Alambrido dibuja “paisajes oscuros en los que se mueven personajes que no tienen miedo de denunciar las injusticias y de luchar por la soberanía de mi país”. Sus caricaturas, nítidas y críticas, cuentan la Venezuela de hoy, la polarización existente “entre quien promueve el fascismo y el terrorismo y quien se inspira en el socialismo, entonces a un universo de paz y de justicia social”. Valores presentes también en el trazo de Etten Carvallo, ilustradora del periódico Ciudad Caracas, que también se expresa en formato digital.

 

La caricatura – afirma Alambrito – puede ser mucho más potente de cualquier discurso o análisis, porque representa la máxima expresión del arte de todos los tiempos, en el que el artista puede tomarse todas las libertades que desea, justificado por la actitud crítica frente a la sociedad”.

 

Y si Chávez repetía siempre: “Amor con amor se paga”, los caricaturistas responden: “Amor con humor se paga”.

 

25-07-2018

 

Traducción Gabriela Pereira

 

https://www.alainet.org/es/articulo/194380
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