El fenómeno Petro y un establishment partido

22/05/2018
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Pese a los esfuerzos desaforados desde los medios hegemónicos, el establecimiento y el gobierno para desacreditarlo, el candidato centroizquierdista Gustavo Petro se ha convertido sin duda en el gran fenómeno de esta campaña presidencial colombiana, cuya primera vuelta se realizará el próximo domingo 27 de mayo.

 

En sus cierres de campaña, los cinco candidatos presidenciales Iván Duque, Gustavo Petro, Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo y Humberto de la Calle realizaron en domingo y a una semana de la primera vuelta de las elecciones, sus últimos actos en plaza pública.

 

Pero la gran paradoja colombiana es que el país se pacificó, y enseguida el régimen político se fracturó: la guerra unió y la paz separó. El proceso de paz con las Farc quitó el principal elemento de aglutinación del establecimiento (la lucha contra el enemigo común) y dividió a las élites entre quienes consideraban mejor un mal arreglo que un buen pleito (santismo) y los que preferían continuar la guerra con tal de no hacer concesiones (uribismo).

 

Superar la violencia y acceder a escenarios en los que se tramita de manera pacífica los conflictos de distinto orden implica un gran salto para la sociedad colombiana, señala Horacio Duque. Sin la presencia del enemigo aglutinador no solo se fracturó el consenso al interior del establecimiento sino que emergieron nuevas demandas y agendas represadas: Duque representa el establecimiento roto y Petro, las nuevas demandas.

 

Para Juan Fernando Londoño, la política de Colombia ha cambiado en esta campaña y es un cambio que llega para quedarse y quienes logren exitosamente ubicarse en esa política moderna e ideológica serán quienes protagonicen la lucha por el poder en el futuro, los demás podrán sobrevivir pero serán simples zombis políticos. “En adelante tendremos una derecha más sólida y radical y una izquierda más fuerte y con perspectivas de poder real”, añadió.

 

La gran campaña de Petro

 

La noche del jueves 16 de mayo, Petro, candidato de la Colombia Humana, retó al establecimiento y llevó a la Plaza de Bolívar de Bogotá a una marea de seguidores que hizo congestionar el corazón de la capital. Y tres días después, cerró su campaña en Barranquilla donde nuevamente denunció irregularidades en la Registraduría y pidió el apoyo de 100.000 voluntarios para que sirvan de testigos electorales el 27 de mayo, ante miles de asistentes que coparon el estadio de fútbol y sus calles aledañas en el centro sur de la ciudad costeña.

 

En casi dos horas de intervención, Petro hizo un amplio recorrido por temas como el paramilitarismo, los falsos positivos, Hidroituango, Odebrecht, Venezuela y, por supuesto, sus denuncias sobre el fraude electoral que, según él, se está fraguando para la próxima jornada electoral.

 

El software de la Registraduría está alterado y el Gobierno no permitió la realización de una misión técnica de la Unión Europea para revisarlo, insistió Petro. “Está listo un fraude para el día domingo 27 de mayo. Y, ante ese hecho, qué hacemos. Hemos convocado un pueblo con la ilusión de que su voto va a ser respetado", manifestó.

 

"Desde el 27 de mayo debemos inundar de votos todas las mesas de todos los puestos de votación en Colombia. El fraude será mucho más difícil si hacemos eso. Y necesitamos 100 mil testigos electorales. A todo ciudadano que quiera acompañarnos, lo estamos convocando a que nos ayude", dijo.

 

La respuesta del presidente Juan Manuel Santos fue diversionista: La extrema izquierda como la extrema derecha inventan fraudes donde no existen”, dijo, y, de paso, dejó en evidencia su rechazo por los dos candidatos que puntean las encuestas: Duque, del derechista Centro Democrático, y Petro de centroizquierda.

 

En el mercadeo político afirman que las campañas se ganan en la recta final, cuando la gente está más sensibilizada con las elecciones, para cuando se deben reservar las mejores ideas, los grandes discursos y las más creativas piezas de publicidad. Esta última semana será de abstinencia proselitista.

 

Iván Duque estuvo en 23 departamentos y su discurso se centró en Venezuela, el rechazo al Acuerdo de Paz con las Farc y la confianza inversionista. Gustavo Petro visitó 19 departamentos y en las plazas hizo énfasis en la necesidad de impulsar un proyecto de equidad social, de educación y de defensa del medio ambiente.

 

Sergio Fajardo pasó por 17 departamentos, donde habló de la educación y la lucha contra la corrupción, se dirigió a un electorado joven en universidades, mientras Germán Vargas Lleras, recorrió 20 departamentos tratando de resaltar su experiencia como ejecutor, como ministro de Vivienda y vicepresidente, y como un hombre lejos de los extremos de la izquierda y la derecha.

 

Y finalmente, Humberto de la Calle visitó 13 departamentos, pero en lugar de llenar plazas y repetir discursos, optó por sentarse, cara a cara, a tomarse un café o un refresco con sus seguidores, generar conversaciones, escuchar inquietudes e insistir en la importancia de la educación, el desarrollo rural y la paz.

 

Petro, ex alcalde de Bogotá, realizó el último mes una intensa campaña en regiones apartadas, muchas de ellas azotadas por el conflicto armado, pero en especial, en aquellas zonas donde la pobreza y el rebusque son el día a día de sus habitantes. Priorizó las concentraciones con un discurso para los confines de la llamada Colombia profunda y redobló sus esfuerzos en las capitales, donde ha conseguido una fuerte base electoral entre jóvenes y estudiantes de clases populares.

 

Menos concurridos, pero buscando los votos de quienes por años estuvieron gobernados por las Farc, y se metió a plazas tradicionalmente uribistas, como Medellín, Pereira, Neiva y Valledupar… y allí también llenó escenarios.

 

El diario El Espectador reconoce que su discurso se ha sintonizado con un electorado joven y popular, sensible a temas como el cambio climático, el ambientalismo, las energías limpias, la protección del agua, la educación gratuita, la equidad social, y el desarrollo rural desde lo agrario y no desde el extractivismo.

 

La segunda vuelta será peleada

 

Aunque Iván Duque, ultraconservador y pupilo del expresidente Álvaro Uribe, sigue punteando en la intención de voto tanto en primera como en segunda vuelta, el escenario para las votaciones definitivas del 17 de junio se pondrá mucho más reñido, ya que Petro no ha parado de crecer, aun cuando muchos daban por hecho que su techo llegaría pronto.

 

En marzo el candidato del uribismo registraba una preferencia en los votantes para la segunda vuelta de un 60.2 por ciento, mientras que Petro se ubicaba en un 36.6 por ciento. La diferencia para ese momento era de 25.6 por ciento. Pero en abril esa distancia de segunda vuelta se redujo a 13 puntos, y en la nueva medición de mayo, Petro, con 43.4 por ciento de intención de voto, se ubica a solo 10.1 puntos de Duque, que marcó un 53.5 por ciento.

 

La revista Semana se pregunta si seguirá esa tendencia hasta que se dé un escenario de empate con pronósticos reservados, teniendo en cuenta que Petro aún tiene por arañar el voto indeciso que se ubica en un 3.1 por ciento. Pero, además, será interesante ver para dónde se van los votos de Humberto de la Calle y de Sergio Fajardo, en caso de que ninguno de ellos supere la primera vuelta.

 

Camilo Rengifo Marín

Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

 

https://www.alainet.org/es/articulo/193020?language=en
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