La magna misión del Foro de Sao Paulo

17/07/2018
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“Impedir la liberación de Lula en Brasil, dictar orden de captura contra Rafael Correa en Ecuador, amenazar con cárcel a Cristina en Argentina, acorralar a Daniel Ortega en Nicaragua, incriminar al paraguayo Lugo, desplegar una ofensiva en todos los planos contra Nicolás Maduro en la República Bolivariana de Venezuela, y centrar fuegos contra Cuba”. En apenas estas cuatro líneas el periodista y escritor peruano Gustavo Espinoza M. sintetiza el difícil situación por la que atravesaba la izquierda latinoamericana en los albores de la XXIV reunión del Foro de Sao Paolo que se está celebrando en La Habana del 15 al 17 de julio.

 

El Foro de Sao Paulo es un mecanismo de concertación de partidos y movimientos políticos de izquierda y progresistas de América Latina y el Caribe. Es un espacio de convergencia, debate y acción conjunta fruto del Encuentro de Partidos y Organizaciones Políticas de Izquierda de América Latina y el Caribe, que tuvo lugar en 1990 bajo el auspicio del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, a partir de una iniciativa del conductor histórico de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz y el líder del Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), Luiz Inácio Lula da Silva.

 

Además de los encuentros que realiza en plenaria, el Foro lleva a cabo un promedio de cinco reuniones anuales de su Grupo de Trabajo, organiza conferencias, seminarios y talleres sobre diversos temas, celebra intercambios con fuerzas políticas y sociales de África, Asia, Medio Oriente, Europa y Norteamérica, y a su vez participa en los Encuentros del Foro Social Mundial, el Foro Social Américas y el Foro Social Europeo.

 

El FSSP desarrolla una amplia y multifacética agenda que ha acogido temas como la crisis capitalista mundial y su impacto en América Latina y el Caribe; las nuevas formas de dominación política, económica, social y cultural del imperialismo, con énfasis en el imperialismo norteamericano y su proyección hacia la región; el incremento de las agresiones, las ocupaciones y las bases militares foráneas; la lucha contra el colonialismo; construcción de nuevos paradigmas emancipadores; fomento de la integración, la cooperación y la concertación caribeña y latinoamericana, y la solidaridad con las luchas de sus miembros, así como a las luchas de aquellas fuerzas políticas y sociales de otras regiones.

 

El FSSP fue constituido para concertar los esfuerzos de los partidos y movimientos de izquierda en el Sur del hemisferio en el complejo escenario internacional después de la caída del Muro de Berlín y contrarrestar las consecuencias del neoliberalismo para los pueblos de los países de Latinoamérica y el Caribe mediante apoyo reciproco entre sus miembros.

 

En la fecha de su fundación en 1990, el único miembro que ejercía poder ejecutivo en país soberano era el Partido Comunista de Cuba. Veinte años después, la mayoría de los países integrantes del Foro han accedido por algún período de tiempo, mediante las urnas, a ejercer gobierno o siendo parte de coaliciones oficialistas. Varios, además han llegado a constituir la primera fuerza opositora en sus respectivas naciones.

 

La elección del militar revolucionario Hugo Chávez en 1998 en Venezuela fue la primera vez que llegó al poder un partido integrante del Foro de Sao Paulo.

 

Después vinieron los triunfos del Partido de los Trabajadores de Brasil en 2002 con Luiz Inácio Lula da Silva; el Frente Amplio en Uruguay en 2004 con Tabaré Vázquez; el Movimiento al Socialismo con Evo Morales en Bolivia en 2005; Michelle Bachelet del Partido Socialista de Chile en 2006; Rafael Correa por Alianza PAIS en Ecuador en 2006; Daniel Ortega por el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua en 2006; Fernando Lugo por la Alianza Patriótica para el Cambio (hoy Frente Guasú) en Paraguay en 2008; José Mujica por el Frente Amplio en Uruguay en 2009, Mauricio Funes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador en 2009, Dilma Rousseff por el Partido de los Trabajadores de Brasil en 2010, Ollanta Humala por el Partido Nacionalista de Perú en 2011; Nicolás Maduro del Partido Socialista Unido de Venezuela en 2013. En 2014, Michelle Bachelet ganó otra vez las elecciones y en 2014 lo hizo Salvador Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional en el Salvador.

 

Sin embargo, luego de esta sucesión de éxitos siguió una intensa ofensiva contrarrevolucionaria que pudiera haber tenido fin con la reciente victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador al frente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), en alianza con los partidos del Trabajo y del Encuentro Social, que pudiera ser punto de viraje en el acontecer político continental.

 

Con un prestigio que descansa esencialmente en su honradez y un programa que se ajusta a “las esperanzas de México”, como reza su lema electoral, todo hace pensar que la gran victoria de Andrés Manuel López Obrador ha llegado en el momento preciso para salvar, no solo a México sino a América toda de la ola derechista. El Foro de Sao Paulo tiene la palabra.

 

16 de julio de 2018.

 

Manuel E. Yepe

Publicado originalmente en el diario POR ESTO! de Mérida, México.

Blog del autor: http://manuelyepe.wordpress.com/

 

https://www.alainet.org/es/articulo/194147
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